Inundaciones ¿Cómo nos impactan emocionalmente?
El psicólogo Santiago Gomez, nos sugiere qué podemos hacer frente al avance del agua
En las víctimas de la inundación, aparecen dos emociones básicas: el miedo y la incertidumbre, los mismos se activan frente a la amenaza de peligro a inundarse. Dicho cuadro genera un estado de estrés, producto de que las personas están en un alerta permanente, pendientes del servicio meteorológico; de la cantidad de agua caída; de la crecida del arroyo; el avance del agua en las calles; etc. Ante esta situación, el psicólogo Santiago Gomez (director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva), (Matrícula: 15.159), nos sugiere qué hacer frente a este problema.
¿QUÉ ES EL MIEDO?
El miedo es una emoción psico-biológica cuya función es la protección y supervivencia del ser humano y se activa frente a situaciones de peligro real -como las inundacionespara que el sujeto realice acciones de prevención y auto cuidado, para sí mismo y sus pares.
¿Y LA INCERTIDUMBRE?
Se trata de un estado de inseguridad, que aparece en aquellas situaciones que generan desconfianza por lo que pueda llegar a ocurrir. Esta situación provoca inseguridad y miedo a volver a pasar nuevamente por otro episodio similar.
PROBLEMÁTICAS PSICOLÓGICAS QUE APARECEN
Al tratarse de una situación de peligro real, genera en las personas un cuadro de estrés y ansiedad que activa la hormona cortisol y provoca diferentes consecuencias en el organismo como en el comportamiento del individuo. Otras problemáticas psicológicas que pueden aparecer son: ansiedad excesiva; trastornos en el estado del ánimo; problemáticas psicosomáticas; estrés post traumático.
SUGERENCIAS ANTE LA SITUACIÓN DE INUNDACIÓN
Tener una actitud solidaria con las personas que son víctimas de la inundación, ya que no solo son necesarios los alimentos, estar en un lugar seco y seguro, sino también recibir la contención afectiva de los pares.
Mantener una conducta empática con las personas afectadas por la inundación; esto significa NO actuar con indiferencia, sino poder ponernos en el lugar de la víctima.
No perder de vista que lo más importante que tenemos es LA VIDA, por lo tanto, no tomar riesgos innecesarios por temor a perder las cosas materiales.
Tratar de que los pensamientos trabajen para nosotros, es decir, pensar en soluciones y no desesperase.
Tener en cuenta que la situación de estar inundado ya es difícil, por lo tanto, estar atentos, para no agravar dicha situación con los pensamientos negativos.
Pedir ayuda y dejarse ayudar.