“APRENDI A NO JUZGAR A MIS PERSONAJES”
PAULA CANCIO, ESPECIALISTA EN LOS ROLES MAS JUGADOS
Como una especie de aplanadora emocional, avanza con más certezas que dudas. Y transforma las ventajas que le regaló el Universo, en gloriosas oportunidades. A esta altura, en la Argentina ya es Paula Cancio (34), a pesar de que cuando se instaló en el país, hace tres años, los medios la encasillaron en un lugar poco confortable. “Para muchos periodistas yo era ‘La Novia Pendeja de Miguel Angel Solá (68). Lo entiendo, porque etiquetar es un recurso rápido para identificar y entender. Además aquí no se conocía mi trabajo de España. Ese rótulo me brindó oportunidades maravillosas, como por ejemplo trabajar en ‘La Leona’ (exitosa tira de Telefe) , y hacer teatro en Buenos Aires. Son puertas que se me abrieron por ser ‘La Novia Pendeja de…’ (Risas). Después, poco a poco, empecé a dejar la huella de Paula Cancio. Se va notando mi trayectoria, era una cuestión de tiempo. Confío mucho en mí, y siento que tengo todo para aprender. Soy una estudiante continua, súper curiosa”, le dice la actriz y psicóloga madrileña a CARAS, tras la producción fotográfica realizada en una imponente suite de La Mansión del Four Seasons Hotel Buenos Aires.
En 2012, Paula conoció a Miguel Ángel cuando fue a ver la obra “Como por un Tubo”, que protagonizaba el actor en la Sala Lara de Madrid. Los presentó un amigo, nació el amor y hoy tienen una hija llamada Adriana (5). La pareja compartió escenario
protagonizando “Testosterona”, en Madrid; continuaron en Buenos Aires interpretando una pareja de amantes en la tira “La Leona”; más tarde realizaron “El Diario de Adán y Eva”; y hoy brillan con la obra “Doble o Nada”.
Paula, en su “modo solista”, viene de encarnar a Camila, la pareja de Esteban Lamothe, en “El Marginal 2”; y ahora rueda “O11ce Halcones”, serie juvenil de TV para Disney. Como si fuera poco, su personaje de astróloga en “100 Días para Enamorarse”, la taquillera comedia romántica de Telefe y Underground, fue muy elogiado. “Mis estudios de psicología me sirven mucho para actuar. Me especialicé en sexología. Gracias a ese conocimiento aprendí algo que aplico en el trabajo y en la vida, el hecho de no juzgar. No juzgo a mis personajes. No les pongo la etiqueta de buenos o malos—explica la actriz, que se caracteriza por interpretar roles intensos, con fuertes problemáticas emocionales—. A partir de que nació mi hija, cuando llego a casa automáticamente cambio el chip. Me convierto en una mamá, y la intensidad de mis personajes queda en segundo plano”, agrega quien a los 12 años ya actuaba en el grupo de teatro del colegio. Comenta que le encanta bailar zamba, y que practica lo que se denomina “Yoga Feel”, estilo creado por una actriz llamada Chachi Telesco. Asegura que su hija heredó de ella ser “un espíritu libre”. “De Miguel tiene esa cosa de imaginar, de crear historias. Es una mezcla muy bonita de ambos padres”, agrega.
Afirma que se siente una porteña
“Miguel Angel ni siquiera lee mis guiones porque suelen tener mucha carga erótica. Elije mantenerse al margen.”
más.“Me hice fanática del mate y en casa tenemos dos, porque Miguel lo toma súper dulce y yo bien amargo”, comparte. Luego cuenta que con Solá hace seis años que están juntos. “Lo veía en una serie española llamada ‘Desaparecida’, en donde encarnaba a un jefe de la Guardia Civil. Me encantaba ese personaje, pero jamás me imaginé que Miguel iba a terminar siendo mi pareja. Nunca fui una fan de él, solo me gustaba cómo actuaba —dice antes de referirse a cómo maneja la amenaza de los celos—. Entre Miguel y yo nos tenemos mucha confianza. El prefiere no ver mis escenas de sexo. No le gusta leer mis guiones, porque suelen tener mucha carga erótica y elije mantenerse al margen. Yo en cambio vi todas sus películas y me encanta observar sus escenas más jugadas. Me parece un tipo que gana con los años. Hay gente que lo espera a la salida del teatro y lo mira emocionada. Más que molestarme, lo disfruto. Es un hombre que despierta eso en las mujeres, y yo estoy súper orgullosa de ser su pareja. Los celos no tienen lugar en nuestra relación”, agrega.