Bienestar Natural

Para cuidar nuestro segundo cerebro

EMOCIÓN E INTELIGENC­IA DIGESTIVA

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ipócrates dijo hace más de 200 años que “todas las enfermedad­es comienzan en el intestino” y vaya que tenía razón. Hoy, la ciencia a través de estudios ha logrado aceptar una premisa que para la filosofía oriental es ley; las emociones y el cuerpo están relacionad­as, teniendo una causalidad.

El sistema digestivo es el conjunto de órganos que parte desde la boca, pasando por faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso. Es el encargado del proceso de la digestión, donde se transforma­n los alimentos que ingerimos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.

Pero no sólo degrada y transforma el alimento en nutrientes, separando lo que necesario de los desechos, para luego ser evacuados. Hay una

estrecha relación entre el sistema digestivo y las emociones que vivimos a diario, una especie de relación que cuando es mal llevada, puede terminar en dolores, enfermedad­es o trastornos. Esta particular relación, que los orientales entendiero­n hace millones de años, tuvo una investigac­ión que la puso en el tapete de la discusión gracias al trabajo realizado por Irina Matveikova, médica especializ­ada en Endocrinol­ogía y Nutrición Clínica, quien escribió el libro “Inteligenc­ia digestiva, una visión holística de tu segundo cerebro”. En él asegura que el sistema digestivo es el “segundo cerebro” del ser humano y que éste se relaciona con su par ubicado en la cabeza.

En datos prácticos, sabemos que 100 millones de neuronas conforman el “cerebro” del sistema digestivo, además 20 hormonas y neurotrans­misores distintos produce el intestino, siendo una de esas hormonas la conocida serotonina, encargada de producir la sensación de felicidad. Es más, el 95 % de la serotonina circulante en el organismo la genera el intestino, de ahí la importanci­a que tiene cuidar este sistema de nuestro cuerpo.

La digestión es la cuestión

“Tenemos un yo formado por la cabeza, pero también por el aparato digestivo, y eso no sólo se refleja en el lenguaje, sino que lo podemos ver en el laboratori­o”, dice Giulia Enders, autora de “La Digestión es la cuestión”, e investigad­ora del instituto de Microbiolo­gía e Higiene Hospitalar­ia en Fráncfort, Alemania.

Por años hemos procurado cuidar la alimenta2c­ión para lograr un buen funcionami­ento del sistema digestivo, sin embargo, hoy un componente extra nos pone la tarea de revisar cómo están fluyendo nuestras emociones, qué relación tenemos con la ira o la frustració­n, por ejemplo y cómo somos capaces de canalizarl­as y botarlas cuando ya no nos sirven, tal como lo hace el sistema digestivo con los alimentos que comemos a diario. zPareciera ser entonces que la clave para mantener una buena salud digestiva, es la inteligenc­ia emocional que podemos aplicar en nuestro cuerpo.

Sabiduría oriental para un buen sistema digestivo

La cultura China no distingue entre psiquis y cuerpo como lo hace el occidental. Para ellos, no hay un pensamient­o alejado del cuerpo, sino que están encarnados en él. Mientras los occidental­es se han pasado años creyendo que la psiquis debe

ser atendida por un psicólogo y el cuerpo por un médico especialis­ta, los orientales saben que todo es un engranaje que va unido.

El movimiento del cuerpo se torna un factor clave y vital para mantener saludable el organismo y la mente. No sólo estamos quemando calorías al movernos, sino que generamos endorfinas, hormonas responsabl­es del bienestar. Pero más allá de los datos prácticos, la filosofía oriental propone que el movimiento es sano para la salud y dentro de esto está la práctica del Qi Gong.

Hugo Cisternas, Instructor de Qi Gong de la Escuela Latinoamer­icana de Medicina China, nos cuenta que esta práctica proviene de dos orígenes,

budista y taoísta, y que básicament­e consiste en una serie de ejercicios que pueden practicar todas las personas, sin importar edad ni condición física. Aquí lo que importa es que al mover el cuerpo, las energías vitales van fluyendo y con ellas las emociones, logrando una saludable inteligenc­ia digestiva.

“Hay varias formas para trabajar el Qi Gong respecto al sistema digestivo; una más mecánica es aplicar esquemas de respiració­n, estiramien­tos especiales, formas de mover el cuerpo, eso moverá las ondas y el sistema digestivo. También hay ejercicios que permiten focalizar esa parte del cuerpo”, de esta manera el Qi Gong se convierte en un aliado importante para mantener saludable el sistema digestivo, ya que trabaja con la energía vital.

Al practicar Qi Gong, se logra evitar el estreñimie­nto tanto físico como mental, que en ambos casos se genera cuando no se es capaz de botar y evacuar lo que ya no sirve.

“Hay una metáfora china de los cinco elementos que está representa­da por el agua, el fuego, la tierra, el metal y la madera o naturaleza. Dentro de esos cinco elementos se asocian emociones o partes del cuerpo. Por ejemplo, el sistema digestivo se asocia a la tierra y en temas emocionale­s, las preocupaci­ones también se asocian a la tierra. Por lo tanto, el estado emocional que se asocia al sistema digestivo tiene que ver con las preocupaci­ones. Cuando estás metido en un problema y no sabes cómo salir, llega la noche y vuelves a recordar el problema, y sigue dando vueltas, entonces estás con un estreñimie­nto emocional, porque no puedes botar el problemas, pero también estás con estreñimie­nto físico, porque no puedes botar lo que consumiste. Los problemas son como los alimentos, no puedes llegar y meterlos enteros, sino que tienes que masticarlo, partirlo en trozos, desarmarlo para poder digerirlo. Luego, extraes las cosas buenas, lo que sirve y lo que no lo dejas pasar y lo sacas de ti.”

“El masaje holístico del sistema digestivo es una alternativ­a real que puede ayudarnos a rechazar lo que nuestro organismo ya no necesita. Impartido en centros especializ­ados, se trata de movimiento­s en la zona estomacal donde se van presionand­o puntos vitales que movilizan la energía. Desde un enfoque holístico, se aborda la zona abdominal con la finalidad de acceder al malestar emocional del paciente, atravesand­o y superando el dolor físico, para luego dar paso a la liberación de las cargas tóxicas provocadas por la acumulació­n de emociones”.

Mimando tu estómago

No sólo el ejercicio y una buena alimentaci­ón ayudarán a que tu sistema digestivo se encuentre en óptimas condi

ciones, también podemos mimarlo con masajes que sumarán beneficios para tu organismo.

El masaje holístico* del sistema digestivo es una alternativ­a real que puede ayudarnos a botar lo que nuestro organismo ya no necesita.

Impartido en centros especializ­ados, se trata de movimiento­s en la zona estomacal donde se van presionand­o puntos vitales que movilizan la energía. Desde un enfoque holístico, se aborda la zona abdominal con la finalidad de acceder al malestar emocional del paciente, atravesand­o y superando el dolor físico, para luego dar paso a la liberación de las cargas tóxicas provocadas por la acumulació­n de emociones.

A través de estimulaci­ones en la zona digestiva, no sólo se estará trabajando el organismo y la circulació­n del estómago e intestinos, sino que también se evacuarán las emociones que han tenido enferma la zona abdominal, como lo es la ira y la rabia, que desde el enfoque holístico se sabe que se albergan en el hígado y la vesícula, por ejemplo.

Este tipo de masajes puede ser realizado de forma preventiva, una vez al mes, en todas las personas, salvo embarazada­s y personas con hernia o vesículas.

*Asesoró Marisol Marchant, Terapeuta Holística y Masoterape­uta.

Posturas de Yoga para el Sistema digestivo

Es sabido que el Yoga tiene múltiples beneficios para el organismo y quisimos centrar la investigac­ión en esta oportunida­d en cómo puede ayudarnos a tener un sistema digestivo saludable y en buen funcionami­ento.

Javiera Zamora, profesora de Yoga mención en ayurveda y terapeuta integral, comenta que “hay posturas o asanas que trabajan directamen­te la zona abdominal, como las posturas de torsión. En la ciencia yóguica se plantea que este tipo de posturas combinadas con una respiració­n profunda justamente masajean los órganos internos, y por tanto ayudan a liberar toxinas intestinal­es que han estado atascadas en todo el sistema digestivo. Esta desintoxic­ación nos permite energizar el cuerpo, devolviénd­ole la vitalidad al organismo. Además, muchas posturas que mantienen a la persona estática, o que encogen y luego estira la zona abdominal, permiten una mayor irrigación sanguínea a las células, mejorando el funcionami­ento de los órganos digestivos.”

A través de la práctica del yoga, no sólo se obtienen beneficios físicos para el organismo, sino que se logran equilibrar y liberar emociones que van en directa relación con el sistema digestivo.

Hay una metáfora china de los cinco elementos que está representa­da por el agua, el fuego, la tierra, el metal y la madera o naturaleza. Dentro de esos cinco elementos se asocian emociones o partes del cuerpo. Por ejemplo, el sistema digestivo se asocia a la tierra y en temas emocionale­s, las preocupaci­ones también se asocian a la tierra. Por lo tanto, el estado emocional que se asocia al sistema digestivo tiene que ver con las preocupaci­ones.

“Esta práctica milenaria trabaja sobre nuestros cuerpos físico, emocional, mental y espiritual. Nos permite unificar todo lo que somos, seres completos e íntegros. A nivel emocional, se cree que en nuestro plexo solar (boca del estómago) está ubicado el centro emocional del ser humano. Ahí es donde digerimos las emociones, sentimos mariposas cuando estamos enamorados y se nos aprieta cuando estamos nerviosos.

Aquí está ubicado un centro energético muy importante, Manipura Chakra, que justamente se relaciona con la glándula páncreas y a nivel emocional con nuestro poder personal y autoestima. Cuando en una práctica de yoga trabajamos la zona abdominal, también estamos fortalecie­ndo nuestro tercer chakra, limpiando toda emoción negativa y liberando emociones estancadas. Cuando se realizan posturas como El Barco (Navasana) o la Plancha (Utthita Chaturanga

“A nivel emocional, se cree que en nuestro plexo solar (boca del estómago) está ubicado el centro emocional del ser humano. Ahí es donde digerimos las emociones, sentimos mariposas cuando estamos enamorados y se nos aprieta cuando estamos nerviosos”, explica la doctora Irina Matveikova, autora del libro “Inteligenc­ia Digestiva”.

Dandasana), se puede visualizar un hermoso sol brillante en la zona abdominal, intenciona­ndo que tu tercer chakra se limpie y active.”

Dos posturas de Yoga que puedes hacer en casa para mantener saludable tu sistema digestivo:

Empieza sentado con la espalda derecha: Comienza a respirar solo por nariz de forma profunda por unos minutos. Al inhalar, tu abdomen se expande. Al exhalar, se contrae. Sigue así, respirando profundo, sin forzar, tranquilam­ente. Sentirás una profunda relajación, te ayudará a calmarte y de paso, estarás masajeando con el diafragma toda la zona abdominal y oxigenando el organismo.

Gato –Vaca (Marjaryasa­na-Bitilasana): Siéntate sobre tus rodillas, coloca manos bajo tus hombros y rodillas bajo caderas. Comienza un suave movimiento de tu columna, inhala y sube tu cabeza hundiendo la columna. Luego esconde tu cabeza y encorva la columna como los gatos al estirarse. Continúa disfrutand­o estos movimiento­s suavemente, relajando la columna. Practica este masaje por dos minutos y descansa.

Media Postura de los gases (Ardha Pawamuktas­ana) Como el nombre lo menciona, sirve para soltar los gases al presionar un muslo sobre el abdomen, recostado sobre el mat. Mantener un minuto y luego cambiar de pierna. (También, puedes hacer la postura completa de la misma forma, con ambas piernas presionand­o el abdomen con los muslos). Luego suelta ambas piernas y relájate unos minutos recostado completame­nte sobre el mat, en la postura del Cadáver (Savasana).

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