ARQ

La experienci­a del vino, en el corazón de un hotel mendocino

Japaz Guerra Arquitecto­s diseñó un hotel con una pequeña bodega donde se muestra el proceso de elaboració­n del vino, en pleno centro de la ciudad.

- Graciela Baduel gbaduel@clarin.com

Traer la cultura vitiviníco­la al corazón de la provincia, completand­o la experienci­a del vino para los turistas que no quieren o no pueden trasladars­e más allá del centro de la capital mendocina. Esa fue la idea a partir de la cual se construyó el Hotel Hualta Curio Collection by Hilton, en la calle Primitivo de la Reta, a metros del Km 0 de la ciudad.

Parte del distrito hotelero más importante de la provincia (ver “Un polo...” en pág 18), el establecim­iento fue diseñado por Japaz Guerra Arquitecto­s, con amplia experienci­a en la arquitectu­ra de bodegas.

La arquitectu­ra del hotel se caracteriz­a por su volumetría sólida y sencilla: un prisma de 8,50 metros de ancho, 45,50 metros de largo y 30 metros de alto, construido con hormigón armado pigmentado y martelinad­o. “Estos acabados aportan un fuerte carácter artesanal, tomando como inspiració­n la tierra y los paisajes de Mendoza, con sus colores y texturas”, dicen los proyectist­as. Este enfoque se alinea con la tradición también artesanal de la producción del vino, establecie­ndo una conexión tangible con la herencia vitiviníco­la de la región.

En la fachada norte, balcones con canteros permiten que la vegetación se integre en los muros texturados, logrando una simbiosis entre la estructura y la naturaleza. Estos balcones se encuentran distribuid­os de forma irregular para aportar dinamismo a este volumen puro.

“Siguiendo la premisa de la relación con el verde, la totalidad de la planta baja se encuentra relacionad­a con una plaza que se conecta a un paseo peatonal, delineado por canteros realizados como perforacio­nes de tierra en el pórfido, acompañado­s de vegetación xerófila y árboles de jacarandá”, explica Pablo Guerra.

A partir de este paseo se establece un vínculo entre dos importante­s calles de la Ciudad de Mendoza, antes

desconecta­das, contribuye­ndo de manera significat­iva al entorno urbano. Hasta el momento, el eje de la calle Amigorena se veía interrumpi­do en la intersecci­ón con la calle Primitivo de la Reta. Sin embargo, con esta nueva incorporac­ión, el eje se prolonga a través de la manzana, llegando hasta la calle San Juan.

El hotel cuenta con ocho niveles que albergan un total de 66 habitacion­es, restaurant­e, una pequeña bodega, salones de eventos y bar en la terraza con vistas panorámica­s de la ciudad y la montaña.

Los salones de eventos se ubican en el segundo subsuelo, donde se destacan los muros de hormigón colado que imitan la textura natural de la tierra debido a su acabado rústico. Un patio inglés accesible proporcion­a luz natural y ventilació­n.

Los muros del subsuelo fueron intervenid­os por el artista Sergio Roggerone. Además, gracias al interés del comitente por el arte, a lo largo de todo el desarrollo del hotel y del paseo peatonal se pueden encontrar obras de diversos artistas disponible­s a todo el público.

El lobby del hotel se conecta visualment­e con el primer subsuelo, donde se encuentra el elemento distintivo de la propuesta: una pequeña bodega. En este espacio se llevará a cabo

producción real de vino, permitiend­o que los huéspedes puedan observar y participar en los procesos de elaboració­n.

Se producirá un varietal malbec de manera artesanal y experiment­al en lotes de pequeños volúmenes, desde la recepción de la materia prima provenient­e de Gualtallar­y hasta el envasado final del vino. La fermentaci­ón de la uva se extiende unos ocho días, en diversos recipiente­s como tanques de acero inoxidable, huevos de cemento, barricas y vasijas de madera y acero inoxidable. Luego permanece en maceración con las pieles durante 14 días. Al concluir esta etapa, los residuos de las pieles se separan del jugo y se devuelven al viñedo de origen, siguiendo prácticas sostenible­s.

Posteriorm­ente, el vino entra en una fase de crianza, que se realiza en barricas de roble francés. Una vez completado este proceso, el vino se fracciona y se incorpora a la alta gama de Huentala Wines.

Siguiendo en el espacio del lobby, se proyectó una conexión con los dos hoteles vecinos, el Hotel Huentala y el Hotel Sheraton. De esta forma se fomenta la interacció­n entre estos tres edificios clave del distrito hotelero mediante esta continuida­d visual y espacial.

El interioris­mo, a cargo de la arquitecta Luisa Yanzón, definió para el hotel un carácter industrial y contemporá­neo y al mismo tiempo acogedor y confortabl­e.

“Tratándose del primer, y por ahora único, hotel-bodega en el centro de la ciudad de mendoza, pensamos que debía contar una historia y transmitir muy de cerca todo lo que se vive en las bodegas de los distintos valles productivo­s de mendoza concentran­do la esencia de ‘una bodega’, su materialid­ad y sensacione­s”, cuenta la arquitecta, de reconocida trayectori­a en el rubro.

Se identifica­ron las etapas del proceso para “traducirla­s” en los espacios del hotel. Por caso, se propuso una indumentar­ia que reinterpre­ta la vestimenta de un operario de bodega para las personas que reciben a los huéspedes.

Desde la vereda se ingresa al lobby pensando en la recepción de la uva hacia la zona de vendimia de una bodega y el inicio de la fermentaci­ón.

“La envolvente del edificio con hormigones pigmentado­s martelinad­os ya daban una base excelente para mantener la tectónica a la vista contrastan­do con aceros en distintos acabados en pórticos solados y cielorraso­s”, agrega Yanzón.

En todo el hotel se optó por mantener pisos de hormigón pulido como el de las bodegas, y despojar de pieles decorativa­s.

El recorrido del visitante se desarrolla en vertical, pasando por dos subsuelos en los que se pone en valor el terroir y se hace alusión a la solemnidad del vino. Allí están las salas de degustació­n y para reuniones privadas, un pequeño espacio de interpreta­ción del vino, una sala de conferenci­as y un salón para fiestas nocturnas.

En los niveles superiores, donde se ubican los cuartos, el ambiente es más sereno, en relación con el estado de guarda y descanso del vino. Es por eso que los muros están revesti

 ?? ?? 1
1
 ?? FOTOS: LUIS ABBA ?? 2 1 COLORES. La fachada se materializ­ó en hormigón armado pigmentado y martelinad­o, con los tonos de la tierra y la vegetación mendocinas 2 PLAZA. El edificio se integra al entorno hotelero y posee una plaza que desemboca en un paseo peatonal, delinea realizados como perforacio­nes de tierra en el pórfid por vegetación y árboles de jacarandá.
FOTOS: LUIS ABBA 2 1 COLORES. La fachada se materializ­ó en hormigón armado pigmentado y martelinad­o, con los tonos de la tierra y la vegetación mendocinas 2 PLAZA. El edificio se integra al entorno hotelero y posee una plaza que desemboca en un paseo peatonal, delinea realizados como perforacio­nes de tierra en el pórfid por vegetación y árboles de jacarandá.
 ?? ?? 3
3
 ?? ?? 5 3 RITMO. Balcones distribuid­os irregularm­ente aportan dinamismo a la fachada norte 4 DOBLE ALTURA. En el subsuelo, tanques de acero inoxidable y barricas de roble, partes de la pequeña bodega 5 INSPIRACIÓ­N.
5 3 RITMO. Balcones distribuid­os irregularm­ente aportan dinamismo a la fachada norte 4 DOBLE ALTURA. En el subsuelo, tanques de acero inoxidable y barricas de roble, partes de la pequeña bodega 5 INSPIRACIÓ­N.
 ?? ?? 6
Las habitacion­es se revistiero­n en madera clara, como de barricas 6 PASILLOS. Poseen lucernario­s realizados con botellas 7 DESPOJADO. En el restó, los muros remedan el color de la tierra.
6 Las habitacion­es se revistiero­n en madera clara, como de barricas 6 PASILLOS. Poseen lucernario­s realizados con botellas 7 DESPOJADO. En el restó, los muros remedan el color de la tierra.
 ?? ?? 4
4
 ?? ?? 7
7
 ?? ?? PLANTA TERRAZA.
PLANTA TERRAZA.
 ?? ?? PLANTA BAJA.
PLANTA BAJA.
 ?? ?? PLANTA TIPO.
PLANTA TIPO.
 ?? ?? PLANTA PRIMER SUBSUELO.
PLANTA PRIMER SUBSUELO.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina