Cómo mejorar la salud mental
Para determinar el éxito o fracaso de nuestros propósitos.
Entrevistamos a la psicóloga Jerónima Teruel Romero en busca de las respuestas para alcanzar una mejor salud mental durante el año que ha entrado.
Desde el punto de vista psicológico hablamos de salud mental cuando los procesos psicológicos que se dan en el individuo para afrontar y resolver conflictos, tantos internos como externos, no están alterados y permiten un buen funcionamiento del mismo en los ámbitos dónde éste se desenvuelve: social, familiar y laboral.
¿Ayuda el ejercicio físico a tener salud mental?
El ejercicio físico, así como una alimentación sana y equilibrada son fundamentales, ya que contribuyen a mantener una vida saludable. La falta de ejercicio físico o de actividad física propicia entumecimiento de huesos y músculos. Descansar o cualquier técnica de relajación, meditación, yoga o mindfulness contribuyen a gozar de una buena salud mental. También, es muy importante expresar lo que sentimos y no quedarnos con cosas que nos hacen daño dentro de nosotros, porque éstas se van enquistando y nos proveen de sentimientos muy negativos que afectan a nuestra salud mental.
¿Debemos fijarnos propósitos u objetivos para ser mentalmente estables?
Marcarse objetivos en la vida ayuda a conseguir metas a largo plazo. Sin embargo, debemos ser consecuentes con aquellos propósitos que nos fijamos. Es decir, los objetivos deben establecerse de forma clara, han de ser plausibles, realistas y medibles. Por otro lado, debemos temporalizaros para ir revisando si el trayecto elegido es el más adecuado o por el contrario debemos modificar algún aspecto para lograr alcanzar la meta fijada. Si nuestra mente está en perfecto estado nos sentiremos con mejor ánimo para todo, veremos los problemas menos graves, tendremos más capacidad de resolución de conflictos y estaremos más ágiles mentalmente.
¿De qué manera podemos llegar a conseguir la felicidad, a través de la salud mental?
Con alta autoestima y autoconcepto positivo. Ser asertivos y aprender a ser más tolerantes con el prójimo. Alimentarse adecuadamente y hacer ejercicio físico siempre que se pueda. Dormir lo necesario. Dedicarle más tiempo a los aspectos positivos de nuestra vida y a las personas que nos rodean y no quedarnos con las cosas negativas nos ayudarán, sin lugar a dudas, a ser un poquito más felices cada día.