“SEDUZCO CON MI SENTIDO DEL HUMOR”
NICOLAS FRANCELLA, INTIMO
Su profesionalismo queda evidenciado desde antes que se encienda el grabador. Nicolás Francella (26) llega al encuentro con CARAS cuando aún faltan cinco minutos del horario acordado, de notable buen humor y con los libros estudiados. “Me gusta leer en casa tranquilo y tener la noche libre”, argumenta mientras encarga su desayuno y saluda con afecto a cada uno de los mozos del bar de Pol-ka. “Hoy me tocó grabar a las 10 aunque siempre es más temprano. Es como si fueran las dos de la tarde para mí”, aclara.
Antes de ingresar al set (donde grabará hasta última hora de la tarde) el actor, hijo mayor de Guillermo Francella, habla de la satisfacción que le produce componer al carismático y seductor barman de “Las Estrellas”. Aclara que el physique du rol de “galán” no lo representa y que la popularidad de la tira éxito de “El Trece” le abrió las puertas a un mayor caudal de público femenino.“Me hacen elogios muy originales que me hacen reir mucho aunque, en general, las mujeres son más recatadas que los tipos”, remarca. Alejado de su histriónico personaje, “Nico” confiesa que a la hora de la conquista siempre tuvo “poco de encarador, aunque cuando me interesa alguien voy al frente”. Y, algo sonrojado, reconoce que el atributo que más le halagan las mujeres son sus ojos claros. “Pero siempre seduzco con mi sentido del humor”, retruca.
Aunque no es exigente con su imagen, dice que disfruta de verse bien.“No me visto con lo primero que encuentro. Me cuido un poco pero tampoco llego a ser coqueto. Me gusta salir a correr cuando el trabajo me lo permite, hago fútbol una vez a la semana y el gimnasio me da fiaca, jamás pagué uno”, admite al mismo tiempo que detalla su rutina inalterable de cuidados estéticos que incluye aceites es-
cenciales de aromaterapia y gotas de colirio cada mañana. “No es por belleza pero me he acostumbrado al colirio en los ojos. Me despierta más y se me despegan los ojos. Todos en mi familia lo hacen y lo he mamado. Y utilizo a diario los productos Oleo 31; son aceites y cremas tipo mentoles que se aplican sobre el rostro y te relajan cuando te duele la cabeza. Me armé un mini necessaire donde los guardo y llevo a todos lados”, explica.
A medida que transcurre la entrevista, cauteloso, Nicolás se anima a abrir las puertas de su universo más íntimo. Si bien cada proyecto laboral lo completa, su inmejorable presente sentimental también es motivo de su plenitud. En pareja con la publicista Candela Yanigro, se reconoce protector, detallista y atento a su “chica”. “Está terminando de estudiar Publicidad y trabajando en esa área. La conozco de toda la vida pero nunca fuimos amigos. Ya hace un año y medio que nos estamos viendo y todavía no convivimos”, relata sobre la bella morocha de quien asegura jamás lo celó. “Los celos nunca fueron un problema; de hecho empezamos a salir con ella ya conociendo mi profesión. Gracias a Dios mi novia es una leona total y tiene gran personalidad. Y yo la cuido mucho en ese aspecto, a que no se encuentre expuesta ni se sienta perjudicada. Obviamente si estreno algún proyecto va a venir pero trato de no compartir fotos o lo que hacemos para que no se vuelva algo tan abrumador”. Al momento de agasajar a su novia cuenta que disfruta hacerle una rica comida en la que no puede faltar un buen vino y excelente música. “Al estar todo el día laburando los dos hacemos planes más caseros pero tratamos de ir variando. Me gusta mucho agasajar y cocinar en casa con algo de jazz de fondo. Mi mejor plato es el ceviche”, admite.
Hermano de Johanna “Yoyi” Francella (23), con quien comparte la profesión, se reconoce “cuida” aunque lo justo y necesario.“Es mi hermanita y soy un hermano muy protector. Sin embargo, ella tiene su personalidad y no es para nada sumisa”, señala y, como buen familiero que es, no deja
“Mi novia es una leona total. Tiene personalidad y no es para nada celosa”.
de mencionar los clásicos asados de cada domingo en los que se reúne todo el clan Francella. “Con mi papá compartimos la pasión por los asados y por Racing”, destaca.
Fanático de la arquitectura, dice que cuando se fue a vivir solo (hace dos años y medio) mandó a diseñar a medida cada mueble de su hogar y hasta montó una barra de tragos frente al living para agasajar a sus comensales y tomarse “un wiskicito” por la noche. “Amo la ambientación, la decoración y el diseño. Mi casa la fui armando de a poco, nunca había vivido solo y disfruté mucho de todo el proceso. Para mí es como mi terrenito, mi universo”, cuenta y deja al descubierto su secreto TOC.“Todas las cortinas, las que son black out, tienen que estar niveladas”, se sincera.
Con nuevos proyectos para filmar en cine el año próximo, aunque prefiere no adelantar mucho, “por cábala”, reflexiona desde la madurez y la sabiduría propia del camino transitado. Dice que lo más lindo de la profesión es poder transformarse, incursionar en distintos papeles y jamás estancarse. “Me gusta la rutina de grabar una tira. Ya había hecho cine y teatro el año pasado y ahora disfruto de la tele. Lo más lindo es ir variando”, analiza el actor cuyo debut como actor en el filme “Corazón de León”, junto a su padre, significó el inicio de una ascendente carrera artística. Afianzado y con la experiencia adquirida en los últimos años, dice con certeza que hoy elige cada proyecto si realmente le representa un desafío y acude a su padre como primera fuente de consulta. “Y siempre lo será”, concluye.