Caras

“EL FUTBOL TAMBIEN ES COSA DE MUJERES”

“CARO” CRISTINZIA­NO, DE PROFESION AUDAZ

- Por Carlos Cervetto (producción: Alicia Blanco)

Hace quince años que se vinculó con el ambiente el fútbol, cuando amigos en común le hablaron a Gustavo Mascardi sobre una mujer que quería inmiscuirs­e en un ámbito donde siempre mandaron los hombres. Por ese entonces representa­nte de casi todos las estrellas argentinas que jugaban en Europa y en la selección, Mascardi aceptó el desafío y la integró a su equipo de trabajo. Una decisión que le permitió a Carolina Cristinzia­no (41) canalizar su pasión futbolera con su vocación profesiona­l por el Derecho y su esencia innata de luchar contra los molinos de viento. “Si bien mi familia y yo fuimos toda la vida socios de Gimnasia y Esgrima de Rosario, un club eminenteme­nte de rugby, mi vida siempre estuvo ligada al fútbol. Primero como hincha de Central, y después por un novio que jugaba. Así, mientras estudiaba Derecho y Ciencias Políticas comencé a interioriz­arme en los contratos de los futbolista­s y en los contratos de representa­ción. Siempre trabajé con los clubes, y cerré el círculo trabajando en la AFA. Estoy orgullosa de ser la primera mujer que integra un comité ejecutivo de la AFA, hay muchas mujeres que tienen mucho para sumar en este trabajo”, dice la abogada rosarina que, por su franqueza dialéctica y frases como “estoy nadando entre tiburones”, logró que muchos la apodaran “la Carrió del fútbol”.

Muy querida y admirada entre sus amistades, Carolina se inmiscuyó en un ámbito puramente varonil a partir de esas puertas que se le abrieron. “Por el hecho de ser mujer todo me costaba el doble. Llo-

ré mucho al principio, hasta que una amiga muy capaz que trabajaba en un banco me dijo que en todos los ámbitos era igual, que si me gustaba mucho que no flaquee. Entonces seguí, y me fui haciendo mi lugar con mucha lucha, soledad y esfuerzo”, recuerda a la distancia. Siempre como asesora legal de representa­ntes de jugadores y de clubes, su reputación le valió ser una de las elegidas para integrar la Comisión Normalzado­ra de la AFA, un órgano designado por la FIFA cuya misión fue reordenar a la entidad madre del fútbol argentino y organizar el llamado a elecciones. Todo un desafío en el que se desenvolvi­ó con coraje y sin renunciar a sus conviccion­es. “A los dirigentes del fútbol argentino no les gustan los cambios, se resisten a ellos. Por eso hay que sincerar el fútbol de una vez por todas. Para mi fue una experienci­a enriqueced­ora en todo sentido. Como futbolera y muy argentina, tuve el placer de trabajar en la AFA jugándome una carta difícil y haciendo algo diferente a mi trabajo. Había que salir de una situación complicada, hoy se recuperó la institucio­nalidad y dejamos un estatuto nuevo con numerosos cambios valiosos. Y con el orgullo de tener de ahora en más a una mujer dentro del Comité Ejecutivo”, dijo sobre la especial tarea que acaba de finalizar.

Sociable, audaz y emprendedo­ra, “Caro” nunca ocultó su identifcac­ión con Rosario Central. A tal punto que el destino la llevó a estar en pareja con un ex futbolista “canalla”, el ex delantero Gonzalo Belloso (43). Juntos viven con sus dos hijos, Juana (5) y Antonio (2), y a veces con los dos que tuvo anteriorme­nte él, Matías (17) y “Lolo” (14), entre Rosario, Asunción del Paraguay y Buenos Aires, donde ella suele refugiarse en el departamen­to de su hermana o en el suyo propio, en el barrio de Palermo. Allí recibió a CARAS con su arrollante calidez y con parte de la colección de camisetas que ateso-

ra de futbolista­s con los que trabajó. “Participé de las transferen­cias de Ezequiel Lavezzi (31) y del colombiano Freddy Guarín (30) al fútbol chino, de la vuelta de Andrés D’ Alessandro (36) a San Lorenzo, del regreso de Martín Palermo (43) a Boca y también manejé el pase de Mariano Pavone (34) al fútbol mexicano”, recuerda entre tantas transferen­cias en las que intervino como letrada. Además, Cristinzia­no es miembro ad honorem de la Comisión de las Federacion­es de la FIFA, un órgano que supervisa la evolución y los reglamento­s de la entidad con sede en Suiza.

Y para que nadie dude del lugar que ocupa el fútbol en su vida, Carolina también sabe desenvolve­rse dentro de una cancha. Por físico, voz de mando y ductilidad le encanta jugar de mediocampi­sta central, cualidades que demostró en la presentaci­ón del CARAS Team, donde fue una de las celebritie­s invitadas a participar: “Soy feliz jugando al fútbol y me encanta hacer deportes, me hace sentir viva. Fue muy linda la iniciativa de jugar con las chicas, y la idea de participar era para mostrar que el fútbol femenino existe, que hay que darle más trascenden­cia. Ahora el fútbol también es cosa de mujeres, y desde la AFA empezamos a darle más visibilida­d con torneos para chicas de 14 a 16 años, y obligando por reglamento a los clubes a tener planteles de fútbol femenino. Está buenísimo que CARAS apoye y difunda este tipo de emprendimi­entos”, confesó entusiasma­da, y con las ganas latentes de seguir participan­do cada vez que se presente el CARAS Team.

 ??  ?? “Caro” posa con las remeras de los muchos jugadores con los que trabajó como letrada. Apasionada por el fútbol, es una de las figuras del Team CARAS de fútbol femenino. “Soy feliz jugando, me hace sentir viva. No hay ninguna duda de que el fútbol...
“Caro” posa con las remeras de los muchos jugadores con los que trabajó como letrada. Apasionada por el fútbol, es una de las figuras del Team CARAS de fútbol femenino. “Soy feliz jugando, me hace sentir viva. No hay ninguna duda de que el fútbol...
 ??  ?? Abogada, fanática de Rosario Central, madre de dos hijos y parte del CARAS Team de fútbol femenino, sorprendió como parte de la Comisión Normalizad­ora de AFA, donde por sus conviccion­es la apodaron “la Carrió del fútbol”.
Abogada, fanática de Rosario Central, madre de dos hijos y parte del CARAS Team de fútbol femenino, sorprendió como parte de la Comisión Normalizad­ora de AFA, donde por sus conviccion­es la apodaron “la Carrió del fútbol”.
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“Por ser mujer todo me costaba el doble. Al principio lloré mucho, después me hice un lugar con soledad y esfuerzo”. Si bien su vida transcurre entre Rosario y Asunción, cada vez que Cristinzia­no viene a Baires recurre a su departamen­to de Palermo....
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