“SOY LA REBELDE DE LOS AWADA”
LA SOBRINA DE JULIANA AL BAILANDO
Confiesa que el baile la reconecta con su costado más lúdico, donde ni la presión de aprender la letra de un guión o la exigencia de presentarse a un casting están en juego. Apelando a su niñez en la que, recuerda, estudiaba clásico con sólo 7 años y diseñaba coreografías para sus compañeras de escuela, Naiara Awada (23) vuelve a sentir esa indescriptible sensación que sólo encuentra en la danza. Entregada a una divertida producción con CARAS, enfundada en una malla de danza, con polainas negras y el característico cabello de rulos de la época, la hija del actor Alejandro Awada(55) y la bailarina Melanie Alfie se transporta a los años
‘80 para recrear la taquillera “Flashdance”, un clásico de la cinematografía cuyas recordadas canciones marcaron un hito.“Cuando bailo soy la persona más feliz del mundo. Es muy distinto a cuando actúo porque ese es mi trabajo y la danza es un juego. Me desconecto de todo y es un gran escape para mí”, cuenta “Nai” al mismo tiempo que admite, con dejos de nostalgia, haber interrumpido esa faceta de bailarina para abocarse de lleno a la actuación. “A los 15 entré en la escuela de teatro Julio Chávez y me olvidé de la danza; descubrí otro mundo. De grande volví a retomar las clases de baile en la escuela de Hugo Ávila y Lolo Rossi, jefes de coach de ‘Showmatch’. Bailo Hip Hop, Reggaeton, todos estilos urbanos. Y los fines de semana hago algún seminario”, admite.
Convencida de que cada logro profesional es fruto del esfuerzo, el trabajo y la disciplina, la sobrina de Juliana Awada (42), fue una de las primeras en sumarse a la larga lista de participantes del “Bailando 2017” (con Jorgito Moliniers como pareja de baile y Delfina como coach) .“Tenía muchas ganas de entrar al programa; había mucho apalabrado pero no tenía firmado nada. Anteriormente me habían invitado a bailar la salsa de a tres
pero ahora me siento más adulta y preparada para hacerlo. Creo que es una buena oportunidad para que me conozcan por quién soy y no por ser ‘la hija de’ o ahora, ‘la sobrina de’…”, sostiene.
—Mientras posaba sensual para la producción con CARAS repetía en voz alta: “¡Si ‘Pomi’ me viera..!” ¿Cree que a su abuela, la madre de la Primera Dama, le gustará verla con Tinelli o le causará un dolor de cabeza?
— (Se ríe) ¡Pomi se preocupa por mí, es “lo más” mi abuela! No creo que le guste verme en el “Bailando” aunque pienso que a la tercera gala ya la tendré ahí alentándome. Tenemos una gran relación y vivimos conectadas por whatsapp. Nos mandamos fotos, mensajes y a veces paso por Awada a darle un beso y llevarle algún regalo. ¡La quiero mucho! Pronto me va a enseñar a hacer comida árabe porque cocina como los dioses y es una cuenta pendiente que tenemos. La cultura árabe en mi familia es muy fuerte y hasta tengo un tatuaje por mi abuelo que dice:“Dios siempre conmigo”. —¿Cómo toma el resto de la familia su incorporación al “Bailando por un sueño”?
—Mientras me maneje con respecto y no involucre cosas que tienen que ver con terceros, está todo bien. Soy una mujer independiente y libre. Mis papás me apoyan en lo que me haga feliz, aunque no creo que les divierta la idea de ir al vivo a verme; en especial a mi viejo... ¡Lloraría de ver a mi papá alentándome! Y a mis tíos no tengo nada que consultarles porque la que va soy yo. A mi tía “Ju” la adoro pero ella hace su vida, tiene su familia y está muy ocupada con temas más importantes que si yo estoy en el “Bailando”... Ultimamente está viajando mucho y lleva una vida bastante ajetreada.
—Su saludo vía Twitter a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el día de su cumpleaños fue motivo de críticas y debate. ¿Cree que el uso de las redes sociales es un arma de doble filo?
—¡Fue un saludo de cumpleaños reinocente de mi parte! No tengo el teléfono de ella para llamarla; podría haberme evitado el lío que se generó pero me nació del corazón y todo lo que nace del corazón, sin maldad, es difícil de cuestionar. Es parte de la carrera que elegí. Estoy aprendiendo a cuidarme y me sirve para aprender y capitalizarlo. Obviamente, en mi fa-
milia prefieren que no lo haga ya que le deseé feliz cumpleaños a la oposición del marido de mi tía en el ámbito político. Igual de un lado o del otro, siempre me van a salir a matar y aunque me preocupan un montón de cosas como ciudadana, tampoco es que tengo una posición política armada, yo me dedico al arte. Soy muy impulsiva, bocona y aunque a veces el costo es altísimo, soy una persona libre e independiente de expresar lo que quiera más allá de mi apellido.
—A la hora de seducir a un hombre... ¿También se deja llevar por sus impulsos o es más reservada? — En el amor soy de ir al frente. Si me gusta alguien no tengo problemas en encarar; me encanta invertir los roles y ponerme en seductora. En general, me ha ido bien, nunca me rechazaron. (risas) También tuve decepciones y está bueno aprender a diferenciar la gente que se acerca a vos por interés, por ser “sobrina de” o porque de verdad está interesado en conocerte. Hoy es un radar que tengo re-activado, soy muy intuitiva. Algunos se imaginan que vivo en la Quinta de Olivos y nada más alejado de mi realidad. Soy humilde y me gano mis pesos. Más allá de eso, estoy abierta a enamorarme y a conocer a alguien que me acompañe. —¿Qué importancia le da a quienes aseguran que usted es La rebelde del clan ?
—(Se ríe) ¡Me doy por aludida, me encanta! Soy la más rebelde de todos los Awada, la única hija que siempre tuvo todo lo que quiso. Hago lo que siento y como mujer soy re desprejuiciada. Soy la diferente, la única que eligió ser artista como mis viejos. Con Valentina, mi otra prima, también nos parecemos. Es súper desfachatada como yo. Y mi prima Antonia no se queda atrás. Es re histriónica y estoy segura que cuando crezca se inclinará por lo artístico; es muy viva. Siempre le digo a “Ju” que tiene que mandarla a estudiar teatro urgente y deseo que lo haga porque está buenísimo.