CARNÍVOROS
¿Nos afecta el consumo de carne a nivel energético?
Existen en el mundo varias dietas que promueven el no consumo de animales y cada vez van popularizándose. Las razones van desde lo alimentario hasta filosofías de vida o religiones, que ven en los animales entidades que deben ser respetadas como al resto de la población humana.
Sin embargo, más allá de la nutrición y de las teorías alimentarias, existe evidencia estudiada y comprobada de que el consumo de carne animal afectaría nuestros cuerpos etéreos y energéticos, además de nuestras emociones, haciendo que nuestra energía se sienta más densa respecto a otra persona que no incluye animales en su dieta.
Ivonne Carvajal Escobar es terapeuta integral, maestra de Reiki e instructora de Hatha Yoga. Ha trabajado por años con el tema de la energía y la sanación del cuerpo bajo la mirada holística y de las terapias alternativas. Para ella, es fundamental partir de la base de que “todo en el universo es vibración y energía y que todo tiene una frecuencia vibratoria medible o cuantificable, por eso es importante reconocer que todo cuanto consumamos para nutrir nuestro sistema energético (compuesto por nuestro cuerpo físico, emocional y mental) lo va a afectar, alterar o armonizar. En este sentido el consumo de carnes, es uno de los agentes externos que ingerimos que hacen que nuestro sistema se densifique y vibre bajo, principalmente porque consumimos aquellas sustancias que libera el animal antes de morir en estado de sufrimiento y stress. Estas sustancias en nuestro cuerpo generan un desbalance energético, propiciando un escenario para que todos nuestros cuerpos se vean afectados: nuestro cuerpo emocional tienda a la agresividad, el mental a la desconcentración, la poca conexión y negatividad y en el físico acidificación de la sangre, terreno fecundo para acoger y desarrollar enfermedades.”
LOS EFECTOS DE LA CARNE A LA HORA DE MEDITAR
Más allá de la dieta escogida, conoce cómo el consumo de animales puede afectar tu campo energético y mental.
No se trata sólo de consumir alimentos de origen animal. A la hora de practicar meditación o yoga, por ejemplo, nuestro cuerpo también resentiría el consumo de animales.
Para Ivonne, “la meditación es uno de los 8 pilares o fundamentos de la Senda o Camino del Yoga. La meditación es una manera de aquietar nuestra mente para entrar en contacto con la consciencia testigo y nuestro verdadero Ser, buscar la presencia, estar presentes y observar nuestros patrones mentales. Pero al consumir carne, esa vibración baja y densa con la que nos ponemos en contacto, nos altera, volviendo nuestra mente aún más alocada, dispersa y ruidosa. Nos vuelve más irritables, intolerantes entre otras características, por lo que sostener prácticas meditativas se vuelve más complejo y/o desafiante. Lo mismo sucede si hablamos de la práctica de yoga como la práctica de asanas (posturas físicas). Afecta nuestro cuerpo físico en términos digestivos (lo ralentiza, genera pesadez); el consumo de carne generaría falta de foco en nuestra práctica, hasta la imposibilidad de realizar movi
mientos y posturas.”
Otro de los aspectos que influye a nivel energético en nuestro ser es el traspaso de emociones y vibraciones que ha sentido el animal a la hora de morir. Este aspecto, más allá de la nutrición, sería determinante para saber qué tanto nos estamos contaminando energéticamente a la hora de comer un trozo de carne. Para Ivonne, “cuando una persona consume carne lo que sucede es que también ingiere las memorias del animal que ha muerto y esto nos lleva a conectar con el miedo, el estrés de saber que va a morir, además del trauma generado por la tortura que sufre el animal durante toda su vida mientras está destinado a la producción de leche – por ejemplo - expuesto a maltrato, violaciones y robo de sus terneros para seguir la producción. Pero, más allá de todo lo que la carne puede provocar en nuestro sistema energético y todos nuestros cuerpos al consumirla, debemos ampliar nuestra mirada y dejar de pensar solamente en nuestro bienestar y darnos cuenta que el dejar de consumir carne es un acto de amor para con nuestros hermanos animales, un acto de amor a la vida, porque todos somos merecedores de ella y un acto de amor hacia nuestro planeta, que hoy está siendo aniquilado por la industria de la carne, contaminando océanos y ríos, deforestando bosques para poder cultivar el alimento de millones de vacas, y el efecto de contaminación de los gases que expulsan estas mismas, situaciones que hoy son tapadas y pagada por las grandes multinacionales de manera corrupta e intimidadora.”
Para quienes deseen investigar un poco más, les recomendamos los siguientes documentales sobre el consumo de carne y sus efectos: Earthlings (Terrícolas)
Forks over knives
Meat the Truth
Food, Icn.
La mente animal (BBC)
Cowspiracy