MEDITACIÓN COMPASIVA EJERCICIOS PERSONALES PARA PERDONAR
Algunos ejercicios que se recomiendan para avanzar en el perdón a uno mismo y a otros son los siguientes:
Existen Diversas Meditaciones Que Tienen Como Fin El Poder Incrementar El Amor Compasivo Por Uno Mismo Y Por Los Demás Para Llevar A Un Mayor Estado De Felicidad Y Paz Interior. La Investigadora De La Universidad De Texas: Kristin Neff, Descubrió Basándose En Estas Prácticas Que Si Bien Las Personas Podemos Aprender A Ser Compasivos Con Otros, Tendemos A Ser Poco Compasivos Con Nosotros Mismos, Sobre Todo Las Mujeres. Por Eso Es Clave Tratarnos De Modo Amable, Cuidándonos, Sin Juzgarnos Ni Culparnos Tan Duramente, Tratarnos Como Trataríamos A Nuestro Mejor Amigo Ante Un Problema Que Lo Angustia.
En El Caso De La Meditación De La ComPasión Hacia Otros (basada En Enseñanzas Budistas), Podemos Partir Por Visualizar A Un Ser Amado, Ya Sea Un Niño, Adulto O Mascota, Conectarnos Con Él Y Enviarle Amor, Luz, Compasión Ante Algún Dolor O Inquietud Que Pueda Sentir… Luego Pensamos En Alguien Cercano A Nosotros,
Luego En Personas Conocidas, Luego Podemos Expandir Ese Amor Incondicional Hacia El Mundo Entero Hasta Que Llegue
A La Persona Con La Cual Tenemos Una Enemistad, De Modo De Poder Estar En Paz Con Uno Mismo.
Existen Muchos Otros Ejercicios Que Nos Pueden Ayudar A Avanzar En El Perdón, Lo Esencial Es Tomar Conciencia De Lo Importante De Limpiarnos De Los RencoRes Innecesarios Y Si Requerimos Ayuda Adicional, No Dudar En Pedir Apoyo A Otros, Ya Sea Cercanos O A Través De Psicoterapia, Para Así Sanar Las Heridas Y Pendientes No Resueltos. Finalmente, No Debemos Olvidar Que El Proceso Del Perdonarse, Perdonar Y Pedir Perdón No Es Un Acto Único Que Se Hace En Un Momento Dado, Es Un Proceso Continuo Que Se Puede Ir Profundizando Y Completando A Lo Largo Del Tiempo Para Un Mayor Bienestar, Así Que Hay Que Abrir La Mente Y El Corazón Para Empezar El Camino Y Poco A Poco Lograr Esa Paz Interior Que Nos Ayude A Ser Más Felices
Carta de perdón:
Escribe un listado de todas las personas a las cuales le guardas rencor. Reflexiona cuáles son los motivos por los cuales esa persona te hizo daño y guía tu pensamiento para responder esta pregunta: ¿Qué utilidad tiene hoy seguir manteniendo emociones negativas frente a esa persona?
Luego, elige de ese listado a quienes le resulta más difícil perdonar. A cada una de esas personas escríbele una carta (no debes entregársela, es un ejercicio personal), donde describas lo ocurrido, por qué te dolió y por qué piensas que sería bueno perdonarlo. Una vez terminada la carta puedes hacer con ella algún acto simbólico para “dejar ir” la emocionalidad negativa.
Pedir perdón:
Escribe un listado de todas las personas a las cuales crees haberle hecho daño en su vida. Piensa en aquellas a las cuáles sería significativo aún pedirles perdón... A veces el motivo de un enojo puede haber sido adecuado, pero la forma de expresarlo es en la que nos equivocamos… Desde ahí, conectarse con el valor y la humildad para pedir perdón a quienes sepan podrían valorar ese gesto y pueda darse como algo reparador para ambos, puede ser una experiencia que lo ayude a si mismo a avanzar en su trabajo de perdonar a otros y a si mismo. Puedes hacer este ejercicio a través de carta, mail o en persona. Haz lo que sientas que es capaz de hacer en este minuto de la vida con las habilidades que tiene, no se fuerce más allá, usa tu sabiduría y autoconocimiento para saber con quién y cómo hacerlo del mejor modo para así cuidarte, y que esta experiencia sea realmente beneficiosa.