CASA LA NINA, UN PROYECTO DE ESTUDIO LP EN UN BARRIO ABIERTO DE MIRAMAR
Estudiolp. La vivienda ocupará un terreno ubicado en el Barrio Parquemar (Miramar, provincia de Buenos Aires). Estrategias bioclimáticas y flexibilidad.
El recorrido que se puede observar desde dibujar con lápices y escalímetros a tener en cuenta los aportes de la “inteligencia artificial” nos hace sentir que han pasado milenios mientras desayunábamos.
Con lo que contar historia, presente y futuro de un proyecto, ya no es una tarea estandarizada.
Vamos por lo esencial. El terreno está en el Barrio Parquemar, en la Ciudad de Miramar, Provincia de Buenos Aires.
Es un barrio abierto, con casas de un segmento medio, donde un gran porcentaje de las viviendas están habitadas todo el año.
Una de las características predominantes de las construcciones es el techo a dos aguas. Nuestra propuesta de una azotea no responde a una intención de diferenciarnos, tiene que ver con generar diferentes vínculos visuales, con el barrio, con los vecinos y casi con el mismo mar, que finalmente siempre termina siendo el elemento determinante en estas localidades.
En cuanto a la morfología, y los elementos seleccionados para la obra, no nos alejamos en absoluto de lo que se denomina “construcción tradicional”. Esto es, una clásica platea, estructura, paredes y tabiques divisorios con materiales de los más comunes en la construcción.
En la orientación oeste, la incidencia del sol demanda la necesidad de aplicar aislantes térmicos para reducir el costo de la refrigeración. Precisamente en ese sector ubicamos la piscina y una cascada artificial que colaborará con la climatización.
También están previstas diferentes formas de utilización de energías alternativas. En esta vivienda está considerada la implementación de paneles solares, termotanques solares y generadores eólicos. Con lo que se espera una reducción importante en el consumo de energía de red. A su vez, se colocará un biodigestor para disminuir el impacto de la generación de residuos.
Estas actitudes referidas a la sustentabilidad no las consideramos ya una novedad sino parte de todos y cada uno de los proyectos que abordamos. De ahí es que surgen las consideraciones sobre aberturas DVH, paneles verdes y otros detalles.
Continuando con nuestra línea de investigación permanente se fue gestando esta nueva propuesta: la de adaptar el volumen de la vivienda de acuerdo a la cantidad circunstancial de habitantes.
Si bien esta casa estará habitada gran parte del año, sabemos que en las localidades turísticas suelen sumarse invitados en épocas veraniegas. Con lo que es probable que en algún momento una o dos personas habiten la casa y, en otro momento, el número pueda llegar a ocho personas. Este proyecto presenta una respuesta a ese tipo de situaciones.
En este caso, la solución que elegimos fue la de una pared de posición variable que permite integrar otro ambiente a la vivienda.
Algo tan sencillo como es desplazar una pared permite una variación de volumen de 216 m3. Lo que equivale al volumen que demandarían seis dormitorios, por ejemplo.
A partir de la propuesta, inmediatamente aparece otro aspecto de la realidad: una natural resistencia a cambios aún no legitimados.
Cuando consolidamos el Estudio LP decidimos que uno de nuestros ejes sería el arriesgar.
Las ideas que hoy podemos disfrutar se materializaron gracias a que alguien asumió el riesgo antes. Además, ya sabemos que el tiempo es oro.
En definitiva, teníamos que “mover la pared” ahora, asumiendo el riesgo. Y estamos orgullosos de llevar a cabo este proyecto. «