“HAGO VIDA SANA PERO SIN EXTREMOS” TOMAS FRICHER Y SUS SECRETOS FIT
A partir de una lesión lumbar, el conductor se inclinó por el yoga y la natación para evitar el impacto. Además, hace una dieta proteica, no fuma ni toma alcohol. ¿El permitido? Una porción de chocotorta a la semana.
La vida de Tomás Fricher (34) está apoyada en dos pilares: la conducción y el deporte. Con un pasado como tenista, cuando viajo de muy joven a entrenar a los Estados Unidos, el conductor conserva intacta la pasión por la actividad física. Una reciente lesión lumbar le abrió las puertas a un cambio de vida, que incluye el yoga, la natación y un cambio integral en su alimentación.
En el cierre de una temporada que lo tuvo al frente de dos eventos auspiciadas por CARAS en el parador Ovo Beach, en Punta del Este, como fueron el “Beach Soccer Internacional” y la exhibición de “Futevolei”, “Tomy” habla de su intenso presente y proyecta un futuro lleno de desafíos. —Se lo ve cambiado físicamente, ¿Qué ejercicios practica?
—Todo surge por una lesión en la lumbar, por la que estoy obligado a hacer las cosas con mayor cuidado, y desde ese lado empecé a entrenar distinto y a comer muy sano. Intento cuidarme mucho con las comidas desde el placer. Por suerte desde chi-
co siempre en mi casa me inculcaron a comer todo con ensalada, y además consumo mucha proteína. Siempre trato de disfrutar, así que si me quiero comer una chocotorta la como, pero en lugar de comer una porción por día, como una por semana. Me cambió el cuerpo. Ayuda que no tenga vicios perjudicales para la salud, como el alcohol y tampoco fumo, eso me ayudó a estar bien a mis 34 años. La vida sana está buena, sin irse al extremo del exceso.
—¿Cambió su entrenamiento a partir de la lesión? —Estoy entrenando distinto. En su momento nadaba bastante y hoy en día lo hago cada vez que puedo; adapto el entrenamiento al lugar en el que estoy. Puedo entrenar en el cuarto del hotel o en un parque, todo tiene que ver con cuidar la zona lumbar y fortalecer la zona abdominal. Eso hizo que me cambie el cuerpo y a la vez estar bien con uno mismo. Toda la vida hice ejercicio. Jugué al tenis desde los 8 años y a los 14 me fui a Estados Unidos a entrenar. También practiqué esquí acuático, de nieve, voley, handball... para mí el deporte es parte de mi vida. Hoy lamentablemnete por esta lesión tuve que limitarme en algunas
“En 2016, pasé 8 meses viajando y 4 en mi casa. En 2017, bajó el porcentaje pero hice temporada de invierno y verano. Se hace difícil la vida sentimental porque requiere mucha confianza del otro.”
cosas. Al fútbol no estoy jugando por el impacto así como tampoco puedo correr, pero puedo andar en bici, nadar y hacer cosas que me encantan. Y por suerte puedo esquiar, algo que me apasiona. —¿Probó con el yoga? —Sí, hice una clase y me encantó desde lo postural. Voy a tratar de seguir incorporándolo a mi vida porque me va a ayudar desde el punto de vista de la elongación. Lo que sí me ayudó muchísimo para atenuar el dolor fue hacer RPG. Me vino bárbaro y fue un cambio, un antes y un después, y me permitió hacer deporte al estilo que a mi me gustaba, más intensivo. Para mí deslizarme en una montaña es algo increíble y haciendo RPG, el año pasado viví un invierno increíble. También puedo hacer vela y disfrutar de la vida de deportista que es algo único e increíble. Ahora estoy en Montevideo después de un verano de mucho viaje, así que vuelvo y voy a retomar el yoga que me ayuda a cambiar el físico y a encontrar un camino en la vida del entrenamiento. Es una manera de estar bien conectándose con la respiración, la energía, conocerse y encontrarse con uno mismo. Encontrarse bien con uno mismo hace que podamos fluir.
—¿Cómo fue su temporada en Punta del Este?
—Trabajé todo el verano y conduje varios eventos, entre ellos muchos desfiles. El contacto con Enjoy y Ovo Beach a través de la revista CARAS fue muy fructífero. Vengo viajando desde lo profesional y me encuentro en un momento increíble donde estoy conduciendo eventos importantes y disfrutando del contacto con la gente, cosa que hace que cada trabajo sea único e irrepetible. Es encontrar placer absoluto en lo que uno hace. Me tocó trabajar en Punta del Este cerca de la playa, algo que te da una energía única. Aparte de esto, las marcas que me llaman confían en mí y eso hace uno crezca y disfrute del trabajo. Estuve en Punta, de ahí me fui a Pinamar a hacer radio, después en Carlos Paz conduje el desfile de los Vernucci, luego a Mar del Plata al desfile de Leo Paparella, otros tres o cuatro desfiles en Espacio Clarín, y todavía me queda viajar a San Juan, a Posadas, al Chaco, y seguramente vaya a Catamarca.
—Tanto viaje, ¿le permite tener una relación?
—No estoy de novio, estoy en un momento personal muy lindo y con ganas de conocer a alguien. ¿Cómo encaro mi vida sentimental? Sé que soy difícil y complicado porque hace ya muchos años que no paro de viajar y no es sencillo que una pareja acepte o banque todo lo que tiene que ver con no estar en un lugar constante. Este año va a ser distinto porque más allá de que uno está predispuesto a conocer a alguien depende de dónde se encuentre. Los últimos años estuve más afuera que en mi casa. En 2016, pasé 8 meses viajando y 4 en mi casa. En 2017, bajó el porcentaje pero hice temporada de invierno y verano, entonces eso hace que encarar la vida sentimental sea difícil por la confianza que eso requiere, y no es sencillo. —¿Cómo es su vínculo con CARAS?
—Tengo una excelente relación y estoy agradecido porque me dieron la posibilidad de ser parte del mundo CARAS. Me llaman para conducir cada evento y ese vínculo ha crecido día a día, y tener esa relación de confianza con un medio líder como es la revista CARAS me pone contento y me dan ganas de seguir creciendo en la relación. Cada vez que me convocan para un evento, sea el CARAS Glam, el Pink Soccer o el CARAS Moda, me pone feliz.
—¿A qué aspira profesionalmente?
—Estoy en un momento en que estoy haciendo lo que amo. Conducir, comunicar y entrener, es algo a lo que aspiro y lo estoy haciendo. Me encantaría seguir incursionando en este mundo y conducir un programa de entretenimiento o un ciclo para chicos, sería un éxito. Uno también disfruta cuando se vienen proyectos grandes como podría ser el Bailando o un programa de aire, pero vuelvo a lo mismo, uno tiene que buscar lo que anhela y trabajar para eso. Uno crece desde la confianza de poder estar en esos lugares. Siempre con los oídos abiertos para escuchar propuestas, pero con los ojos y la cabeza para incursionar desde lo profesional en proyectos personales y tener aliados como marcas, canales o medios como CARAS.