LOS CONCURSOS Y LA INCERTIDUMBRE
A principios de noviembre se conoció el fallo del jurado para el Concurso Nacional de Anteproyectos Ciudad de la Ciencia, una intervención que busca ampliar la infraestructura del Polo Tecnológico, estratégicamente ubicado en el corredor de la avenida Juan B. Justo en Palermo. El primer premio correspondió al trabajo presentado por los arquitectos Guillermo Lesch y Leticia Alfaro, una dupla de “concurseros” que suele figurar en la nómina de ganadores en los fallos y que ocupa el séptimo puesto en el ranking de Excelencia ARQ 2023, categoría Voces Emergentes y Generación Intermedia. Haciendo un poco de archivo, surge que Alfaro y Lesch vienen con una buena racha en los concursos últimamente. Alcanzaron el primer puesto en el llamado a ideas para construir un memorial para las víctimas del coronavirus en Parque Patricios, en 2022.
Antes, en 2019, su propuesta para urbanizar 300 metros de costa en Marazul, respetando el médano y fomentando una relación entre el paisaje y lo construido, también mereció el primer premio del jurado.
Pero este último, el de la Ciudad de la Ciencia, tiene un condimento: es vinculante y eso cambia notablemente el panorama para los ganadores. De hecho, en la ceremonia de premiación, Alfaro agradeció al Ministerio de Ciencia por hacer el concurso de forma vinculante ,“porque eso no solo pone en valor nuestro trabajo sino que también garantiza la continuidad del proyecto”. Por entonces, aún no se conocía el resultado del balotaje.
El tiempo dirá si se llevarán adelante estas obras para sumar áreas de exhibición de la ciencia, espacios de trabajo e innovación, auditorio y áreas complementarias (pág. 16). Buscando un ejemplo de continuidad de una obra entre gestiones de distinto signo político, La 0.3 (pág. 10) en la que Jorge Iribarne destaca el legado de Rafael Viñoly da una respuesta: el proyecto para el Pabellón Cero + Infinito de la Facultad de Ciencias Exactas en la Ciudad Universitaria.
“Integridad, intensidad, inteligencia, son palabras que a mi juicio reflejan bien su personalidad y actitud frente a la profesión”, dice Iribarne sobre su colega. Y cierra:“rafael sostenía que todos aspiramos a hacer cosas bellas, pero la arquitectura está más cerca del oficio que del arte, al que solo se llega en obras excepcionales”. «