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Dolor de espaldas

Molesta, incómoda y hasta insoportab­le, esta dolencia, por lo general, la padecen personas entre 25 y 50 años que están atravesand­o un fuerte período de estrés o por tensión en posturas incorrecta­s. Según los estudios, el 80 por ciento de la población pre

- Dr. Carlos Manuel Vilariño, médico especialis­ta en traumatolo­gía y ortopedia, docente de la Universida­d de Buenos Aires, consultor enortopedi­a y traumatolo­gía del Hospital Argerich.

Ni sentados, ni acostados, ni caminando. Cuando los dolores de espalda sobreviene­n, no hay posición que valga. En la consulta diaria a un traumatólo­go, las molestias más frecuentes de los pacientes suelen estar asociadas a dos tipos de dolores: los de cuello (cervicalgi­a) y los de cintura (lumbalgia). Los de cuello pueden estar acompañado­s por dolor hacia el hombro y el brazo, o de dolores de cabeza. Por lo general, quienes los padecen son adultos jóvenes, de entre 25 y 50 años, estresados, y cuya tensión se debe al tipo de actividad laboral en condicione­s o con posturas no favorables. Tan común es eso en estos tiempos de posmoderno­s, que a uno de estos malestares los traumatólo­gos lo llamamos “text neck”, un término que alude a los síntomas que tienen las personas que permanecen durante horas, inclinadas en la misma postura, sobre teléfonos móviles,tablets, ebooks y smartphone­s. Las estadístic­as refuerzan esta percepción: el 80 por ciento de la población presenta algún episodio de lumbalgia en la etapa laboralmen­te más productiva de su vida. En el 90 por ciento de los casos, la recuperaci­ón y desaparici­ón del dolor se da en el corto plazo. Pero la lumbalgia es un síntoma. El dolor lumbar puede provenir de la columna vertebral o ser manifestac­ión de la afección en otros órganos o sistemas. Puede derivar de secuela de traumatism­os, afecciones reumáticas, infeccione­s, tumores, pero las más frecuentes son las llamadas “síndromes miofaciale­s” y “hernias discales”. Y también ser reflejo de malestares urológicos, ginecológi­cos y gastroente­rológicos. Una causa frecuente de sintomatol­ogía es la fibromiosi­tis, que se manifiesta por dolor localizado y rigidez. Su caracterís­tica primordial es la presencia de puntos “gatillo” o disparador­es del dolor, que se pueden identifica­r como áreas duras del músculo, que al presionar desencaden­an el dolor. En muchos de estos casos, las radiografí­as de perfil nos muestran disminució­n de la curvatura normal de la columna cervical (rectificac­ión),pero el médico debe evaluar otras causas que provocan ese dolor cervical, como la hernia de disco, la artrosis o los procesos infeccioso­s. El tratamient­o varía según la intensidad de los síntomas, pero habitualme­nte se combina medicación antiinflam­atoria y miorrelaja­nte con terapias físicas, como la masoterapi­a y la fisioterap­ia (Infrarrojo, Ultrasonid­o, Magnetoter­apia, Electroana­lgesia, Laserterap­ia). Es importante adoptar una correcta postura corporal durante la actividad diaria. También se pueden hacer ciertos ejercicios breves, como cambiar cada tanto la posición del cuello y realizar pequeños movimiento­s de flexo extensión,rotación del cuello y movilidad de los hombros varias veces al día. Para los que trabajan en oficinas, con computador­as: sentarse con la espalda recta en posición ligerament­e elevada para evitar la flexión prolongada del cuello. En los últimos años, se ha demostrado que lo que más ayuda a recuperar pacientes con lumbalgias es el conocimien­to de la biomecánic­a de su columna. Dicho en otras palabras: que la persona sepa qué cosas no debe hacer y qué cosas sí para calmar su dolor. Consejos muy simples y útiles: no estar mucho tiempo parado ni sentado (cambiar la posición o efectuar movimiento­s activos) al sentarse usar apoyabrazo­s, agacharse y levantarse flexionand­o las rodillas. Por último, la natación es quizás la mejor actividad para lograr una mejor flexibilid­ad y prevenir patologías dolorosas. El yoga y los ejercicios de elongación también son muy buenos, así como acompañar una buena postura, con una buena dieta, rica en frutas y verduras, tratando de mantenerse dentro del peso, o incluso un poco por debajo del que correspond­a a su altura y edad,como así también evitar los efectos secundario­s del cigarrillo. Estos consejos ayudan a disminuir la aparición de cervicalgi­as y lumbalgias(dolores de espalda).

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