“SOY TAN PASIONAL COMO LA ARGENTINA”
MARGER, DE SER “SUSANO” AL PRIMER DISCO
Con esa chispa que caracteriza a los caribeños, pasea su intensidad por lugares emblemáticos porteños. A cada paso recuerda, explica y confirma la química persistente que mantiene con la Argentina. Conocida internacionalmente como Marger (37), derivado del oficial Cecilia Sealey, es una cantautora y actriz nacida en Mérida, Venezuela. Su nombre artístico nació de la combinación del de su padre (Marcos) y el de su madre (Gertrudis). “Escribí mi primera canción cuando tenía nueve años, es mi verdadera vocación. Ser actriz, en cambio, fue una consecuencia, a partir de que empecé a trabajar en Musicales”, afirma la artista, tras posar en la Plaza del Congreso Nacional y frente al Teatro Colón, con un aire súper glamoroso. Marger tiene una carrera artística muy extensa que tuvo uno de sus picos cuando, a fines de 1997, fue seleccionada entre cientos de aspirantes para interpretar el papel de Carmen Jones, la protagonista de “Fama”, el icónico Musical de Broadway (un rol que había sido encarnado por la actriz y cantante Irene Cara en la versión cinematográfica “Fame”, en 1980).
Marger impactó con su carisma a partir de su trabajo en “Fama”, en un teatro de la calle Corrientes de Buenos Aires. A partir de allí, se le abrieron puertas importantísimas en esta ciudad, y fue apadrinada por grandes personalidades del espectáculo. Desde Alejandro Romay hasta “Pepito” Cibrián y Adrián Suar, todos supieron apreciar su talento y le propusieron oportunidades de excelencia. Pero sin duda, el mayor espaldarazo se lo dio Susana Giménez, cuando la incluyó en su show televisivo para ser uno de sus “Susanos”. “Todo el 2001 trabajé con ella, a quien considero la Diva latinoamericana más importante de todos los tiempos. Fue una gran escuela para mí. Me enseñó profesionalismo, calidez, amor, empatía. Yo ya tenía mi camino recorrido, pero ella me dio mucho espacio. Fue una experiencia maravillosa. La última vez que la vi fue en un programa de Cala, en la CNN, donde la entrevistaron a ella y también a mí—comenta Marger, quien además destaca la ayuda que le dio “Su” en Estados Unidos—. Cuando ella hizo su programa desde Miami me convocó a mí, para hacer de ‘Susano’. Y cuando me instalé allá, ella me contactó con importantes productores porque sabía que yo deseaba ser can-
tante. Es una mujer muy generosa”, agregó la cantante que acaba de dar un concierto en el Teatro Sony, del barrio de Palermo, en la previa del lanzamiento mundial de su primer disco, llamado “Inmortal”, que sale a la venta en el mes de octubre. “Decidí lanzar los dos primeros singles del CD en este país maravilloso, porque me considero un poco argentina. Uno de los temas se llama ‘Baby, Baby’ y el otro ‘Sola’”, dice sobre el disco que fue grabado en Nashville, Tenesse, Estados Unidos, y es un proyecto de música soul, fusionado con blues y jazz.
Marger vive en Miami con su marido argentino Leonardo “Leo” Rocco (41), un estilista de celebridades dueño del Salón de Belleza “Rocco Donna”, en Ocean Drive, en el exclusivo barrio de South Beach. Entre sus clientes figuran Paulina Rubio, Katy Perry y Eva Longoria. “Mi marido me conocía de la TV, porque veía el programa de Susana Giménez con su madre. Que me perdonen las chicas, les pido disculpas por haber conquistado a uno de los argentinos más lindos (Risas)”, bromea la mujer que también demostró su talento en la obra “La Tiendita del Horror”; que encarnó a un histriónico personaje de la tira “El Sodero de mi Vida”, junto a Daddy Brieva; que viene de hacer un trabajo a dúo con Jon Secada; de protagonizar una comedia teatral en Miami; y de componer la música de series juveniles para la TV americana.
Mientras camina por Recoleta, disfruta de Buenos Aires como cuando vivía aquí, esa época tan floreciente para su carrera. Antes de volver a Miami, reconoce su admiración por músicos argentinos como Gustavo Cerati, Vicentico y Diego Torres, y reconoce que desde niña le pedía a su mamá que la vista y la peine como su gran ídola e inspiración, Whitney Houston. “Este país es único e irrepetible. Los argentinos expresan una intensidad y una pasión que me representan. Me siento tan Argentina como el color de mi piel, que es igual al del dulce de leche (Risas)”, concluye.