“ELLA ES MI MEJOR PARTITURA”
DAMIAN MAHLER Y SU PEQUEÑA HIJA DELFINA
En una persona metódica, organizada y previsora como es Damián Mahler (29), el imprevisto embarazo de su novia Magalí (31), fue un baldazo de agua fría que produjo una revolución tanto en su cabeza como en su vida. Eso sucedió hace cuatro años y ante semejante noticia, enfrentó el desafío y puso toda su energía y su amor en esperar a su primer hijo. Transcurrieron las nueve lunas y un 12 de junio de 2014 nació Delfina. “Cuando la vi nacer, fue una sensación profunda e indescriptible. Sólo me surgía llorar”, dice Damián mientras espera ansioso festejar el Día del Padre. Asegura que desde entonces, junto a su pareja, transita un camino de crecimiento y la obligación a crecer, a dejar de dar vueltas, a ponerse firme y saber que la vida cambia por completo. “Es tan hermoso que no me canso de repetirme lo bueno que fue ser padre joven ya que en mi generación eso no es tan común”.
Pareciera ser una constante de su vida y una de las características de su personalidad ya que siempre fue a destiempo de lo que la sociedad impone. “Siempre fui así. Cuando estaba en el secundario, mis amigos hacían otras cosas y a mi lo único que me importaba era tocar el piano. En verano nos juntábamos para ir a la pileta y yo iba sólo un rato porque después me encerraba con los teclados”.
Angel Damián —así figura en su documento— es el hijo del reconocido músico Angel Mahler (57) que formó la inolvidable dupla artística junto a Pepe Cibrián Campoy (70), instalando el género de la comedia musical con grandes puestas como “Drácula”, “El Fantasma de Canterville” y “El Jorobado de París”, entre otros éxitos de la escena nacional. “Iba al Luna Park, con papá. Presentaban `Drácula´ y era conmovedor estar ahí. Todo era interminable y magnífico. El estadio atestado de gente, la música que vibraba en cada rincón y se sentía adentro del cuerpo. Me sentía insignificante en semejante escenario. Era tan fuerte que fue inevitable no querer reproducir eso en mi vida”, recuerda.
Ahora, es él quien tiene la posibilidad de semejante desafío y responsabilidad con el libro, las letras y la música original de “Siddharta” junto a Germán Barceló que acaba de estrenar en el Teatro Broadway con la dirección general de Flavio Mendoza y protagonizada por Karina “La Princesita” Tejeda, Osvaldo Laport y Facundo Mazzei. Un show circense en el que se cuenta una historia a través de canciones. Un espectáculo artístico y tecnológico musical con más de 40 artistas en escena que —entre otras cosas— tiene una pantalla gigante de led que emerge del piso. “Estoy cumpliendo un sueño. Es mi primera gran oportunidad y tal vez sea mi mejor momento artístico y personal. Componer es lo que más me gusta pero dirigir es abrazar a los músicos y unir las almas”, confiesa. Algunas veces va a los ensayos con la niña: “Delfi disfruta venir al teatro conmigo y se interesa por todo lo que tiene que ver con la música. Le gusta ejecutarla, bailarla, cantarla y es sorprendentemente afinada. Ella tiene sus propios instrumentos de percusión y una guitarra que era mía y a la que ya le rompió una cuerda. Inventa melodías y es muy creativa”, cuenta riendo. La presencia de la niña en ese ámbito lo retrotrae a su propia infancia: “Mis padres nunca me dieron ese mandato y yo haré lo mismo con mi hija. Sí la voy a incentivar” y agrega: “Está descubriendo que hago canciones y eso la fascina. El otro día me dijo: `Yo no sabía que vos escribías canciones en tu computadora´, y yo me derretía. Ahora me admira más”, y agrega: “Tal vez a ella le suceda lo mismo que a mí que tuve la suerte de que se haya despertado en mí una vocación muy fuerte en una edad temprana. Tuve el privilegio de nacer en una casa donde la música estaba siempre muy presente y todos tenemos una gran sensibilidad musical y si bien no existía el mandato, los genes no fallan”.
A pesar de las exigencias que le impone el exitoso mega espectáculo, se hace tiempo para estar con la niña y como el teatro queda cerca
“Siento que Delfi me cambió la vida y me hizo mejor persona. Antes de ella la música era mi horizonte y ahora mi horizonte es ella”.
de su casa, a veces, entre función y función, pasa a buscarla. “Delfi me cambió la vida y me hizo mejor persona. Antes de ella, la música era mi horizonte y ahora mi horizonte es ella, a quien llego a través de la música porque es nuestra forma de vincularnos”. La niña lo mira y el le sonríe. Se besan y se hacen cosquillas. Se disfrutan mutuamente. “Ella es el por qué de todo y el motivo de cada cosa que emprendo. Es mi mejor partitura”.
Con la felicidad que significó en la pareja la llegada de Delfina, piensan en un futuro no tan lejano, agrandar la familia. “Eso es un acto de valentía para el que todavía no estamos preparados ahora pero más adelante me gustaría tener un varón y llevarlo a la cancha a ver a Racing. Eso no lo hago con Delfi y son cosas copadas para compartir con un hijo. Con mi papá íbamos mucho al `cilindro´ pero ahora miro por televisión porque prefiero estar con ella y cuando grito los goles se asusta. Ella disfruta otras cosas”.
La pequeña Delfi, además de ser primera hija, también es primera nieta de Angel Mahler. “Lo hice debutar como abuelo. A ella le encanta ir a su casa porque tiene perros y más espacio para jugar. Además la malcría bastante”, dice riéndose del permiso que le da a su padre y agrega: “Hay mucha onda entre ellos. Se vinculan bien y comparten los juegos con el piano. Se van al estudio y se divierten con los teclados”. Angel es el produtor de “El Vestidor”, el espectáculo que se presenta en el Paseo la Plaza y está protagonizado por Arturo Puig y Jorge Marrale. “La llevé al estreno para que vea a su abuelo y estaba re contenta. Nos quedamos sólo un ratito porque es una obra para adultos, pero ella se quería quedar más tiempo. Le tiene mucho cariño a su abuelo. Lo acaricia, lo agarra. Nosotros estamos acostumbrados a manifestar nuestros sentimientos así y es muy lindo”.
Claro que Damián es consciente de lo rápido que pasa todo y por eso se dedica a estar el mayor tiempo posible con la niña. “Con ella todo es intenso y anhelo que podamos mantener este vínculo toda la vida. Ser padre es un camino muy largo y a veces pueden haber quiebres que no quiero que sucedan. Quiero seguir mirándola a los ojos y encontrar la pureza en ese cruce de miradas. Todos los días y a cada rato le digo que la amo”, dice con ternura y concluye: “En algún momento lastimé a mis padres. Necesité sacarlos del pedestal y humanizarlos para después reconstruirlos. A ella le puede pasar lo mismo y seguramente va a doler. Me interesa estar alimentando esta relación y que ese Wi Fi natural que nos tenemos, nunca se corte”. Es inevitable pensar que tal vez el día de mañana la familia se una en un escenario: “Es algo que nunca hablamos pero está latente en nosotros y tal vez por eso está demás decirlo. Sería un broche de oro unirnos artísticamente con mi papá, mi hermano Emanuel, Delfi y yo”, dice el músico, quien además está componiendo canciones para una serie de Disney que verá la luz el próximo año. “Hice una audición en la que presenté mi propuesta y me aceptaron. Durante mucho tiempo planté semillas y de pronto me di cuenta que el árbol creció y está súper grande”, concluye. Una metáfora que resume su presente.