“NUESTRA PAREJA ES MUY PASIONAL”
LA MINI “HONEYMOON” DE LAVIE
El aroma a leña que llega hasta la habitación, producto de la chimenea recién encendida, y la calidez de hogar que se respira en la cabaña con vistas al cristalino Nahuel Huapi era todo lo que Raúl Lavié y su mujer, Laura, necesitaban para cambiar el aire de la ciudad y conectarse con la paz de la naturaleza lejos de cualquier rutina.“Como mi hermana Alicia vive en Bariloche aprovechamos para ir a visitarla y pasar una semana a puro descanso. Ir a comer, pasear y estar solos para disfrutarnos. El 1 de julio cumplimos 38 años juntos y este fue un viaje sin dudas para celebrarlo”, cuenta a CARAS la mujer del eximio artista quien tomó una semana de descanso tras finalizar la primera temporada del musical “El Violinista en el Tejado”, éxito de calle Corrientes que se trasladó al teatro El Nacional. Cada día en la ciudad barilochense, significó una nueva aventura para la pareja que no solo disfrutó de las tardes nevadas que ofrece el pintoresco cerro teñido de blanco. Motivados por la gastronomía típica del lugar, degustaron exquisitos platos de carne, elaborados por el Chef Agustín Basualdo, en el restaurante “Rodeo” y hasta alquilaron un auto para recorrer otros puntos turísticos de la patagonia como Villa la Angostura o El Bolsón. “Recorrimos los Siete Lagos, Circuito Chico y visitamos a Daniel, el hijo de Astor Piazzolla”, relata sobre la travesía cuyo objetivo fue descansar “sin teléfonos” ni personas alrededor. “Nos levantábamos temprano y tipo 8 nos íbamos a desayunar afuera. Después paseábamos y por la tarde prendíamos el fuego, comprábamos quesos, alguna cervecita o un buen vino. Jugábamos al scrabble y contemplábamos la chimenea. Como una Mini Luna de Miel”, revive. Compañeros de vida, Lavié y su mujer jamás dejan de lado la chispa propia del romanticismo, uno de los secretos de su afianzada historia de amor.“Raúl siempre es romántico y amoroso. Tenemos el
“Transito una etapa maravillosa, soñada, estoy más enamorado que nunca de mi mujer y de la existencia”.
Bluetooth donde poníamos música y él me cantaba. Igual que lo hace en casa pero con otro paisaje y otro contexto lo hacía diferente y especial. Cuando prendían el jacuzzi afuera nos quedábamos mirando desde adentro cómo salía el vapor, o el lago y los botes desde el ventanal”, rememora la mujer que lo convirtió en padre de Manuela y Agustina. Sin tabúes y con la vitalidad de dos adolescentes, luego de compartir una suerte de “Honeymoon” dan por seguro que el deseo sexual es aún más poderoso con el correr de los años y la sabiduría de las experiencias vividas.“¡Raúl es un gran amante! (se ruboriza). Un hombre muy seductor, cariñoso, mimoso y amoroso. Y yo igual. Somos una pareja muy pasional que vive haciéndose mimos y diciéndose piropos y cosas lindas. Compartimos mucho juntos y cada día de nuestra vida. Nuestra relación es plena, frontal y muy sincera”, define la esposa del popular cantante de tango con el que se casó por tercera vez hace dos años y desde entonces jamás mantuvo una pelea o discusión conyugal ya que “sería perder el tiempo”. De regreso a la ciudad, Raúl cumplió 81 y fue sorprendido por todo el elenco al término de la función de “El Violinista…”, que junto al público presente le cantaron el Feliz Cumpleaños. Emocionado, el “Negro” sopló la velita, previo a una gran ovación. El festejo siguió luego en “Fechoría”, el restaurante ubicado en Recoleta, donde fue agasajado por familiares y amigos, entre los que estaba Cecilia Milone. Fue un cierre soñado para una gran etapa de la vida del cantante.