“CREO EN LA VOLUNTAD DEL DESEO”
MARTA MINUJIN DESPIDE EL AÑO HACIENDO ARTE LOS ANHELOS
Una gran estructura inflable de colores se alza en plena Plaza de la República del Perú, a pocos metros del MALBA. Allí, las palabras se transforman en música y el arte se vuelve algo accesible para el público. Parada frente a su “Escultura de los Deseos”, Marta Minujín (74) cierra los ojos y se dispone a pedir, en silencio, lo que anhela para el nuevo año que está a punto de comenzar.
“Espero que 2018 sea mejor que 2017. Lo recibiré en el Sur, en el área de los Siete Lagos. La naturaleza me inspira y me conecta. Creo que detrás de cada árbol, río o montaña, hay arte. Amo lo natural”, dice.
La pieza, que fue visitada por 1.700 personas por día desde el viernes 15 hasta el sábado 23 de diciembre, tenía 15 metros de altura y estaba realizada en material inflable pintado a mano en tonos flúo y brillantes. La misma fue desarrollada por la artista plástica en conjunto con una reconocida tarjeta de crédito . “Mi arte es imposible e irrealizable. Son milagros”, revela.
La magnánima obra tenía por objetivo invitar a quien pasara por allí a exteriorizar su deseo para el nuevo año. Uno podía grabar su pedido e ingresar al corazón de la misma al sonido del canto de los pájaros, música en la que se transformaba cada anhelo.“Las aves son libres y viven en el aire. Yo quería que la gente experimentara eso. Era la anti-escultura. Con el agregado de efectos especiales cobraba vida para que la gente pudiera participar y vivir en arte”, asegura.
“Fui todos los días que estuvo expuesta. Desear levanta el espíritu, y yo deseo desear siempre. Creo en la voluntad del deseo. Soy una convencida de que si uno pone todas sus fuerzas en eso que quiere, se termina haciendo realidad”, concluye.