AÑO NUEVO
La imagen que representa al décimo primer signo del Zodíaco es la del escanciador que vierte las aguas, el fluido vital, que calmarán la sed a los que vienen detrás, a los que suben la empinada ladera de la montaña capricorniana, el signo que antecede a Acuario. Aquí se establece la identidad del conjunto, todos somos distintos pero pertenecemos al grupo humano y nuestras diferencias, en todo caso, son las que nos hermanan puesto que no hay un modelo único de ser. ¿Diferente a qué, a quién, a quiénes? Acuario proclama la igualdad en la diversidad y por eso el mundo atraviesa un momento muy interesante de la cultura en la que caen los paradigmas modélicos en pos de un abanico de posibilidades de manifestación de lo humano. Lejos de la concepción binaria que establecía estatutos y prohibiciones Acuario llega para mostrar que una nueva Ley es posible y para renovar su búsqueda constante: la del amor universal capaz de hermanarnos a todos en pos del bien común y de los ideales humanitarios.