“Solos en el UNIVERSO”

a Tierra, desde que el hombre la ha podido fotografiar desde el espacio, muchos han descubierto que por grande que sea, nuestro planeta es un minúsculo globo que flota en el espacio. Distante, muy distante de todo. Solitario. Una imagen pavorosa si se quiere.

Pues si algo le sucediese, no hay a quién recurrir.

Si algo le sucediese .... No tiene esperanza de ¡sobrevivir! También desde los modernos “drones”, hoy, podemos observar multitudes de cientos de miles de personas que protestan por diferentes reclamos. Vistas desde la luna... no se ven. Su insignificancia es dramática. Podríamos decir que si a miles de ellas en ese momento les pasase algo mortal, el vasto universo no cambiaría en nada. Ni siquiera se daría cuenta. Pero para las víctimas y su entorno, sería un evento que transformaría sus vidas para siempre.

Esa esfera azulada que viaja huérfana por el espacio, es nuestro hogar. No puede pedir auxilio ante la agresión humana. Y nosotros tampoco. El maltrato ecológico a la que lo sometemos , es nuestra propia extinción . Pareceríamos ignorantes e incapaces de torcer el rumbo.

Y el proceso se acelera, víctima de la mediocridad generalizada adicta a hábitos tan irresponsables que bien podríamos llamarlos... criminales. Hay pocas soluciones. Tal vez solo una.

La urgente toma de conciencia que impulse una nueva “CULTURA SOLIDARIA”, sobre todo en tiempos de pandemia, para con nuestro hogar y las generaciones venideras.