Epilepsia, deporte y ejercicios
El miedo a las crisis epilépticas suele motivar excesivos cuidados y restricciones por parte de padres, familiares y médicos. Sin embargo, afortunadamente, existen estudios que demuestran el beneficio de la actividad física regular en los pacientes epilép
La epilepsia se caracteriza por convulsiones, ausencias o actos automáticos provocados por descargas eléctricas anormales de las neuronas cerebrales. La primera línea de tratamiento corresponde a los fármacos antiepilépticos, aunque también es importante una buena nutrición, higiene de vida y un sueño adecuado. Si bien las personas que padecen epilepsia pueden tener espasmos musculares violentos o incluso perder el conocimiento, hoy está claro que ello no las incapacita para realizar actividad física. Los pacientes pueden practicar deportes ya que no existe base científica para impedir su realización. Está demostrado que tanto el ejercicio físico como el intelectual reducen la posibilidad de sufrir una crisis epiléptica. Por ello, es bueno estimular a la persona a que realice deporte. Numerosos estudios científicos demuestran la reducción del número de crisis en pacientes en la medida que mejoran el estado físico y la oxigenación a través de un programa de ejercicios. Incluso varios trabajos en chicos no mostraron diferencia en la incidencia de accidentes entre los epilépticos y los no epilépticos durante las actividades diarias o la actividad deportiva. ¿Cuáles son, entonces, los deportes recomendados para los pacientes epilépticos? Los niños que no tengan controlada la pueden hacer casi todo tipo de deportes tomando siempre las precauciones adecuadas, procurando hacerlos en equipo, con más gente alrededor. Los deportes sin riesgo para la epilepsia son running, gimnasia, danza, tenis, paddle, básquet, hockey, fútbol y ping-pong. Los siguientes, en tanto, están desaconsejados para aquellos que no tienen controladas sus crisis epilépticas, por el mayor riesgo de traumatismo severo o muerte si una de éstas se produce durante la práctica: paracaidismo, tiro con arco, caza, escalada, andinismo, esquí acuático, vela, surf, automovilismo, motocross y buceo con tanque. NO existen estudios que demuestren que los deportes de contacto como rugby, hockey y otros, induzcan crisis, razón por la cual las personas que padezcan epilepsia no deberían excluirse de su práctica. Los deportes acuáticos como la natación son considerados seguros siempre y cuando las crisis estén controladas y el paciente esté siempre acompañado por alguien que lo supervise de forma directa. En el caso de la equitación o el ciclismo, se deben tomar ciertas precauciones como el empleo de protectores de cabeza, piernas y rodillas, para prevenir posibles fracturas tras una caída durante una crisis epiléptica. En síntesis, se puede practicar la mayoría de los deportes y sólo -por prevención de accidentes- están limitados unos pocos (buceo, andinismo, etc) que, claramente, son los menos frecuentes en clubes y colegios. Sobre lo que no hay duda es que el ejercicio físico comporta múltiples beneficios psicológicos, disminuyendo el estrés y mejorando la autoestima y la depresión. La práctica deportiva, en cualquiera de sus manifestaciones, tiene una dimensión social muy amplia. En este sentido, el deporte cuenta, entre sus cualidades más constructivas, con su capacidad de integración. La actividad física es claramente muy beneficiosa para todos los pacientes con epilepsia.