“FUE UN VIAJE DE UNION FAMILIAR”
LOS ANDINO DE VACACIONES EN PLAYA DEL CARMEN
Aprovechando el pequeño break del receso escolar de sus hijos, Carolina Prat (42) y Guillermo Andino (49) armaron las valijas y partieron hacia la Riviera Maya. El mar cristalino y las arenas blancas de Playa del Carmen, en el sureste mexicano, fue el sitio elegido no sólo por su belleza natural. “El lugar es soñado pero para nosotros también tiene una carga muy especial. Ya que allí fuimos de luna de miel hace 17 años”, cuenta la pareja. Y hacia allí partieron junto a Sofía (16), Victoria (9) y el pequeño Ramoncito (2).
“El valor agregado que tenía para nosotros era el hecho de poder estar todos juntos las 24 horas del día. Porque durante el año cada uno está con sus propias obligaciones y amigos y la relación no es tan fluida”, aseguran. Alojados en Family Concierge, con la tranquilidad que brinda el concepto LUXEclusive, emprendieron una verdadera aventura cada mañana.
“Con Guille allí habíamos proyectado la familia que hoy tenemos. Por eso vernos todos juntos disfrutando de ese lugar, fue como el cierre de tantos sueños. Es como el broche de oro de nuestro amor. Además, la experiencia de ver a ‘Monchi’ reaccionando ante cada cosa nueva, fue maravilloso. Como es un lugar tan natural, hay animalitos en todos lados. Monos, coatìes, lagartijas, tortugas de agua… Hasta hicimos snorkel junto a manta rayas y mini tiburones”, cuentan aún con la emoción de la experiencia vivida.
“Tina, que es la señora que nos ayuda en casa desde hace 15 años viajó con nosotros para cuidar a Monchi cuando el sol estaba muy fuerte o nos íbamos a nadar. Pero para mí también fue muy buena la posibilidad de compartir tanto tiempo y charlas con mis hijas. Y, aunque estábamos sólo rodeadas de Naturaleza, un día nos fuimos hasta el centro, con callecitas muy agrestes, y las chicas hicimos un poquito de shopping en Victoria’s Secret que es la debilidad de Vicky. También comimos en un lugar increíble que se llama ‘Aldea Corazón’ y que está en medio de piedras y árboles”, confiesa Carolina.
“Fue un viaje maravilloso; muy rico porque nos sirvió para estar en familia todo el tiempo. Fue afianzarnos como familia; estrechar el vínculo que tenemos como pareja y padres de tres hijos con edades tan diferentes. Allí estábamos todos, todo el tiempo juntos. Y, aunque con Guille somos padres siempre muy presentes, esta vez nos tuvieron más como mamá y como papá para charlar, jugar y compartir horas frente al mar”, relata la pareja que hoy festeja con humor las nuevas ocurrencias del pequeño “Monchi” que imita sin descanso el característico sonido de los monos y coatíes.