“REFLEJO ALMAS SENSIBLES”
GABRIEL ROCCA, RETRATISTA DE CELEBRIDADES
Siente que nació para esto: captar el alma de las celebridades a través de su cámara fotográfica. Gabriel Rocca (56) lo explica en palabras con la misma poesía que transmite en imágenes.“Los famosos frente a la lente son como niños, y me conmueve seguir encontrando esa cosa tan pura que tienen. Son almas sensibles, que transmiten arte, hablan con la mirada. Me entusiasma, no podría fotografiar otra cosa. Me cuesta sacarle fotos a paisajes, tampoco podría ser fotógrafo deportivo. Yo busco las miradas, ese momento que se enciende , esa chispa, ese brillo”, le dice a CARAS en la previa de lo que será “Rocca en La Usina, Retrato Argentino”: la primera gran retrospectiva de un fotógrafo argentino que se hace en Buenos Aires, que reúne más de 130 fotos de reconocidos personajes del rock, la moda y el espectáculo argentino, del 7 de febrero al 24 de marzo en La Usina del Arte. “Son 35 años de mi fotografía en este mundo. De distintas épocas: una primera
que tiene que ver con el rock con los años ochenta, una mutación a la moda donde me reinicié, y después con la serie de personajes que seguí fotografiando, verdaderas celebridades de la Argentina de todos los ámbitos”, explica.
La foto que abre la muestra es un impactante desnudo de Juana Viale en la terraza de Arena Studio, en La Boca. “Empezó a llover, hacía frío, pero cada vez que nos reunimos para hacer fotos es una fiesta. La fotografío desde que ella tenía 14 años, esta es la última que hicimos el año pasado, y la ponemos al comienzo de la muestra. Los desnudos siempre atraen en la fotografía, tiene que ver en mi caso con la complicidad que logramos con el personaje. Así como es una búsqueda fotografiar un gran vestido, también lo es fotografiar un gran desnudo—explica Gaby Rocca, antes de referirse a la química que tiene con la nieta de Mirtha Legrand—. En el caso de Juana fue un momento previo a la producción, instantes fuera de lo estipulado que son únicos. Se estaba poniendo los zapatos, llovía, en medio de esa gran terraza, con la adrenalina de un lugar público. Siempre trato de ser sumamente cuidadoso con los desnudos, con los asistentes que están durante las sesiones, para que el personaje esté absolutamente cómodo. Foto-
grafiar un desnudo es hacer una escultura fotográfica, un ensayo de un cuerpo. Los cuerpos hablan, dicen, y a mí es algo que me maravilla. La foto de Juana va a estar al comienzo. Ella tiene una especial sensibilidad por ese tipo de imágenes, y por eso nos llevamos tan bien. Disfruto de los desnudos que no son agresivos, sino que invitan al disfrute de la mirada. La moda y el erotismo son estupendos aliados, pero debe darse el momento justo y haber un acuerdo con los personajes”, agrega.
Gabriel Rocca empezó su carrera trabajando para la antológica revista de rock “Pelo”. “Fui al recordado recital hippie ‘Prima Rock’, ahí saqué mis primeras fotos. Yo estudiaba música, era una pasión, tocaba el piano, y fui con una cámara. Me impactó la adrenalina y la mística que había. Allí tocó Luis Alberto Spinetta, y por primera vez los ‘Virus’. Le mostré el material a Daniel Ripoll, en ese momento director de ‘Pelo’. Yo tenía 19 años, y a la semana me llamaron para ofrecerme trabajar de fotógrafo. En esa época había cinco recitales por semana, así que empecé a trabajar muchísimo. En la muestra hay fotos de aquel momento y ya se notaba mi sello de autor. A Charly García más tarde lo retraté tomando la comunión, y a Luca Prodan (cantante de “Sumo”) con pañales y con un chupe-
te, vestido de bebé”, comenta quien hoy es uno de los fotógrafos más prestigiosos del país. En su exitosa carrera retrató a Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Diego Maradona, Carolina “Pampita” Ardohain, Graciela Borges, Ricardo Darín, Adrián Suar, Juan Martín del Potro, Valeria Mazza, Carlos Tevez, Leonardo Sbaraglia, Moria Casán, Cecilia Roth, Alan Faena, Gabriela Sabatini, Dolores Fonzi, entre otras personalidades. Realizó las campañas de moda más impactantes como la de Paula Cahen d’ Anvers con María Inés Rivero completamente desnuda; la de la marca “Etiqueta Negra” con Ezequiel “Pocho” Lavezzi; y la de “La Dolfina” con Adolfo Cambiaso. E inmortalizó a grandes celebrities internacionales como Kate Moss, Claudia Schiffer y Freddie Mercury.
“Gaby” cuenta que se terminó haciendo muy buenos amigos dentro del ambiente artístico.“Por ejemplo, a Leo-
nardo Sbaraglia lo fotografié a los 24 años, y ahora después de veinti y pico de años, y ese reencuentro es muy emocionante. Con María Vázquez y Adolfo Cambiaso generé una gran amistad. Fotografié a la pareja y a sus hijos desde que eran chicos y fueron creciendo. ‘Adolfito’ es un gran tipo, a él y a María los adoro”, confiesa el fotógrafo padre de dos hijos, Salvador (24), que es director de cine; y Santo (19), que es actor y ya participó de su primer película. Separado de la madre de sus hijos y en pareja desde hace cinco años con la terapeuta Gaby Piccoli (52), asegura que la base de lo que mu-
chos denominan el Estilo Rocca, está basado en la inspiración que le provocó un maestro de la fotografía como Helmut Newton, que mezcló la moda, las celebridades y el rock. “Me considero retratista, me encanta fotografiar gente. Los actores, músicos y modelos son gente sensible que a mí me atrapa fotografiar. Por eso me dedique a esto. Me atrae meterme en la mirada y en el alma de los personajes”, afirma.
Rocca tiene infinitas anécdotas con las celebridades, generadas a partir de la química que se genera en cada sesión fotográfica. “Nunca tuve una pelea con los personajes, al contrario, las sesiones siempre fueron fiestas, momentos únicos de adrenalina, intensidad, placer. Siempre la pasamos bien. Nunca hubo alguien difícil. Yo mismo soy muy exigente: cuando voy al set, sé cuál es el objetivo y lo que deseo lograr. Y si eso lo transmito bien y la persona lo entiende, realmente el momento es placentero. En la muestra va a estar la última foto que le hice a Gustavo Cerati, que para mí tiene mucha carga emotiva. Es un día que recuerdo plenamente, cuando me pidió que ponga de fondo ‘London Calling’ de The Clash—dice Gabriel Rocca, antes de seguir recordando vivencias antológicas—. A Diego Maradona le hice una de las producciones más osadas en su casa de Villa Devoto, con sus hijas chiquitas, y vestido de Versace. Fue en la época en que jugaba en el Nápoles, y posó con esa mirada tan particular. Era el momento más alto de su carrera. También recuerdo la primera vez que fotografíé a ‘Gra’ Borges. Ella me preguntó cómo la quería sacar, yo le dije que desnuda, y ella accedió. Una mega actriz,¡y accedió! Después la fotografié infinidad de veces, pero esas fueron las primeras que le hice”, agrega el fotógrafo de campañas publicitarias, promociones de películas y obras de teatro, entre otros trabajos.
Dice que muchas de las fotos de la muestra pertenecen al “después de hora”, o como lo llama también: “el Lado B, lo que hacemos después de haber terminado con las fotos que se pretenden para una campaña. Tienen otra impronta. Es un material que guardé, y ahora exhibo—explica Rocca, antes de contar su vivencia con Rodrigo Bueno—. Cuando le hice las fotos a ‘El Potro’ en el Luna Park, él murió a la semana. Eran para una sección llamada ‘Portfolio’ del programa ‘Sábado Bus’, que conducía Nicolás Repetto. Armé un set en el escenario y la gente comenzó a ingresar al estadio. El estaba solo con un taparrabos, casi desnudo, sobre un caballo, y decía: ‘Vamos para adelante’, con una enorme entrega. La adrenalina fue muy fuerte, el show tenía que empezar y nosotros no habíamos terminado de hacer fotos. Y después seguimos en los camarines, donde realizamos tomas espectaculares que nunca fueron exhibidas. Rodrigo fue un personaje al que conocí poco, pero inten-
“Me cuesta sacarle fotos a paisajes, tampoco podría ser fotógrafo deportivo. Busco las miradas, esa chispa, ese brillo.” (Gabriel Rocca)
samente”, agrega.
Siempre descubre sus almas, y las celebridades quedan fascinadas con las fotos. Cada sesión que termina, se completa con el mismo ritual: un gesto simbólico, tan efímero como eterno. “Al final de cada producción, aplaudimos y nos reímos muchísimo. Es una descarga, un acto de agradecimiento. En la muestra que presento se expresan esos sentimientos. Es un viaje en el tiempo con referentes de muchas épocas, con gente que nos marcó. Es una pintura con mi sello, sobre lo que pude hacer con estas celebridades que se expresan y se entregan a este juego de la imagen”, concluye.