ESPACIOS Y FUNCIONES QUE SE ADAPTAN A LA TOPOGRAFÍA DEL TERRENO
Casa GV. En Costa Esmeralda, el proyecto de DFS Estudio es una apropiación consciente y respetuosa del hermoso paisaje de praderas y pinares.
DFS Estudio desarrolló la Vivienda GV en el Barrio Deportivo de Costa Esmeralda, en Pinamar. El lote posee vistas panorámicas y una pendiente acentuada, dos características que tomaron en cuenta los proyectistas para sacar el mayor provecho.
“Este diseño se ha concebido aprovechando al máximo la exposición solar y las vistas, transformándose en una verdadera obra de arte que se integra armoniosamente en un paisaje único de praderas y pinares”, describen los autores.
La estrategia principal del proyecto “se basa en un constante diálogo con su entorno, utilizando de manera óptima los espacios y funciones que se adaptan a la topografía del terreno”, siguen los arquitectos.
Una de las iniciativas fue potenciar las áreas públicas para lograr una integración fluida entre la sala de estar, el comedor, la cocina y la galería. Entre todos, forman un solo espacio que se abre hacia un lounge con fogonero. Más allá, una piscina de desborde finlandés se fusiona con el paisaje de pinos circundante.
Según los autores, “el proyecto se distingue por su cálido diseño, convirtiendo la arquitectura en un recorrido lleno de momentos destacados”. Entre ellos, destacan “los escalones flotantes, los muros curvos, un puente, un fogonero y una piscina finlandesa, donde cada elemento ha sido cuidadosamente considerado y potenciado en este conjunto arquitectónico”.
“La Vivienda GV es más que una construcción; es una apropiación consciente y respetuosa del hermoso paisaje que sirvió de inspiración desde el primer día”, resumen los arquitectos. «