El Bazo
Forma parte del sistema linfático y es el centro de actividad del sistema inmune.
Es un órgano de tipo parenquimatoso presente en casi todos los vertebrados. Su función principal es la destrucción de células sanguíneas rojas viejas, producir algunas nuevas y mantener una reserva de sangre.
El bazo humano es aplanado, oblongo y muy friable. Se sitúa en el cuadrante superior izquierdo de la cavidad abdominal, relacionado con el páncreas, el hemidiafragma y el riñón izquierdo. Aunque su tamaño varía de unas personas a otras suele tener una longitud de 12 cm, un ancho de 8 cm y un grosor de 4 cm así como un peso de 200 g aproximadamente.
Ubicación
Es el mayor de los órganos linfáticos, está peritonizado, se sitúa habitualmente en el hipocondrio izquierdo de la cavidad abdominal, detrás del estómago
y debajo del diafragma, unido a él por ligamento frenoesplénico. El bazo está sujeto por bandas fibrosas unidas al peritoneo (la membrana que reviste la cavidad abdominal). Se relaciona posteriormente con la 9°, 10° y la 11° costilla izquierda. Reposa sobre la flexura cólica izquierda o ángulo esplénico del colon unido a éste por el ligamento esplenomesocólico y hace contacto con el estómago por el epiplón gastroesplénico así como con el riñón izquierdo. Está irrigado principalmente por la arteria esplénica, rama terminal del tronco celíaco. Dicha arteria se divide en 2 ramas, una superior y otra inferior, luego de ingresar al órgano a través del hilio, estableciendo así un criterio de segmentación esplénica.
Función
Funciones inmunitarias
Inmunidad humoral y celular: hace setenta años se notificó una mayor predisposición a una infección de gravedad tras haberse realizado la extirpación del bazo, pero no sería hasta el año 1952 cuando se comenzaron a obtener pruebas concluyentes. En la actualidad, se conoce que el bazo es sumamente importante en la inmunidad tanto humoral como celular. Los antígenos son filtrados desde la sangre circulante y se transportan a los centros germinales
del órgano, donde se sintetiza inmunoglobulina M. Además, el bazo es fundamental para la producción de opsoninas tuftina y propertina, que cobran importancia en la fagocitosis de las bacterias con cápsula.
Funciones hemáticas
Hematopoyesis: durante la gestación, el bazo se caracteriza por ser un importante productor de eritrocitos glóbulos rojos en el feto. Sin embargo, en los adultos esta función desaparece reactivándose únicamente en los trastornos mieloproliferativos que merman la capacidad de la médula ósea para producir una cantidad suficiente.
Maduración y destrucción de los glóbulos rojos (Hemocateresis esplé
nica): en el bazo se produce el moldeo de los reticulocitos hasta que se forman discos bicóncavos, así como se produce la eliminación de los glóbulos rojos viejos, anómalos o que se encuentran en mal estado. Cuando por diferentes motivos, el bazo tuvo que ser extirpado, los eritrocitos anormales que en presencia del órgano habrían sido destruidos aparecen presentes en la sangre periférica; encontrándose entre ellos, dianocitos y otros elementos con inclusiones intracelulares; esta función es retomada por el hígado y médula ósea. A pesar de que la función del bazo en el ser humano no consiste en el alma
cenamiento de eritrocitos, es un lugar clave para el depósito de hierro y contiene en su interior una parte considerable de las plaquetas y macrófagos disponibles para pasar al torrente sanguíneo en el momento que sea necesario.
El bazo es parte del sistema inmunológico y del sistema circulatorio humano que acompaña a los capilares, vasos, venas y otros músculos que tiene este sistema.
Exploración
Sólamente el polo inferior del bazo es palpable y solo en situaciones en que esté agrandado o empujado hacia abajo. En situaciones normales, por lo general, el bazo no es palpable en adultos. En la exploración del bazo, se busca identificar el tamaño y la consistencia del órgano.
Posición
El bazo se explora con el paciente acostado boca arriba, posición conocida como decúbito supino y el examinador a la derecha del individuo y se le pide que respire normalmente. Se obtienen mejores resultados durante la palpación si el paciente coloca su mano derecha debajo de su cabeza, en la región occipital.
Una alternativa es la llamada posición de Schuster en la que el individuo se recuesta sobre su flanco derecho, con su pierna izquierda flexionada sobre su pierna derecha extendida y su mano izquierda abrazando la parte posterior de su cuello. El examinador se sitúa a la izquierda del examinado para más comodidad en la palpación del bazo. La desviación del hombro se puede
evitar colocando el brazo del examinado sobre su abdomen en lo que se denomina posición de Naegeli, manteniendo todos los demás detalles de la posición de Shus
ter. El cambiar de una posición a otra puede no resultar ventajosa, si se tiene experiencia o éxito con una modalidad por sobre la otra.
Percusión
Comenzando desde el 4.º espacio intercostal, se percute siguiendo la línea axilar media y luego la línea axilar anterior. Esa es un área con sonoridad pulmonar consciente. Al pasar por el 9º espacio intercostal, la sonoridad pulmonar comenzará a ser sustituida por un área de submatidez que se extiende hasta el espacio intercostal número 11. Esa zona de submatidez, donde se pierde la sonoridad pulmonar, corresponde con la localización del bazo y no debe por lo general extenderse más de 5 cm, ni debe sobrepasar a la línea axilar anterior.
Esplenectomía
La esplenectomía, que es el término médico usado para referirse a la extirpación quirúrgica total o parcial del bazo cuando este se encuentra dañado por diversos motivos, puede realizarse por medio de dos técnicas quirúrgicas diferentes: por medio de la extirpación abierta o por medio de la extirpación laparoscópica.
En la primera de ellas, el cirujano procede a la realización de una incisión en el medio o en el lado izquierdo del abdomen, concretamente debajo de las costillas. Tras localizar
el órgano, el cirujano lo extirpará (en el supuesto caso de que la persona intervenida se encuentre recibiendo tratamiento para el cáncer, cabe la posibilidad de que los ganglios linfáticos abdominales sean extirpados también). Una vez que el equipo médico al cargo de la operación certifica que no existe ningún tipo de sangrado en el abdomen, se sutura la incisión.
Esplenomegalia
Es un agrandamiento patológico del bazo o estructura esplénica más allá de sus dimensiones normales (11 cm). También podría considerarse en función del peso (peso normal en un adulto, en los hombres: 80-200 gramos, en las mujeres: 70-180 gramos, con un promedio de 150 gramos).
Hay que diferenciar este término respecto de “hipertrofia del bazo”, que es el aumento de tamaño del bazo pero sólo a expensas de los componentes normales del órgano.
¿Cuales son los mecanismos mediante los cuales el bazo enfermo provoca trastornos?
La lista de enfermedades que pueden afectar al bazo es muy numerosa. Sin embargo, los mecanismos de enfermar son compartidos por muchas de ellas y pueden reducirse a tres:
Esplenomegalia:
Consiste en el aumento de tamaño del bazo. Es uno de los grandes signos patológicos, si bien de origen muy diverso.
Hiperesplenismo
Se conoce de este modo a la asociación de los siguientes hechos: Disminución de las células sanguíneas, una o más. Si disminuyen todas las células sanguíneas (hematíes, leucocitos y plaquetas) se habla de pancitopenia.
Hipoesplenismo
Consiste en la disminución o anulación de las funciones del bazo. Puede ocurrir tras extirpación quirúrgica del bazo, por la existencia de múltiples infartos que prácticamente hagan desaparecer el tejido esplénico, como en la drepanocitosis y por mecanismos desconocidos como en la enfermedad celiaca y colitis ulcerosa.
¿Cómo saber o confirmar que nos encontramos ante una enfermedad o proceso que esté afectando el bazo?
La exploración clásica del bazo se realiza básicamente mediante la palpación.