Epilepsia refractaria
Más de 39.000 niños en Argentina tienen esta condición y se verían beneficiados con la dieta cetogénica, una modificación en la alimentación para hacerla rica en grasas y baja en carbohidratos que genera beneficios en la salud y que se ven reflejados en l
La dieta cetogénica es un tratamiento médico no farmacológico, científicamente demostrado que se indica en niños con epilepsia de difícil control o refractaria a fármacos anticonvulsivantes. En la actualidad constituye la opción de tratamiento no farmacológico más utilizada en el mundo para pacientes con epilepsia refractaria.
Si bien el 70% de las epilepsias responden al tratamiento con fármacos anticonvulsivantes, el 30% restante no logra controlar la crisis convulsivas con medicación a dosis adecuadas, a estas epilepsias se las denomina Epilepsias Refractarias. La dieta cetogénica sería una opción terapéutica para este grupo de pacientes. Sin embargo, se estima que sólo 1 de cada 20 niños dentro de ese grupo son tratados con esta terapia. 7 de cada 10 pacientes que reciben dieta cetogénica reducen en más de un 50% la cantidad de crisis y dentro de este grupo, el 40% las disminuye en más del 90%. El objetivo inicial es el control de las crisis convulsivas y la mejoría cognitiva del paciente, posteriormente como objetivo secundario se intentará disminuir la dosis de los fármacos antiepilépticos evitando así efectos no deseados, adversos de la medicación.
Entre los alimentos incluidos en la dieta, se encuentran la crema, aceite, manteca, carne, pollo, huevo, quesos, pescado, frutas y verduras. Por otra parte, quedan excluidos cereales, papas, galletitas, choclo, batata o pastas. En la mayoría de los casos no es necesario realizar este tratamiento durante toda la vida sino que luego de unos años se comienzan a introducir distintos alimentos hasta que el paciente finalmente puede realizar una dieta normal. Con el inicio de la terapia cetogénica, los pacientes con epilepsia y sus familia refieren, en la mayoría de los casos, una mejora cognitiva y conductual, este primer cambio se genera por los beneficios inherentes a la nueva terapia y a la redución del número e intensidad de las crisis. El paciente está más atento, más alerta, responde mejor a las terapias de rehabilitación, mejora sus horas y calidad del sueño y obviamente, si hay respuesta al tratamiento, empieza a controlar sus crisis. También controlando su epilepsia, mejora su calidad de vida. Contribuye a la adherencia de la dieta cetogénica su refuerzo con fórmulas nutricionales para la preparación de las comidas, que brindan los nutrientes necesarios para poder cumplir con los objetivos del tratamiento. La fórmula puede utilizarse como complemento o como única fuente nutricional, según la indicación médica. Consiste en un preparado de sencilla elaboración, que facilita la terapia, posee diferentes nutrientes en un mismo producto y genera que quienes las consumen entren rápido en la degradación de las cetonas, que es el proceso que genera el efecto beneficioso anti convulsivante y ayuda a que la realización del tratamiento sea más tolerable. Esta fórmula y el tratamiento de dieta cetogénica se encuentra cubierto por las obras sociales y prepagas o por el Ministero de Desarrollo social en caso de que el paciente no cuente con cobertura médica, en todos aquellos casos para los que está indicada. Esta cobertura está contemplada en la Ley de Discapacidad (22.431 y 24.901) para aquellos pacientes que cuenten con el certificado (CUD) y para aquellos que no, garantiza su provisión gratuita la Ley de Epilepsia (25.404).