ARTE , VINO Y ARQUITECTURA
La saga mendocina sigue ocupando las páginas de ARQ. Pero como epílogo de esta editorial permítanme una introducción autorreferencial. Hace años se me ocurrió que era una buena idea reproducir en los terrenos del ex Mercado de Hacienda la experiencia campo. Con un equipo integrado por Horacio Baliero, Rubén Cherny y Marcelo Corti, entre otros, habíamos ganado la convocatoria que hicieron el Gobierno porteño y la FADU para proponer ideas para ese predio de unas 20 hectáreas que hoy está vacante por la mudanza del mercado a Cañuelas. La iniciativa no se llevó a cabo y dio lugar a otro concurso. Y finalmente nada pasó. El terreno sigue -peligrosamentedesocupado.
La historia viene a cuento de la obra que ocupa nuestra tapa, el Hotel Hualta. Un proyecto de Gabriel Japaz y Pablo Guerra que, con el mismo mecanismo con que pensamos el ex Mercado de Hacienda, intenta reproducir lo que sucede en los establecimientos vitivinícolas en las entrañas de un complejo hotelero en pleno Km 0 de la capital mendocina. Una diferencia no menor: ellos lo consiguieron.
Claro, detrás está Julio Camsem, el fundador del grupo Huentala Inversiones Hoteleras, quien aprovechó la crisis de 2001 como puntapié inicial para construir un polo hotelero y gastronómico que aspira convertirse en un distrito de arte, vino y gastronomía. Incluye tres hoteles de perfiles distintos: Hotel Hualta, recientemente inaugurado (el de más alta gama y arquitectura contemporánea), Huentala (de tipo boutique estilo francés) y el Sheraton (con formato americano). Los tres están unidos en sus halles de acceso y desembocarán en una gran plaza pública. “Compramos el terreno y en lugar de hacer otro edificio, elegimos que sea el pulmón verde de este polo hotelero y gastronómico. Y que sea de uso para todas las personas”, asegura Camsem, convencido de los beneficios de su aporte urbano. Hualta, en huarpe, significa “cima” o “cumbre”. Tiene 66 habitaciones, todas con balcones. Su arquitectura se caracteriza por una volumetría sólida y sencilla: un prisma de 8,50 metros de ancho por 45,50 metros de largo y 30 metros de alto, construido con un hormigón armado pigmentado y martelinado que aporta un fuerte carácter artesanal y remite a la tierra y a los colores y texturas de los paisajes de Mendoza. Sus interiores logran una atmósfera muy especial con el delicado sello de Luisa Yanzón.
Entre los tres hoteles del polo suman más de 500 obras de arte. “Diría que es más que una galería, casi un museo. Vino y arte es una combinación maravillosa”, opina Camsem.«