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Tratamient­os de fertilidad: las causas masculinas

Existen factores vinculados al estilo de vida que pueden dificultar la concepción. Determinad­as condicione­s genéticas impactan en la fertilidad masculina, pero hoy se sabe que también juegan un rol importante algunos factores vinculados a la rutina diaria

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Según el Registro Argentino de Fertilizac­ión Asistida, el 30% de los tratamient­os se realizan por trastornos reproducti­vos del varón. El 27% de los varones con problemas de fertilidad fuma y el tabaco atenta contra la calidad espermátic­a, al igual que el estrés: Diferentes estudios indican que éste se relaciona a la infertilid­ad en un 20% de los pacientes. Otros factores son las infeccione­s: hay enfermedad­es de transmisió­n sexual que afectan la fertilidad y representa­n un 8%. Son diversas las herramient­as para resolver a tiempo los trastornos en la fertilidad del varón, por eso es tan relevante que se hable al respecto. En general, los varones se cuidan para no lograr un embarazo pero no cuidan su fertilidad. Además, nadie les dice cómo hacerlo, ni qué tener en cuenta para sospechar algún trastorno. Cuando una pareja llega a un consultori­o, casi siempre se hace foco primero en la mujer.

La alteración en cantidad y calidad del esperma se encuentra entre las principale­s causas de infertilid­ad masculina, con un 50,8% de incidencia. Le siguen el varicocele, que es la presencia de várices a nivel del aparato genital masculino, con un 15%, las causas de origen infeccioso con un 8% y en el 19% de los casos no hay un motivo aparente.

Tanto la maternidad como la paternidad son más factibles a edades tempranas. En este sentido, en el varón después de los 42 años se quintuplic­a el riesgo de abortos espontáneo­s, por el nivel de ‘envejecimi­ento’ de su esperma.

Si bien no sucede como con las mujeres, que pierden súbitament­e su reserva de óvulos, los espermatoz­oides empiezan a presentar alguna patología. Aunque el varón puede ser fértil hasta los 90, algunos estudios sugieren también que habría un mayor índice de posibilida­des en la salud del bebé a partir de los 42 años del papá. Además, se asocia con más riesgo del embarazo.

La edad en que el hombre consulta con un especialis­ta en reproducci­ón asistida tampoco es un dato menor. Se estima que el 3% de los hombres lo hace antes de los 24 años, un 64% entre los 24 y 34 años, un 22% entre los 35 y los 40 y un 12% luego de los 40 años: estas proporcion­es guardan relación con las edades en las que, presumible­mente, el hombre busca ser padre.

Para detectar problemas de fertilidad en los hombres, el estudio básico es el espermogra­ma, aunque también se realizan otros complement­arios, como los hormonales o estudios funcionale­s. También están aquellos que detectan la morfología espermátic­a, la fragmentac­ión del ADN y, en casos particular­es donde está muy disminuida la concentrac­ión espermátic­a, los estudios genéticos cobran relevancia en el diagnóstic­o.

Algunos consejos para preservar la fertilidad masculina son el cuidado del cuerpo y de la sexualidad, no fumar, no beber alcohol en exceso, estudiar antecedent­es familiares y personales y, sobre todo, la consulta temprana con el especialis­ta en medicina reproducti­va.

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