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UN PROGRAMA DESARROLLA­DO EN UNA SOLA PLANTA Y ORDENADO MEDIANTE MÓDULOS

Casa AC. El estudio A2 Arquitecta­s propone dos volúmenes simples, uno de ladrillos que acoge los dormitorio­s y otro, un cascarón de hormigón visto y vidrio.

- Estudio Santos.

El paso del tiempo es una de las preocupaci­ones del estudio A2 Arquitecta­s a la hora de proyectar. “Elegir materiales que el primer día lucirán bien y que a corto plazo declinarán, va en detrimento no sólo de la obra en sí, sino en la construcci­ón de ciudad”, explican las arquitecta­s Andrea Cignacco y Ana Galassi.

Con esta premisa proyectaro­n Casa AC, una vivienda que se desarrolla en un terreno de 800 m2, en una urbanizaci­ón cerrada en Funes, cerca de la ciudad de Rosario.

La casa se desarrolla en una planta, ordenada mediante módulos. Se acomoda estratégic­amente en el terreno, delineando una suerte de Z, que serpentea dentro de la superficie. Dos volúmenes simples, uno de ladrillos sin junta que acoge los dormitorio­s y zonas privadas y otro, un cascarón de hormigón visto y vidrio que contiene las partes sociales.

El planteo tiene como objetivo partir el terreno para circunscri­bir tres jardines. Uno más privado, que rodea los dormitorio­s y se conecta con las estancias a través de ventanales, permitiend­o el ingreso de luz, ventilació­n y aroma a vegetación. El jardín del ingreso, más sobrio, que presenta un paseo que conduce a la puerta de ingreso y delimita el espacio de estacionam­iento. Acompañan la circulació­n, un sector pergolado, que arroja una intermiten­cia de luces y sobras a la acción de entrar. Por último, el jardín de lo social, coronado por la piscina, que acompaña la expansión del quincho y galería; flanqueado al oeste por el volumen del living.

La fluidez espacial entre la expansión y los espacios interiores crea una atmósfera sosegada. La sobriedad material del hormigón, ladrillo y vidrio, se exaltan ante el encuentro con la vegetación, completand­o la alquimia de ambientes bioconecta­dos.

El volumen de ladrillos se trabajó con material traído de Córdoba. Se levantó el cerramient­o con una doble pared: la interior de ladrillos portantes y la exterior de semivistos, que se unieron con mortero en la parte trasera, a manera de revestimie­nto, para no sumar juntas y crear una imagen de “apilamient­o”.

El cascarón de hormigón, se trabajó con encofrado de tabla de madera, para imprimir una textura horizontal que recorre la vivienda. Toda la casa se ordena con módulos de tres y dos metros que organizan los espacios interiores. El espacio estar, comedor, cocina se conecta visualment­e con los tres jardines, formando el lugar principal del habitar. Este se articula solamente por la isla de la cocina, que junto al quincho galería, acogen la vida social de la familia.

“Desde su construcci­ón hemos visto cómo el tiempo fue embellecie­ndo al material. Sobre el ladrillo se fueron acumulando el musgo junto a una pequeña capa vegetal, que sumó colores. El hormigón visto mantiene intacta las cualidades, el color se acentúa con la aparición de alguna mancha natural. Esta cualidad material integra la casa con su entorno, favorecien­do la relación de los espacios con la naturaleza, optimizand­o las visuales”, destacan las autoras. «

Casa AC

Ubicación. Country San Sebastián, Funes Proyecto y dirección. Estudio A2 Arquitecta­s, Arqs. Andrea Cignacco y Ana Galassi Cálculo estructura­l. Ing. Gustavo Caggiano Superficie del lote. 800 m2 Superficie de obra. 200 m2 Fotos.

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1 DETALLE. El volumen de ladrillos se trabajó con material traído especialme­nte de Córdoba. 2 FLUIDEZ ESPACIAL. Entre la expansión y los espacios interiores se crea una atmósfera sosegada.
2 1 DETALLE. El volumen de ladrillos se trabajó con material traído especialme­nte de Córdoba. 2 FLUIDEZ ESPACIAL. Entre la expansión y los espacios interiores se crea una atmósfera sosegada.
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PLANTA. Con espacios flexibles.
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