“CELEBRAMOS SIETE AÑOS DE AMOR”
PATRICIA DELLA GIOVAMPAOLA CON EL FILOSOFO FRANCES
La Comezón del Séptimo Año parece no afectarlos, y se los ve tan unidos y enamorados como el primer día. El navideño lunes 25, Patricia della Giovampaola, abrazada con su gran amor, el filósofo francés Jean-Paul Enthoven, salió de almorzar de La Huella, en José Ignacio, alrededor de las 15:00 horas, con un look beach-chic donde preponderaba el blanco, armonizando con el color también elegido por el intelectual. “Punta del Este forma parte de mi vida desde que era chica. Vine a los 18 años y después volví para hacer televisión para Canal 12. Ahí lo conocí a Rodrigo (D’Arenberg, su ex esposo que falleció en 2007)—explicó Patricia, antes de referirse a su gran amor, de quien se enamoró hace siete años—. Es una muy buena persona, es muy buen mozo y es muy inteligente. No le gusta salir de noche, es sano, no fuma, no toma. Nunca me aburro con él: le pregunto sobre política, sobre economía, literatura. Lo conocía por haber escuchado hablar de él en París y por haber leído sus artículos. Una amiga me lo presentó en un evento, después lo volví a ver… fue todo muy natural”, agregó.
Jean-Paul Enthoven, especialista en la obra de Proust, había trascendido en las revistas del corazón por haber vivido un romance con la cantante y modelo italiana, actual esposa de Nicolas Sarkozy, y ex Primera Francesa, Carla Bruni. Pero desde hace siete años, Enthoven encontró en Della Giovampaola un sentimiento profundo y estable. “Mi amor por Jean Paul se dio de manera muy paulatina, porque la verdad es que pensaba que jamás iba a volver a enamorarme. Este amor me trajo paz interior y armonía—admitió en una entrevista Patricia, quien adora viajar, realizar largas caminatas en pareja, y compartir el universo del intelecto—. Me hizo amar la literatura francesa y conocer escritores muy importantes, como Umberto Eco. También amamos con locura el cine y siempre intercambiamos libros sobre el tema. Nuestras discusiones pueden ser muy pasionales, aunque, como buen francés, él puede mostrarse más encendido. Yo, en cambio, suelo ser más tranquila”, concluyó.