“MIS AMIGAS SON MUJERES SANADORAS”
LA DESIGNER IVANA PICALLO CON CLAUDIA VILLAFAÑE Y MARIA INES BREÑA
Sus amigas no dudaron en acompañarla a Madrid y compartir un momento tan especial para la diseñadora Ivana Picallo (40) cuando la convocaron para presentar su colección en la semana de la moda, uno de los eventos más importantes que se lleva a cabo todos los años en el glamoroso Palacio Cibeles. María Inés Breña, la esposa de Guillermo Francella y Claudia Villafañe viajaron unos días después, pero las tres trabajaron mucho para la previa de del desfile. “Disfrutamos un viaje soñado, nos divertimos, hicimos shopping, compras, tomamos el té en el hotel, recorrimos la Gran Vía y locales bonitos como el Corte Inglés, Mango, Zara, Custo Barcelona, entre otros y hasta pasamos por el casino. La última noche después del cóctel en la Embajada Argentina, fuimos a un tablado y nos divertimos muchísimo como en la época de nuestra adolescencia”, cuenta Ivana. “La amistad con María Inés nació hace dos décadas, nos conocimos a través de una amiga en común y me eligió para confeccionarle el vestido de 15 de su hija; a ella la vestí para varias entregas del Martín Fierro y cuando viajó con Guillermo para los Oscar. Es una amiga confidente, sabe escuchar, hablamos mucho, hacemos terapia y también le dedicamos un espacio a nuestros hijos y por supuesto a los tratamientos de belleza y los entrenamientos diarios en el gimnasio. Es una compañera súper cariñosa”, explica con satisfacción y orgullo. Con respecto a Claudia Villafañe, recuerda que la conoció cuando era muy jovencita. “Ella vino a mi primer desfile que organicé en el Museo Renault. Esa tarde me prometió que me había elegido para que le diseñe el vestido a Dalma y eso que faltaban tres años, pero cumplió. Es una amiga especial, a ella no la veo diariamente, pero siempre está. Hace unos días fuimos juntas al teatro, nuestra relación es fuerte, tal vez porque en este momento de mi vida y la de ella es de mayor apertura, maduramos y estamos relajadas. En Madrid nos produjimos juntas para el desfile y en el cierre, después de agradecerle al público, las invité a subir al escenario conmigo. Pedí dos ramos de flores, una con flores con los colores de Argentina, el otro con los de España. Fue una noche mágica, inolvidable, de emociones profundas que jamás olvidaré, porque las amigas curan, miman y acompañan. Estar juntas fue un regalo más que me da la vida. También estuvieron conmigo el día de mi cumpleaños cuando me organizaron en La Dolfina una cena sorpresa”, finalizó.