“EN LA INTIMIDAD LOS DOS TOMAMOS LA INICIATIVA”
LOLA PONCE Y SU MARIDO AARON DIAZ, LA DOLCE VITA
La pareja celebró 5 años de amor por las románticas callejuelas de Florencia. La cantante dice que cada día está más enamorada del actor, con quien tuvo a sus hijas Erin (4) y Regina (2), y que la pasión entre ellos aumentó.
Ver a Lola Ponce (38) es contemplar la plenitud. Casada con el actor mexicano Aaron Díaz (35), con quien tuvo a sus hijas Erin (4) y Regina (2), la cantante rosarina está en la cúspide de su carrera. Después de más de 150 shows ‘sold out’ con el regreso de “Notre Dame de París”, cantó en la cancha del Club Atlético de Madrid ante miles de personas. “Me tomó de sorpresa la convocatoria, apenas terminé mis presentaciones en Florencia, la Entidad Internacional Scholas, El Stadio Vicente Calderón y Marcelo Ruggiero organizaron un evento benéfico. Me conmoví mucho porque ya conocía la obra de ellos. Fue increíble poner mi granito de arena cantando el himno de Scholas en el entretiempo del partido. La música llena mi alma. Sentí el mismo privilegio y la felicidad que me generó la vuelta al musical con la interpretación de Esmeralda en la obra basada en la novela de Víctor Hugo”, se emociona Lola. La actriz habla y su agradecimiento para con la vida se presiente en cada palabra: “Siempre tengo presente que soy una privilegiada de vivir de lo que amo gracias a la gente. Mi sitio online Snaplola.com me ayudó a abrirme aún más como artista y lograr una comunicación más directa con las personas. Y en la página trato de retribuirles tanto cariño”.
La felicidad de Ponce también aparece a flor de piel cuando menciona a sus hijas y a su marido. “Mi familia es mi razón de ser. En Miami, que es donde está nuestra base más allá de que viajamos mucho por trabajo, me siento plena. Cuando veo a las niñas y a Aaron no necesito nada más”, dice la modelo que conserva su espléndida figura gracias a una sana alimentación y a sus clases de pilates tres veces por semana. Lola se define como una madre y esposa amiga: “Intento acompañarlos en todo, darles lo mejor de mí. Es el ejemplo que me dieron mis padres y hermanos: el amor, la unión y contención. La llegada de Erin y Regina me hicieron la vida perfecta. ¡Amo
“Mi familia es mi razón de ser. En Miami, que es donde vivimos la mayor parte del año, me siento plena”.
ser mamá junto a Aaron, que es un galán en esencia, un príncipe de verdad! Admiro su integridad como hombre, sus valores, ¡todo! Siempre pertenecí a él”. Y con la misma determinación concluye que, si bien no buscan el varón de la familia porque así están perfectos, la pasión entre ellos es cada vez mayor: “Todo el tiempo me enamoro más de Aaron, nos entendemos con sólo mirarnos. Nuestra conexión se incrementa con los años y se evidencia hasta en la intimidad, ¡donde los dos tomamos la iniciativa! Es mi amor eterno”.