EMOTIVO REENCUENTRO CON LO MAS EXQUISTO DEL CINE Y EL GENERO MUSICAL
MARISOL OTERO PRESENTO “MUSICALES ON THE ROCK'S VOL. 2“: SUPREMA CALIDEZ EN CONCIERTO
Instalada como una de las artistas más representativas del género musical, Marisol Otero acaba de presentar su segundo trabajo discográfico “Musicales On The Rock’s Vol.2” en el nuevo teatro Ludé, donde, una vez más, enfatiza su versatilidad vocal imponiéndose desafíos sin sostener su talento en la comodidad y en la simpleza de lo conocido. Aquí se atreve a demostrar – y mostrar- que estamos frente a una artista que sabe contar, a través de su voz, las historias más emotivas. Precisamente de eso se trata la comedia musical, de contar con música lo que no decimos con palabras. Momentos de emoción se entrelazan con giros humorísticos, a cargo del cantante, actor y coreógrafo Charly G. Juntos cantan “La Bella y Bestia”, un clásico casi imprescindible dentro del repertorio de quien protagonizara a “Belle” en el año 1999 – luego en el 2010, en el rol de la tetera- en la mega producción de Disney. Pero más allá de lo previsible, Marisol sorprende con un nuevo repertorio de canciones, hasta el momento, nunca antes cantadas en español: “”Se Que Mi Vida Doy Por Tí”, “Bui Doi”, “Aún Creo”, de “Miss Saigón” ( de impecable contundencia escénica) “Papá, ¿Puedes Oirme?”, de la película “Yentil”, protagonizada y cantada por Barbra Streisand (sólo alguien con mucha calidad, seguridad y audacia se atrevería a tanto) y “Desafiando a la Gravedad”, tema emblemático, y uno de los más difíciles, por su nota final, del multipremiado musical “Wicked”. La dirección musical de Guillermo de Medio logra acompañar con sus cinco músicos y dos coreutas los matices que exige cada canción: “Un Cambio en Mí”, “Vivirás en Mi Corazón” y “Si No Estás a mi Lado”; hermosas melodías reconocibles, pero en este caso, coloreadas por el amplio abanico sonoro de la protagonista. Hubo artistas invitados en cada una de las funciones; Juan Rodó, Patricia Sosa, Patricio Arellano y la sorprendente Claudia Tejada, en la función que asistió quien escribe, y junto a cada uno de ellos, compartió un íntimo momento de anécdotas, agradecimientos, para finalizar en una performance irrepetible. Las coreografías de Cecilia Estevez – otra grande el musical- enmarcaron de manera generosa la puesta en escena de Omar Calicchio y la propia Otero. Decenas de niños invadieron el stage con entusiasmo para cantar “Over the Reinbow” y redoblar un concierto, que ya a esta altura, cantando “Somebody to Love”, se transformó en una reunión de amigos con un solo compromiso en común: compartir la pasión por lo que uno ama, y en este caso, la música y las canciones de una Marisol Otero que sigue creciendo, se aggiorna y por sobre todo, se consagra como una legitima artista con gustos y sabores exquisitos.