MAXIMA Y SU BLACK LOOK
GIRA POR NUEVA ZELANDA
Es cierto que un séquito de asesores de imagen aconsejan a la reina Máxima de Holanda (45) en cada una de sus giras internacionales. Costumbres, tradiciones y aspectos culturales suelen condicionar el modo de vestir de la monarca para impactar y caer bien a la vista, sin salirse del estricto protocolo que rige a la corona d´Orange. En ese estrecho margen entre lo que indica el buen gusto y lo que rige a los modales de una reina, Máxima brilla en cada una de sus presentaciones. La gira que emprendió junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro (49), no fue la excepción: Máxima eligió una capelina y una manta en tono negro para aggiornarse al color que identifica a la nación oceánica. Sin embargo, no perdió su esencia que siempre tiende más al color que a los tonos neutros. Por eso, fiel a su estilo, debajo de la manta negra lució un vestido estampado de Givenchy de 6.000 dólares. Casualmente, el diseño es el mismo que usó en su última visita a la Argentina y que generó polémica por su alto valor. Más allá del alto costo, la Reina se sumó a una tendencia entre las primeras damas y las damas de las monarquías europeas de usar más de una vez sus costosos vestidos. El reciclaje de outfits ya está instalado y es común ver a personalidades como la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, o la primera dama argentina, Juliana Awada, repetir su vestuario.
Durante su visita, Máxima fue recibida con la tradicional danza maorí, “Haka”, que popularizó el selec-