Un mercado estable a pesar de la crisis económica
Tanto la oferta como la demanda se centraron lanzamientos en el segmento premium. Además, hubo mucha actividad en countries y barrios cerrados. Los precios acumularon una caída de más del 45%, y en términos reales se pusieron a valores del 2003-2004.
A pesar de la crisis económica, el mercado cierra un año con un saldo positivo, en especial, por la cantidad de lanzamientos. Las ventas, en tanto, se mantuvieron estables y se centraron en productos premium en CABA, y en countries y barrios cerrados del Gran Buenos Aires.
“El año registró un nivel de actividad satisfactorio en la construcción privada. Hay muchas obras en marcha en toda la Argentina. En general, esto se explica por la posibilidad de invertir pesos ociosos en ladrillos, para protegerse de la alta inflación y porque el costo de construcción está históricamente barato en dólares”, sintetiza Damián Tabakman.
El presidente de la Cámara de Empresarios y Desarrolladores Urbanos (CEDU) describe que “este año se terminaron de rematar los lotes de Tiro Federal, lo cual va a dar lugar a un área nueva, moderna y pujante. El corredor Norte de CABA siguió consolidándose y sus alrededores recibieron el desborde de ese mismo crecimiento. En lo suburbano, la zona más caliente fue y sigue siendo Canning”.
A partir de la pandemia, el producto estrella ha sido el country. “Hoy la gente prefiere vivir en una casa, tener verde, más espacio interior y lugares de esparcimiento y deportes. La llegada de la tecnología y el teletrabajo, que van penetrando cada vez más, hicieron que esto paulatinamente sea más posible. Es un cambio lento pero que se viene dando sobre todo en el corredor Norte del GBA”, dice . No creo que haya retorno en esta tendencia que es mundial, agrega Germán Gómez Picasso, unos de los titulares de la plataforma Reporte Inmobiliario.
“Los barrios cerrados tuvieron un notable desempeño en ventas, posiblemente impulsado por el cambio profundo que se produjo pospandemia, y que llevó a muchas personas a reconsiderar sus valores y prioridades”, dice Esteban Edelstein Pernice.
El director de Castex asegura que “esto condujo a un creciente interés en localidades suburbanas como Ezeiza, Tigre, San Vicente, Pilar o Hudson, entre muchas otras, donde las familias buscaron una vida con más bienestar, deportes y naturaleza, alejada de la contaminación y el confinamiento de la ciudad. Y esta tendencia continúa en curso”.
En la Ciudad de Buenos Aires los barrios de Chacarita y Colegiales crecieron mucho. “Junto con Palermo, conformaron una especie de triple frontera muy buscada por familias jóvenes. Sus renovados proyectos inmobiliarios, polo gastronómico, crecimiento comercial, espacios verdes y conectividad con el resto de la ciudad los volvieron muy atractivos”, señala Ariel Champanier.
El CEO de Re/max Premium agrega que “el barrio River también se consolidó con los emprendimientos premium que están construyendo. A diferencia de lo que sucede con otros estadios, el impacto fue prácticamente nulo en cuanto a las contras que podría tener. De hecho, se convirtió en un lugar aspiracional para cierto segmento del mercado”.
También fueron muy valorados las zonas con mejor calidad ambiental en desmedro de barrios tradicionales de muy alta densidad.
La sustentabilidad fue otro de los temas clave de los nuevos desarrollos. La necesidad de acortar esa brecha entre las energías renovables y no renovables es fundamental en todas las industrias, incluido el real estate. Se comienzan a implementar sistemas como la aerotermia y geotermia, que reducen el 75% el consumo de energía en un edificio o vivienda particular.
También apareció el etiquetado de eficiencia energética en los departamentos y en las áreas comunes.