“CON ELLOS SOY UN CHICO MAS”
SEBASTIAN ESTEVANEZ CON SUS HIJOS EN CERRO CASTOR
Como todo aquel que reconoce la fortuna del tiempo con los afectos, Sebastián Estevanez (47) es un hombre que adora ciertos rituales. En especial, ese que lo lleva cada año a Cerro Castor, Ushuaia, junto a su mujer, Ivana Zaccani (34), sus hijos, Francesca (11) y Benicio (8) y, desde hace tres años, el pequeño Valentino (3). Y es que, además de permitirle despuntar en familia uno de los tantos deportes que lo apasionan, el esquí, el actor ha instalado también
en sus hijos el amor por la belleza del lugar. Un sitio perfecto para desconectarse de la ciudad y, por qué no, dice, de la tecnología.
“Desde que grabé ¨Los Buscas¨ me enamoré de este lugar. Los chicos van a la escuelita de esquí desde los cuatro años y para ellos aprender es mucho más fácil. Está buenísimo porque acá estamos juntos todo el día, desde que desayunamos hasta cuando nos vamos a dormir. Es la mejor escapada, un lugar de encuentro”, cuenta Sebastián sobre sus días en Cerro Castor. Padre de tres, el actor también reflexiona
acerca del vínculo con sus herederos: “Siempre quise ésto, el tener esta familia, compartirlo con mi mujer y mis hijos. Con ellos soy un chico más. El tiempo pasa tan rápido que hay que aprovechar cada momento para estar con ellos. Soy un papá muy apegado. Nos gusta ser unidos. Y te diría que tampoco necesito ser un padre muy estricto; con Ivana por ahora lo venimos llevando muy bien. Tenemos buena relación, de mucho respecto, con los chicos. Cada uno conoce sus límites y si alguno va más allá, se lo hacemos saber para que entienda. Pero siempre con diálogo, nada de ser severo: Estoy contento ; mis hijos son muy educados, buenas personas y se portan muy bien”, admite. A poco de cumplir 15 años de casados con Ivana, Sebastián también recuerda cómo fue el día que conoció a su gran amor: “Nos cruzamos en un desfile en Campana. No entendía lo que estaba viendo, no la podía creer. Así de fuerte fue el impacto de conocerla”, reconoce. “Después de todo este tiempo la ganas de estar juntos se mantienen como desde el prímer día. Estamos muy bien y más con nuestro hijos. Los dos tenemos los mismo sueños y pasiones. Cada aniversario es especial y siempre tenemos nuestra salidas de novios; vamos al cine, a cenar, nos damos el espacio. Y este año también nos fuimos solos de viaje ¡Nos costó un montón! Los chicos estaban con los abuelos y nosotros en EE.UU, yo sufriendo. Cuando volvimos, ellos ¡estaban mejor que nosotros”, agrega Estevanez con humor.
Hombre de familia, el actor comparte la dicha de los suyos frente a la noticia más feliz: su hermana, Sol Estevanez, acaba de anunciar que espera a su primer hijo—está de cuatro meses y será una nena—junto al polista Mariano “Nito” Uranga. Galán de trayectoria, Sebastián también reconoce que el paso del tiempo no es
algo que lo preocupe: “No me peleo contra la edad, jamás. Cuando tenés hijos entendés que pasás a un segundo plano. Estoy muy lejos de todo eso. Hago mucho deporte porque me gusta estar bien, por la mismo razón que como sano. Más que la parte estética, hoy me interesa lo emocional. A nivel físico mi entrenamiento es jugar al fútbol, como arquero, porque tengo mal una rodilla, y un poco de boxeo. También juego al golf y hago un poco de musculación. La endorfinas que produce el deporte te hacen sentir muy bien. Pero a mí lo que más me importa son mis hijos y mi familia”, concluye Estevanez, frente a uno de las etapas más plenas.