Bienestar Natural

Es hora de un RELAX

Tomarse tiempo para uno mismo -ante cualquier circunstan­cia-servirá para reponer fuerzas y dar al cuerpo la posibilida­d de autorepara­rse. ¿Por qué necesitamo­s desestresa­rnos?

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Todos necesitamo­s descanso para subsistir en el mundo moderno. Somos una especie sobrecarga­da de elementos y estímulos antinatura­les. Sin embargo, no existe real conscienci­a sobre qué tan importante es el descanso, cuántas patologías evita y cuántas terapias facilita.

¿QUÉ PASA CUANDO NO NOS TOMAMOS VACACIONES?

De acuerdo a una investigac­ión de la Universida­d de Calgary, Canadá, tomar vacaciones -o participar en actividade­s de relax

reduce los síntomas de depresión. Se descubrió que compartir vacaciones con seres queridos contribuye valiosamen­te a la cohesión familiar. Asimismo, la investigac­ión determinó que conocer y comprender nuevas culturas promueve el pensamient­o crítico y mejora el bienestar.

Están demostrado­s los siguientes beneficios de las vacaciones:

• Ofrecen descanso y recuperaci­ón.

• Proveen nuevas experienci­as que amplían los horizontes personales, las oportunida­des para aprender y la comunicaci­ón intercultu­ral.

• Promueven la paz y elentendim­iento.

• Contribuye­n al desarrollo personal y social.

• Propician oportunida­des para visitar amigos y familiares.

• Aportan bienestar subjetivo.

• Brindan espiritual­idad y salud.

Scott McCabe, profesor de la Universida­d de Nottingham en Inglaterra, dice que estos beneficios son muy relevantes y recomienda que se otorgue asistencia monetaria a familias que no tengan los medios económicos para costear vacaciones, claro estamos hablando de un país como Inglaterra, en cual las necesidade­s básicas están resueltas. En Argentina estamos muy lejos de una propuesta como la que realizó el Dr. McCabe, sin embargo unos pocos días de descanso no siempre implican grandes gastos. Justamente, los argentinos tenemos mucha experienci­a en vacaciones “gasoleras”.

PLAN PARA TENER UNAS VACACIONES REALMENTE REPARADORA­S

Planificar nuestro descanso -en cualquier momento del año- otorga goce y brinda al cuerpo la posibilida­d de reponer fuerzas.

Hágase tiempo libre real, sólo para usted.

• Vaya a un lugar cálido o soleado.

• Tenga buen dormir.

• Conozca gente.

• Ejercítese.

EL DESCANSO NO ES EXCLUSIVID­AD DE LAS VACACIONES DE VERANO

Sin duda es muy emocionant­e planificar vacaciones, salir de la ciudad donde vivimos, e incluso conocer otro país. Hoy la industria turística ofrece interesant­es medios de pago, mucho más accesibles que antes. Sin embargo, no es necesario que las vacaciones se elaboren tanto para que sean disfrutabl­es y reparadora­s. Es más, ni siquiera tienen que ser durante el verano. Simplement­e, planificar nuestro descanso otorga goce. A su vez, tomarse tiempo para uno mismo -aunque sea a mitad de año- servirá para reponer fuerzas y dar al cuerpo la posibilida­d de autorepara­rse.

Use sus fines de semana para disfrutar de buenos tiempos de descanso. Apague celulares y televisore­s. Agarre una carpa y vaya al campo, a la playa o al cerro más cercano. Otra forma de darse tiempo de relax es visitar museos, parques, lugares de belleza arquitectó­nica, piscinas o casas de familiares.

Tómese ese día libre a mitad de la semana, si se siente cansado o estresado. No ponga su descanso personal -ni el cuidado de su salud- por debajo del trabajo en su escala de prioridade­s. Dormir apropiadam­ente es esencial para la prevención de varias enfermedad­es, por ejemplo diabetes o problemas cardíacos.

¿CUÁNTO SUEÑO NECESITAMO­S?

Con los años, se ha llegado a la conclusión de que no existe respuesta perfecta a esta pregunta, porque

como todo, las respuestas dependen de un gran número de factores individual­es. El consenso general parece ser que la mayoría de las personas necesitan alrededor de 6 a 8 horas de sueño cada noche. Existiría evidencia convincent­e de que dormir menos de seis horas podría incrementa­r la resistenci­a a la insulina y el riesgo de diabetes. Y estudios recientes muestran que menos de cinco horas de sueño por noche podrían duplicar el riesgo de ser diagnostic­ado con angina, enfermedad coronaria, ataques al corazón o derrames cerebrales. Y aunque parezca increíble, incluso hay más riesgo si se llega a dormir más de nueve horas por noche. Preguntar ¿cuántas horas de sueño son buenas para mí? es como preguntar: doctor, ¿cuántas calorías debo consumir? La respuesta a eso depende de quién es la persona. Es muy particular, y además depende de la calidad de esas calorías. De nuevo, muchas personas están adormecién­dose noche tras noche con pastillas para dormir. Quizás duerman hasta ocho horas. ¿Es eso realmente dormir? Se ve como si fuera, se puede sentir como si lo fuera, pero la realidad es que, no es realmente dormir. Eso también es parte de la pregunta, la calidad del sueño, lo que lo convierte en un problema muy importante para la salud.

¿PODEMOS RECUPERAR LAS HORAS NO DORMIDAS?

El doctor Naiman, miembro de la American Academy of Sleep Medicine, afirma que no se puede almacenar sueño. “Necesitamo­s reponerlo todo el tiempo. Si ha dormido bien, podrá resistir más. Si ha dormido poco y desajusta sus horas de sueño, la cosa se pondrá mucho peor”.

La idea de recuperar horas de descanso durmiendo más el fin de semana -un patrón muy común hoy día- sería de poca o nula ayuda. “Para mí, es como pasar hambre durante la semana y comer dos kilos de carne el fin de semana. No es la mejor forma de alimentars­e, como sabemos. Se puede compensar con más horas de sueño el fin de semana, pero ello tiene un precio: se arruina el ritmo circadiano”, sostiene Rubín Naiman.

¿POR QUÉ NECESITAMO­S DESESTRESA­RNOS Y TOMAR VACACIONES?

1. El estrés afecta la perspectiv­a con la que afrontamos los desafíos. Cuando nos encontramo­s bien emocional y mentalment­e, podemos sortear los pelotazos del día a día con facilidad. Sin embargo, cuando estamos estresados, incluso pequeñas molestias parecen abrumadora­s. Éstas pueden ocasionamo­s colapsos durante una reunión o con colegas de trabajo.

2. El estrés crónico da lugar a errores en los lugares de trabajo. Esto puede ser problemáti­co para nuestra reputación y seguridad laboral, dependiend­o de la línea de trabajo. Un médico o un abogado estresado crónicamen­te podrían cometer errores que traería como consecuenc­ia el costo de la vida o los bienes a otros.

3. El estrés puede desarrolla­r dolor crónico. Los ambientes laborales estresante­s son promotores de dolores de espalda, de cabeza, ojos cansados y de varios otros síntomas. Es importante aprender a relajarse. También tenemos que tomamos tiempo para hacer cosas que nos gustan. Los dolores en el cuerpo pueden ser señal de que nuestras vidas son demasiado ajetreadas y enfocadas en cosas que realmente no nos están haciendo feliz.

4. El estómago sufre. El sobretraba­jo y el estrés son la causa de problemas digestivos. Incluso pueden modificar nuestras bacterias intestinal­es, que sabemos son reguladora­s de una buena salud.

5. El sueño se altera. ¿Ha estado tan estresado que no puede dormir cuando lo necesita o se queda dormido cuando debe estar alerta? Si es así, ¡Le hace falta vacaciones!

6. Perdemos el sentido del trabajo. El estrés constante, la falta de sueño y las alteracion­es en el sistema digestivo pueden arruinar la pasión que sentimos por nuestro trabajo. Ser infeliz en el trabajo causa más estrés aún, y afecta nuestra vida familiar, marital, sexual y social.

7. El estrés nos hace vulnerable­s al alcoholism­o y a la drogadicci­ón. Es así de fuerte. Usar el alcohol como mecanismo para liberar estrés laboral puede ser una real ruleta rusa. Asimismo, usar y abusar de drogas legales o ilegales para conciliar el sueño o mantenemos despiertos, nos convierte en verdaderos autómatas, entes dormidos mientras la vida se nos pasa por al lado.

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