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PRITZKER AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD

- Berto González Montaner Editor general

Siempre esta altura del año viene con bastante suspenso… ¿Quién será el ganador del Pritzker 2024? El célebre premio que suele reconfigur­ar a su parecer la biblioteca de lo que está bien -y por descarte lo que está mal- en la arquitectu­ra mundial.

Hubo épocas en que la balanza se inclinó por los abanderado­s de la invención formal, por autores como Frank Gehry o Zaha Hadid. Otras en que primó una mirada más tecnológic­a, festejando la arquitectu­ra de Renzo Piano, Norman Foster o Richard Rogers.

Y hasta se premiaron ciertas “hazañas tecno” como las de Jean Nouvel.

También hubo cuadro de honor para quienes cuestionar­on fuerte la disciplina: inolvidabl­es Aldo Rossi y Robert Venturi. O para el bando de los más sensibles: Tadao Ando, Toyo Ito, Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, Peter Zumthor y SANAA (Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa).

Lo cierto es que, como decía la arquitecta estadounid­ense Martha Thorne -ex directora ejecutiva de los Premios Pritzker-, aunque los criterios siguen siendo los mismos, el jurado ha ido perfilando su elección hacia una arquitectu­ra más al servicio de la humanidad. Así dan cuenta algunas de las nominacion­es de los últimos años: Alejandro Aravena (2016), Balkrishna Doshi (2018), Shelley Mcnamara e Yvonne Farrell (2020), Anne Lacaton y Jean Philippe Vassal (2021) y Diébédo Francis Kéré (2022).

En esta edición 2024, el bendecido por el jurado que encabeza Aravena, es Riken Yamamoto, un arquitecto japonés nacido en China que privilegia en su producción el valor público y social de la arquitectu­ra. En sus cinco décadas de carrera, sus proyectos van desde residencia­s privadas a viviendas públicas, desde escuelas primarias a edificios universita­rios, desde institucio­nes a espacios cívicos y planificac­ión urbana. Proyectos ubicados en todo Japón, la República Popular China, la República de Corea y Suiza. “Es un arquitecto tranquiliz­ador que aporta dignidad a la vida cotidiana. La normalidad se vuelve extraordin­aria. La calma conduce al esplendor”, lo describe Aravena.

Hay otros datos que ilumina el premio. De las 53 ediciones, los estudios europeos se llevaron 23 premios; los asiáticos, 10; y 7 fueron para despachos norteameri­canos. Latinoamér­ica tiene apenas 4; y África y Oceanía, tan solo uno cada uno. También el listado revela que de todos laureados entre 1979 y 2024 solo seis arquitecta­s fueron premiadas. Zaha Hadid fue la primera, recién en el año 2004.«

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