DE ESTUDIANTES Y PROFESORES
Se viene una nueva edición del Premio Nacional Clarín SCA para estudiantes de arquitectura. El certamen que desde el año 2001 organizamos con la Sociedad Central de Arquitectos para que estudiantes, couchados por sus docentes, hagan una primera experiencia en esta sana costumbre de competir por hacer el mejor proyecto. A reeditar, entonces, los archivos, los dibujos y preparar la entrega. La fecha límite de recepción de trabajos es el 21 de noviembre. Las bases estarán disponibles en www.fadea.org.ar. El concurso tiene el auspicio de FADEA y está sponsoreado por Redimat, Shawer, Sika y Technal. El fallo del jurado, la entrega de premios y la tapa con los ganadores está prevista para fin de noviembre y principios de diciembre. Mientras tanto, en esta edición de ARQ exponemos el trabajo de algunos de estos arquitectos docentes que, convocados por la desarrolladora Base Proyectos, cumplen con la difícil tarea de congeniar los intereses académicos con la demanda del mercado. De fabricar productos que trasciendan las limitaciones que imponen las regulaciones y la necesidad de maximizar la rentabilidad económica. Dieguez-fridman tiene su propia cátedra en la FADU-UBA. Antes, Tristán Dieguez pasó por Grinberg y por Solsona. Monoblock tiene socios en las filas de Taller Nación y la cátedra de Polo Jaimes. Y Sebastián Cole y Rodolfo Croce, son ex docentes de los talleres Baliero y Explora de FADU, y también de la Di Tella.
Las cinco obras que presentamos exploran soluciones residenciales en el tejido de la Ciudad y sacan partido del nuevo Código Urbanístico. Los terrenos elegidos por la desarrolladora se ubican en zonas como Coghlan, Colegiales, Chacarita, Palermo y Núñez. “Barrios que ya cuentan con una red cultural y social que suma a la vida cotidiana de las personas del lugar”. Y que están en un fuerte proceso de renovación y recualificación urbana.
Newbery 3364 y Acuña Figueroa 1340, de Dieguez-fridman; Loyola 1530, de Colle-croce; Zapiola 3151 y Conesa 3024 (render), de Monoblock, son proyectos que siguen abriendo posibilidades a un tipo de producto arquitectónico de aceptable densidad, que hace ciudad y promueve relaciones de vecindad.
Proyectos que propician la vida al aire libre, el contacto con el verde, el encuentro y la sociabilización en metros cuadrados de calidad. En definitiva, estas “casas urbanas” son viviendas con la misma superficie que tiene un departamento, pero que intentan recuperar el espíritu y la vida de las casas de barrio.«