“VUELVO A LA ARGENTINA SIENDO UN PADRE FELIZ”
ENRIQUE IGLESIAS ANTES DE SU SHOW EN BAIRES
En uno de sus últimos shows, realizado en Budapest, capital de Hungría, hizo un break entre canción y canción, y provocó el suspiro y la ovación de los miles de asistentes: “Me convertí en padre hace doce semanas y les puedo decir dos cosas, sin la menor duda: ¡amo a mis bebés, los amo mucho! Y les agrego algo más: Amo a mi chica y los súper amo a ustedes por estar acá esta noche. Gracias por su lealtad”, dijo Enrique Iglesias (42), refiriéndose a la ex tenista rusa, Anna Kournikova (36), su pareja desde 2001, y a sus hijos mellizos Nicholas y Lucy, nacidos en el mes de diciembre de 2017. El cantante y la deportista se conocieron en la grabación del video “Escape”, cuando ella tenía 20 años y él 26. Hoy disfrutan de una vida tranquila en una isla privada denominada Bay Point, en la parte continental de la Bahía de Vizcaya, enfrente de Miami Beach, donde mantuvieron en secreto el embarazo. Con la llegada de los bebés, sus abuelos, Julio Iglesias y su ex, Isabel Preysler (actual pareja del escritor y Premio Nobel, Mario Vargas Llosa), se permitieron hacer algunas declaraciones compartiendo su felicidad en los medios.
Luego de dos años, Enrique Iglesias vuelve a la Argentina el 7 de abril, para revivir todos sus éxitos en el Estadio GEBA.“No puedo perder la oportunidad de regresar a Buenos Aires, lo que será una gran fiesta, en donde haremos un recorrido musical por todo mi repertorio. El show ha crecido mucho, la banda suena potente y el escenario y las pantallas hacen que sea un show muy interactivo. Creo que todos lo vamos a disfrutar mucho”, le dice a CARAS el autor de éxitos como “Súbeme la Radio”, “Duele el Corazón”, “I’m a Freak” y “Bailando”, entre otros hits. Vendió 100 millones de producciones musicales en inglés y español; y ganó premios Billboard, Billboard Latinos, World Music Awards, American Music Awards, Latin American Music Awards, entre otros.
—¿Qué siente cuando visita la Argentina?
—Que regreso a mis raíces, porque la Argentina siempre ha sido leal conmigo desde que me lancé como cantante. Estoy seguro de que, para todos los artistas, es el país donde todos queremos regresar. Su aplauso cálido y su fans son de los más apasionados de toda Hispanoamérica.
—¿Cuántas veces vino? ¿Siempre se sorprende con algo?
—Ya perdí la cuenta, pero aunque deje de asistir algunos años, el reencuentro es como si me hubiera ido ayer. Ese sentimiento que prevalece, esos amigos que dejas en el camino pero que siempre te acompañan. La Argentina es un país memorable, siempre me sorprende con algo nuevo.
—¿Qué recuerda de la primera vez que viajó?
—Yo era un chaval que cantaba baladas. Recuerdo algunos de mis primeros autógrafos y ahora van a mis conciertos mis fans originales, ya casadas y con sus hijos. ¿Qué mejor regalo como artista que poder ser transgeneracional, y cantarle a públicos de todas las edades? Poder seguir conectando con mi música es mi mayor recompensa. —¿Le atraen los clichés de Buenos Aires: el tango, la carne, San Telmo, la Boca? ¿O le gusta descubrir “secretos” de la ciudad y el país? —Todo eso que dices, me encanta Siempre me pesco un minutillo para darme una vuelta, comer deliciosa comida y tomar una copa con amigos. —Bandas como Coldplay y U2, al igual que otros artistas internacionales, se sorprenden con el público argentino... Dicen que es diferente, más demostrativo. ¿Qué le sucede a usted con los argentinos?
—Creo que la Argentina es una país con mucho arte y cultura de
la música. Si triunfas en esta carrera es porque triunfaste en la Argentina. No importa quién seas, mientras tu propuesta sea honesta y tu música tenga calidad. Me considero afortunado, he sido producto de una constante transformación que me ha llevado por todos los géneros, y mis fans argentinas me han apoyado en cada etapa. Ese es mi mayor regalo.
—Sabemos del amor de su padre (Julio Iglesias) por este país, ¿Cuánto de ese afecto se transmitió a través de su ADN?
—Siempre admiré a mi padre y me queda claro que él fue un gran pionero que nos abrió las puertas a todos. Claro, si me lo hubieras preguntado hace 20 años, ni en sueños habría imaginado que ese público también sería tan leal conmigo. Mi gratitud es eterna, porque demuestra el amor y la pasión que desbordan.
—Desde 2001, está en pareja con Anna Kournikova. ¿El perfil bajísimo que cultivan es parte de sus personalidades, o lo hacen para protegerse de la “Prensa del Corazón”?
—Ese bajo perfil que mencionas tal vez es la clave para que aún permanezcamos juntos. Cada cual tiene su forma, su estilo, pero siempre he sido muy cauteloso de vender mi música, mi trabajo, mi arte, preservando mi vida personal. —La “Dulce Espera” de los mellizos fue un secreto bien custodiado. ¿Por qué?
—Me gusta sorprender y hacer las cosas diferentes.
—¿Es verdad que construyó un “muro anti-paparazzis” alrededor de su residencia de Miami (trascendió que mide 4,8 metros de altura y costó 600 mil dóla-
“Soy padre, pero la vida continúa. Ahora viajo más inspirado y con ganas de volver a casa con mis bebés.”
res)? —No creas todo lo que dicen. En Miami nos conocemos todos. ¿¡Qué muro ni qué muro?! ¡Eso déjaselo a otros! (Risas).
—¿Cómo le sienta la paternidad?
—Soy el hombre más feliz del mundo.
—¿Ahora le cuesta más salir de gira y dejar de estar cerca de sus hijos?
—La vida continúa, sigue su curso. Ahora solamente viajo más inspirado y con más ganas de regresar a casa con mis bebés. Mi pasión es el escenario.
—¿Piensan en tener más hijos, o por el contrario, como decimos en la Argentina, decidieron “cerrar la fábrica”?
—Nunca hay que decir nunca, pero por ahora estamos bien.
—Enrique, ¿cómo se cuida: dieta, ejercicios? —Me cuido consumiendo “comida chatarra” (Risas), y mi rutina es correr y saltar de un lado al otro en el escenarios (Más risas). Creo que heredé una buena genética.
—¿Es fashionista? ¿Le presta atención a la moda?
—¡Qué va! No es mi tema, lo mío son los jeans, las remeras y las gorras. Me muestro honesto como soy y siento que los fans han conectado con mi manera de ser.
—Uno de los piropos más conocidos de las argentinas frente a un artista seductor es: “¡Papito!”. Ahora, más que nunca, se lo van a gritar, ¿está preparado?
—Para las argentinas estoy siempre preparado. Las llevo muy cerca de mi corazón.