Recuperar la tradición de viviendas que dan a un patio central
Un edificio de viviendas de cuatro plantas se integra con los espacios exteriores. Construido en hormigón armado, ejemplifica materialmente el concepto de casas urbanas.
En un lote de 25 metros de frente en el barrio de Núñez, se emplaza un edificio de viviendas de cuatro plantas fuertemente integradas con los espacios exteriores, construido enteramente en hormigón armado, dando lugar a la idea de casas en altura.
El proyecto toma como punto de partida las dimensiones del lote para organizar las viviendas en torno a un patio central, buscando recuperar una vieja tradición de la ciudad. La planta baja libre está definida por unas grandes columnas monolíticas de hormigón lavado que da acceso a los palieres y una casa en el fondo del terreno, donde la circulación se da a través un jardín selvático en el patio y los espacios más abiertos y arbolados del fondo.
Los núcleos de escaleras abiertas a cada lado del patio dan acceso a cada unidad. El patio organiza todas las circulaciones comunes y los espacios de las unidades.
Hacia el jardín central todas las habitaciones se abren a él preservando la condición de silencio y vistas interiores. Hacia el frente y contrafrente los espacios sociales de cada vivienda son transparentes y vinculan espacialmente el patio con la calle y los jardines de fondo.
En las plantas impares, los accesos a las viviendas se dan a través de la expansión de la vivienda reforzando la idea de estar accediendo a una casa más que a un departamento.
En los pisos pares, ese esquema se invierte y los espacios sociales de las unidades son pasantes, con vistas al patio y a los exteriores, con las expansiones proyectándose tanto al frente como al contrafrente.
En la última planta, las viviendas tienen acceso a un jardín y terraza propios en la azotea del edificio.
La vivienda que se desarrolla en el fondo de la planta baja cuenta con un jardín propio como acceso y expansión social y un patio interior que organiza las circulaciones y las vistas de dormitorios y estar.
A través de una escalera contra la medianera se da acceso también a un jardín y terraza en su propia azotea, con vistas a los jardines vecinos y a los del propio edificio.
El carácter material desnudo y el esquema de organización sirven para reforzar la idea de transparencia y crea a la vez una variación en las fachadas del edificio.
De este modo, los jardines, el fondo de la manzana y las expansiones del edificio se ofrecen a las visuales desde la calle, aportando un momento de ruptura en el frente construido de la ciudad, sumando espacios de vistas y vegetación al ambiente residencial y arbolado del barrio. «