Propuesta urbana de llenos y vacíos en torno a patios
Juan Ignacio Bechini Marchi, Macarena García y Florencia Rocha plantean un conjunto edilicio que incluye un centro de investigación y otro formativo junto a un conjunto de viviendas, pensado con tecnología apropiada para la región.
Bajo la noción de sistema, el proyecto ubicado en Catamarca se diagrama en torno a centros estratégicos que determina un orden y su trama, dotando a las partes de significados particulares y, sin embargo, indivisibles de la estructura integral.
El conjunto edilicio cuenta con un centro de investigación y otro formativo, junto a un conjunto de viviendas. Responde a una construcción rápida con un estudio pormenorizado de los fuertes vientos de la zona, del aire seco, las temperaturas medias bajas y las lluvias escasas.
Las jerarquías están dadas por los espacios comunes. Los de recreación y encuentro definen morfológicamente las plantas y dan carácter al conjunto. Relacionándose desde una perspectiva háptica con el entorno, se optó por la construcción de muros de ladrillo de adobe, prefabricados en la zona, y bóvedas, junto con una estructura metálica que permite la construcción en seco del sistema y su etapabilidad.
La entrada al complejo, por la Ruta 40, junto al ingreso del edificio que atiende al programa de investigación, permite un fácil acceso a los trabajadores. En tanto que los accesos a las viviendas se dan al oeste, contenidos por los edificios públicos y comunicados por calles internas que propician la circulación peatonal.
Los programas recreativos lindan con un paseo peatonal que cose el conjunto, bordeado por una barrera forestal rompevientos.
El jurado unánimemente valoró este trabajo por la sensibilidad general de su respuesta al programa y al paisaje catamarqueño, utilizando una tecnología muy apropiada para la región y la tradición constructiva.
El conjunto se articula con una trama que le da orden y propuesta urbanística, llenos y vacios en torno a patios de vida y recreación. El centro de Investigación y el centro de Formación acompañan en cada extremo del conjunto a las viviendas, generando un todo uniforme y con una expresión arquitectónica unificadora.
Se enriquece esta propuesta con una imagen fuerte, serena y muy poética, resultado de la combinación de muros de adobe moldeados en el lugar con bóvedas ladrilleras, estructuradas con perfilería metálica, como dice la memoria, dando agilidad y posibilidad de ampliaciones en futuro.
Para el jurado, es muy meritorio haber resuelto en Catamarca una propuesta con tanta escala humana y respeto por sus posibilidades constructivas tradicionales, que tienen la lógica de sus paisajes y su clima. “En un dibujo se muestra la silueta del proyecto recortado sobre la cordillera, y se ve muy bien integrado al paisaje. Es muy valorable esta actitud de los proyectistas haciendo excelente arquitectura, genuina y autentica en nuestra tierra”, concluye.