Capacitación y capital semilla para emprendimientos locales
La Fundación Bunge y Born y el British Council desarrollaron un programa de formación intensiva. Además de clases magistrales, hubo una selección de tres emprendimientos que recibirán fondos.
La primera edición de DAE - Diseño Argentino Exponencial superó las expectativas de sus organizadores. Tanto que ya están confirmadas la segunda y la tercera edición.
DAE es un programa de formación intensiva para propuestas de diseño vinculadas a triple impacto (social, ambiental y económico); ciencia, tecnología e innovación; métodos y entornos de creación; cadena de valor y desarrollo de producto; distribución, comercialización y consumo; estrategias aplicadas al diseño; comunicación, posicionamiento y valoración.
La Fundación Bunge y Born y el British Council aunaron esfuerzos y desarrollaron una formación intensiva con el fin de potenciar habilidades de empresas y emprendedores nacionales.
Florencia Lovera y Wustavo Quiroga, desde Latinoamérica, fueron los curadores de esta primera edición, que además contó con la participación de la aceleradora Steamhouse (potenciada por Birmingham City University) para la programación de contenidos desde Reino Unido.
En esta primera edición se inscribieron más de 100 proyectos, de los cuales fueron seleccionados 15 emprendimientos, provenientes de áreas como diseño industrial y de producto, investigación y desarrollo de materiales diferenciados, moda y textil, artesanía contemporánea e interiorismo.
En las bases había dos condiciones: ser una empresa o emprendimiento argentino del sector diseño y creatividad y contar con más de tres años de trayectoria con propuestas de valor demostrables.
El programa tuvo una duración de seis meses y fue planificado en seis módulos en los que, a través de clases magistrales y mentorías impartidas por profesionales latinoamericanos y británicos, se buscó potenciar la capacidad emprendedora.
El primer módulo tuvo como eje “La riqueza de las economías creativas” y el equipo lationamericano organizó su ponencia en torno al panorama de las industrias creativas en América Latina y el Caribe; mientras que su par europeo centró su exposición en las industrias y la innovación creativa tomando como caso testigo Steamhouse.
Los siguientes módulos desarrollaron los temas en torno a procesos colaborativos, humanos, materiales y tecnologías; pensamiento lateral en métodos y productos; información y estrategias para entornos tecnodigitales; inteligencia artificial, humana y ambiental en el mundo actual.
El cierre del programa se desarrolló en vivo, en el ARTLAB del barrio de Chacarita, y el último módulo contó con la presencia de los diseñadores británicos Lucy Hardcastle y Patrick Stevenson, que presentaron “Diseño Exponencial, experiencias de impacto global”.
Además de las dos clases magistrales, las 15 empresas seleccionadas tuvieron la posibilidad de elegir entre diversos ejes temáticos para fortalecer áreas de su estructura y funcionamiento mediante el desarrollo de mentorías personalizadas.
María Sánchez, Sebastián Feinsilber y Sol Marinucci fueron los diseñadores argentinos que trabajaron con los emprendedores en las áreas de procesos de diseño, tecnología e innovación aplicada a la producción; desarrollo de productos interdiscipli
narios / desarrollo de biomateriales; estrategias de comunicación y posicionamiento, marketing digital, storytelling para redes sociales y pitching; plan de negocio para empresas vinculadas a la innovación y los ODS.
También en medición del triple impacto (social, ambiental y económico); consumo responsable; cadena de valor y desarrollo de producto; métodos y entornos de creación; estrategias de internacionalización (comercio exterior, logística, calidad de producto, comunicación).
Los participantes tenían como objetivo desarrollar un pitch, donde cada uno de los responsables de cada emprendimiento intentó convencer al jurado que debían ganar el capital para hacer crecer su proyecto. Una vez concluidas todas las presentaciones, realizadas en vivo ante un jurado de inversores, referentes de aceleradoras y universidades definieron el otorgamiento de tres fondos de Capital Semilla.
Cada uno de los ganadores quedó comprometido a ocupar la inversión recibida en el fortalecimiento del impacto positivo a nivel social y ambiental, y la implementación de nuevas tecnologías.
Las propuestas que recibirán el “capital semilla” son Caranday, Dacal y
ODA Biovajilla.
Claudia Santanera, en Caranday, trabaja con oficios, tradiciones ancestrales y técnicas artesanales que son transmitidas por generaciones. Su proyecto surge en 2017 con una investigación en torno a la cestería realizada con una especie de palma autóctona de las sierras centrales del país.
Dacal es un equipo colaborativo de ocho artistas, educadoras, realizadoras, productoras y diseñadoras. Recupera textiles fuera de circulación como materia prima para producir sastrería sustentable y crear trajes a medida de cinco piezas con 20 variables de modelos y una línea inclusiva que recupera telas de las décadas del 70 al 90.
El producto principal de ODA Biovajilla es un plato hecho a partir del descarte de café. La empresa nació como resultado de una tesis universitaria y tomó relevancia luego de presentar un MVP (producto viable mínimo) en el concurso Innovar. La buena aceptación los entusiasmó y, en su taller, desarrollaron producción propia y pudieron concretar las primeras ventas.
Además de estos tres proyectos que lograron obtener financiación, también hubo menciones especiales para Lola y Chango, Proyecto Mutan y Bambú Universo.