“YA NO SOY SEXY, SOY EMPODERADA”
SARAH JESSICA PARKER, SIN CIRUGIAS, ASUME SUS ARRUGAS
Supo ser señalada como una de las “mujeres más sexys del mundo”. Su paso por la icónica serie “Sex and the City” la llevó a convertirse en un modelo a imitar por las mujeres del mundo entero. El “fashion” la adoptó para imponer tendencias con su personaje de Carrie Bradshaw. Sarah Jessica Parker (53) siempre sintió las miradas del mundo sobre ella esperando para marcar su primer error. Y el gran disgusto lo vivió en 2008 cuando una revista dijo “su rostro se parece a un caballo”. Cuentan que ella lloró y gritó. “¡Ya estoy harta de que me ofrezcan alfalfa y zanahorias en los restaurantes y de esa irritante manía de darme un terrón de azúcar después de dejar la propina..! También dijeron que mi cara y mis manos estaban viejas y arrugadas y que por eso me había sometido a varios tratamientos para estirar la piel y rejuvenecerla. Además de insistir en que me había operado, lo cual no es cierto. Odio las cirugías”, aclaró enfurecida. Y admitió sí haberse puesto bótox para reducir su ángulo mandibular posterior y en la frente para suavizar las arrugas y ácido hialurónico en los labios. Además de haberse extirpado un lunar del mentón y realizarse periódicamente blanqueamiento dental. “Ya no soy aquella chica sexy. Ahora soy una mujer empoderada que no duda en recurrir a los detalles que aportan belleza y juventud”, se defendió cuando algunos la acusaban de excederse con el bótox que ya le habría bloqueado el músculo frontal. “La inteligencia y la seguridad hacen a la mujer más sexy”, aseguró Sarah al protagonizar una campaña de ropa interior para la firma Intimissimi. “Quiero ser una mujer real que no está condicionada ni juzgada por su apariencia física ni por su edad. Los años no pueden limitar la vida de una mujer”, declaró quien hoy tiene su propia línea de zapatos, SJP, y está casada desde hace 21 años con el actor Matthew Broderick (56), con quien tiene a James (16) y a las mellizas Marion Loretta y Tabatha (8) que nacieron por un vientre subrogado ya que en el momento que la pareja decidió volver a ser padres, ella se encontraba en la cúspide de su carrera como actriz y no estaba dispuesta a retirarse por los nueve meses de embarazo. Lejos de la paz familiar, ahora Sarah Jessica Parker también debió hacer frente a una fuerte denuncia en su contra. Ya que está acusada de haberse quedado con joyas por un valor de 150 mil dólares de Kat Florence Design que se las habían prestado para una producción fotográfica.