Un barrio dentro de un edificio refuerza la idea de vecindad
A partir de la materialización de una grilla regular, el planteo da lugar a una serie de viviendas que se congrega alrededor de un gran patio, el espacio central. Los departamentos se desarrollan de a cuatro o cinco ambientes.
El edificio Zapiola puede entenderse como la búsqueda del volumen máximo construible que después va encontrando vacíos a través de la aplicación de distintas operaciones.
A partir de la materialización de una grilla regular, el proyecto da lugar a una serie de viviendas que se congregan alrededor de un gran patio, el cual se vuelve punto central y da lugar al intercambio entre vecinos, siendo el principal espacio común.
Poniendo énfasis en este aspecto, todas las circulaciones comunes son abiertas y están conectadas con este gran espacio.
Cada una de las unidades es diferente y encuentra su particularidad, dentro de una matriz común, buscando generar la impresión de habitar una casa. Comenzando con sus accesos que se dan a través de palieres abiertos, emulando el ingreso a una casa desde la vereda.
Las viviendas se desarrollan de a cuatro o cinco ambientes, son pasantes, permiten la doble ventilación, cuentan con espacios de expansión tanto secos como vegetales y proponen distintas experiencias y posibilidades de uso. Algunas de ellas cuentan con terrazas.
Los dúplex, ubicados en planta baja, además, tienen patios que se extienden hacia el fondo y refuerzan la sensación de vivir en una casa.
Los vacíos que se alternan en la fachada grillada permiten que las extensiones tengan más aire y luz, asemejándose a un patio.
En el interior, se decidió utilizar el terrazo, que por momentos es una textura que toma el piso, pero también, muros y cielorrasos en combinación con el hormigón crudo y visto que está presente en todo el proyecto.
De esta forma, se propone un juego entre lo duro y lo frío de la piedra y lo más blando de la vegetación y la transparencia del vidrio y los reflejos de la chapa, intentando maximizar la potencialidad de los materiales.
Las distintas decisiones de diseño contribuyen a la continuidad espacial del proyecto, proponiendo recorridos atravesados por distintas calidades ambientales.
Zapiola busca, así, reformular el concepto de vecindad, generando la sensación de un barrio dentro de un edificio, estimulando la generación de comunidad a través de sus espacios. «