“AMO DIVERTIRME CON MIS AMORES”
CARLOS VIVES, EN FAMILIA
Reconocido en el mundo desde los años ’90 por mezclar su música colombiana –como la cumbia y el vallenato con el pop y el rock- y como uno de los artistas más dúctiles de América, Carlos Vives (56) decidió tomarse un “break” con su familia. Y acompañado por su esposa, Claudia Elena Vásquez (43), y dos de sus hijos, Elena (12) y Pedro Vives (10), aprovechó su estadía en Chile, donde brindó un show en el Movistar Arena, y se trasladaron hasta el “Parques de Farellones” (el único parque de entretenimientos en la montaña ubicado a sólo 32 kilómetros de Santiago), en plena Cordillera de los Andes. Allí disfrutó de un fin de semana a puro esquí. “La nieve nos divierte mucho. Siempre que pasamos por Chile o por la Argentina aprovechamos para esquiar y hacer acti-
vidades recreativas con los chicos. Ellos ya son todo unos expertos sobre la nieve. ¡Amo divertirme con mis amores!”, contó el cantante quien el 4 de noviembre brindará un show en el Hipódromo de Palermo, luego de haber agotado las localidades para tres Teatros Gran Rex y un Estadio Luna Park.
Inseparable de su familia, Carlos suele viajar con su esposa y sus dos hijos menores, ya que tiene otros dos de sus anteriores matrimonios. El cantante se reconoce “muy familiero” y confiesa que no le gusta la tecnología ni las comunicaciones por teléfono, y que por ese motivo siempre viaja con sus afectos más allegados. “No me gustan los teléfonos celulares, no soy de usar computadoras y la tecnología no va mucho conmigo (risas)… Soy más de sentarme a leer un buen libro, hacer deporte, y estar desconectado. Por mi profesión suelo viajar mucho, entonces siempre prefiero estar acompañado por mis afectos así no los extraño y pueden conocer lugares del mundo junto a mí”, contó el cantante a CARAS.
Durante su estadía en Chile, donde agotó todas las entradas para su show, Vives demostró que a sus 56 años mantiene un gran estado atlético, ya que además de esquiar rentó unos carritos para deslizarse por las pendientes de la montaña. Felices subieron a la cumbre en aerosilla y luego bajaron sentados cada uno en un carro.
“Mi familia es muy importante para mí, por eso siempre trato que viajen conmigo.”