“ME DUELE CUANDO ME JUZGAN SIN CONOCERME”
SOL PEREZ: UNA DIOSA EN CARLOS PAZ
En poco menos de un año, la vida de Sol Pérez (23) cambió por completo. Su paso por el “Bailando…” le otorgó una cuota de popularidad con la que convive de manera permanente. Los pedidos de “selfies” y saludos personalizados se repiten por docena en cada una de las apariciones públicas que la joven hace en Carlos Paz, la ciudad en la que se encuentra instalada y protagonizando “La Isla Encantada”, una de las obras más taquilleras de la villa serrana junto a un elenco de primeras figuras. Sin embargo, a pesar de ser una de las figuras femeninas del momento, “La chica del tiempo”, como se la conoce popularmente por dar el pronóstico del clima en las mañanas de TyC Sports, asegura que vive su vida con total normalidad y que aún no tomó dimensión de todo lo que le ocurrió en los últimos meses.
“No tuve oportunidad de detenerme a pensar en lo que me pasó, lo que viví, o tal vez sea que no quiero hacerlo. Entiendo que fue algo completamente positivo y hoy me toca atravesar cosas que nunca pensé que me llegarían. Fue un año muy exitoso en el “Bailando…”, llegar casi a semifinal y estar dentro de las últimas seis parejas del certamen, para mí que venía sin ser conocida fue como ganar. El cariño de la gente es algo que aún me sorprende. Que vengan y te den un abrazo o un beso personas que nunca viste es muy gratificante. Y tampoco imaginé nunca estar en Carlos Paz disfrutando de una temporada de teatro, algo que hasta hace poco veía muy lejano”, reconoce Pérez.
—¿Esta exposición la obligó a realizar cambios en su rutina diaria? —En mi vida personal no cambió nada porque yo no tengo amigos del medio, ni estoy inserta en una burbuja. Entiendo cuál es mi trabajo y cuál es mi vida. Si algún día no tengo trabajo no se me derrumbaría todo lo que he conseguido porque mis amigos son los de siempre y mi rutina diaria trata de ser la de antes de tener este nivel de exposición. Además, cuento con la permanente compañía de mi familia y me refugio mucho en ellos en estos momentos de tanto trabajo.
—En las redes sociales se ve que lucha mucho contra los prejuicios.
¿Cómo convive con eso?
—Es una lucha día a día contra esos prejuicios, una batalla constante contra una sociedad que no cambia su forma de pensar. Yo ya no lo sufro y es mi manera de vivirlo, sé que hay otros que lo viven distinto. A veces te cansás de luchar y de intentar derribar los pensamientos del otro. Es difícil. Uno tiene la posibilidad de comunicar en este lado de la pantalla y ser consciente que eso genera repercusiones y con eso hay que convivir. Tengo personalidad muy fuerte y prácticamente ya no me afecta, pero hay días en los que leer en redes comentarios prejuiciosos o agresivos te golpea, te duele. Son días en los que uno no está tan bien y tal vez algunos comentarios hirientes pueden hacer que se te venga el mundo abajo y te parece que es lo peor que te pasó. De todas maneras, una de las cosas que más me sorprende es la gran contradicción en este mundo artístico respecto a las fotos que algunas mujeres pueden sacarse y otras no. —¿Cómo es eso? —Hay modelos que son flacas, altas, que tal vez no tienen cola ni lolas y pueden sacarse las fotos que quieran sin ser criticadas. Ellas no van a ser grasas, ni van a ser consideradas como una piba fácil, sino que va a ser artístico y recool. Sin embargo, las que nos sacamos la misma foto, en la misma pose, pero somos chicas más rellenitas o tal vez más voluptuosas, eso lo hace grasa. Hay cuerpos que se pueden mostrar y otros no. Es una contradicción constante y eso es lo que me genera ira y me molesta mucho. Vas a una fiesta y tu vestido no es adecuado para tu cuerpo. ¿Por qué no? La chica alta y divina se puede poner el mismo vestido que la que tiene algunos kilos de más. Siempre digo que no importa lo que te ponés, sino cómo lo llevás. Creo que hay que fijarse más en la vida de uno, que seguramente hay cosas para corregir, que estar mirando a los demás. Me molesta cuando me critican y me juzgan sin conocerme.
—No se le conoció novio en todo 2017. ¿Cómo está su corazón este verano?
—No soy de compartir mi vida privada, entonces cuando encaro una relación o salgo con alguien, no lo digo. El medio es muy cruel, a veces uno está acostumbrado, pero tu pareja no, se ve como asustado… Entonces trato de preservar a la otra persona, porque tal vez no está acostumbrada a ese juego. Si comienzo algo, prefiero no decir nada, disfrutarlo y cuando la relación avance poder darla a conocer.