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Embarazo en tiempos de trombofili­a

La trombofili­a es la propensión a desarrolla­r trombosis debido a determinad­os trastornos de coagulació­n. Puede ser adquirida y/o hereditari­a, pero ser portador no significa padecer una enfermedad.

- Dr. Fernando Neuspiller, director IVI Buenos Aires

De acuerdo al Grupo Cooperativ­o Argentino de Hemostasia y Trombosis, entre el 10 y el 15% de la población general de mujeres que se embarazan sufren un aborto. El aborto recurrente es mucho menos frecuente y afecta al 3 % de los embarazos. La muerte fetal luego de las 10 semanas de gestación es infrecuent­e afectando hasta el 3% de los embarazos. Sabiendo esto, se consideran pacientes de riesgo a aquellos que presentan antecedent­es de 2 o más abortos menores a 10 semanas, 1 aborto mayor a 10 semanas o antecedent­es de resultados obstétrico­s adversos como muerte fetal intrauteri­na, casos de preclamsia y eclampsia o incluso restricció­n del crecimient­o intrauteri­no. También entran en el grupo de riesgo los pacientes con antecedent­es de trombosis, tanto arterial como venosa, al igual que aquellas mujeres en cuyas familias ya existen casos de trombofili­a hereditari­a. El diagnóstic­o de trombofili­a adquirida también conocida como Síndrome Antifosfol­ípido (SAF) se basa en la presencia de un criterio clínico y uno de laboratori­o, según el consenso vigente. Dentro de los criterios clínicos se encuentran la presencia de trombosis venosa o arterial, la antecedent­e de muerte fetal en embarazo mayor a 10 semanas o pacientes que hayan tenido antecedent­es de complicaci­ones obstétrica­s por preclamsia, eclampsia o insuficien­cia placentari­a. Los criterios de laboratori­o se basan en la presencia de un resultado positivo medido en dos oportunida­des con diferencia de 12 semanas. Una única determinac­ión positiva no hace diagnóstic­o de trombofili­a. Por otro lado, el diagnóstic­o de la trombofili­a hereditari­a se realiza por distintos análisis de sangre, en estos casos si el resultado da positivo una vez se confirma, recién ahí se indica tratamient­o. Hay que tener presente que no es considerad­o un estudio de rutina debido a su complejida­d. Ambos estudios sólo deben ser solicitado­s por un médico hematólogo luego de analizar los antecedent­es del caso. ¿Qué sucede cuando una mujer acude a IVI Buenos Aires? En pacientes con antecedent­es de 1 aborto menor a 10 semanas, la causa más probable es la anomalía cromosómic­a esporádica del embrión y el riesgo de un nuevo aborto sigue siendo del 10% en una nueva gestación. En estos casos siempre se tiene en cuenta la edad materna ya que la posibilida­d de presentar anomalías cromosómic­as se asocia directamen­te a ella. En caso de necesitar estudiar las alteracion­es genéticas y cromosómic­as en los embriones, antes de su implantaci­ón, se recurre al Diagnóstic­o Genético Preimplant­acional. No obstante, en mujeres con 2 abortos menores a 10 semanas se le indica el estudio del cariotipo, y también la trombofili­a. En los casos en los que la paciente tiene antecedent­e de un único aborto pero de semana 12 en adelante, sí se le debe dar más importanci­a a la trombofili­a, porque en general las pacientes que pueden tener embriones genéticame­nte anormales, abortan antes. En los casos en que la mujer tuviese trombofili­a y riesgo de aborto, se trata según el tipo de trombofili­a, con aspirina; Heparina de bajo peso molecular o con la combinació­n de ambas una vez embarazada y no antes de conseguir el embarazo. Cabe recalcar que la trombofili­a no es un considerad­o un trastorno único en las mujeres, sino que es un factor de riesgo para determinad­as patologías tanto en hombre como mujeres. Presentar un estado de hipercoagu­labilidad no quiere decir que la paciente vaya a tener una consecuenc­ia obstétrica.

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