“SOY UNA APRENDIZ ETERNA” PILAR SORDO, “PEREGRINA” EN BUENOS AIRES
Su cercanía y vulnerabilidad dista mucho de la imagen que podemos tener de un Gurú de la Autoyuda. Se ríe tanto de sí misma y expone tanto sus imperfecciones y problemas, que Pilar Sordo (53) no parece ser la autora de tantos Best Sellers que ayudan a millones de personas a encontrarle sentido a sus vidas. “Muchas veces termino haciendo lo contrario a lo que expreso en mis libros y conferencias. Siempre digo que soy la primera alumna de los estudios e investigaciones que presento, y la primera a quien ese conocimiento abofetea y pone en jaque, en posición de evaluarme y autocriticarme—confiesa esta la psicóloga y escritora chilena, frente al atardecer invernal que asoma por los ventanales de la suite presidencial del Sheraton Park Tower de Buenos Aires, donde se hizo la producción fotográfica de CARAS—. La primera que se ríe de sí misma en las conferencias y que muestra sus errores, soy yo. No tengo ninguna pretensión de intelectualidad y mucho menos de superioridad. Y esa es una de las razones por la que la gente me siente tan cercana. Aparte de hablar de un modo simple y con sentido del humor, las personas me ven como ‘La Pili’. Nunca como a alguien que está en un nivel superior. Se ríen de mis estupideces, y si estoy deprimida sienten como que a ellos también les puede pasar lo mismo. Es como humanizar el proceso”, afirma.
La autora vino a la Argentina a presentar su último libro llamado “La Libertad de Ser Quien Soy” (Editorial Planeta), que propone un camino para vencer culpas, miedos y mandatos que nos impiden vivir en equidad valorando las diferencias. Pilar Sordo expresa en esta obra que ser libre es ser más conscientes y sobreponernos a los “anestésicos” emocionales que nos hacen perder contacto con nosotros mismos. “Siempre sueño los nombres de los libros y un día desperté y dije: ‘La Libertad de ser quien soy’. Lo que quiero decir con ‘liber
tad’ está asociado a la conciencia, y no a la definición marketinera de hacer lo que uno quiere. La libertad sin responsabilidad no funciona, por lo tanto tiene que ver con el estar ‘despierto’. A mayor conciencia, mayor índice de libertad personal, en términos de la capacidad de elegir entre una conducta u otra. Va desde cosas tan simples como elegir comer pan o fruta, o si elijo estar con una pareja tóxica o no, o si busco otro trabajo porque el que tengo me hace mal…”, comenta.
Pilar Sordo, en muchos aspectos, es como una argentina más. Desde hace diez años recorre nuestro país desde Jujuy hasta Ushuaia, conectándose con gente de pueblos y localidades muy pequeñas. “Debo conocer el país más que muchos argentinos. Uno aprecia que hay muchas Argentinas, como hay muchos Chiles. En la Argentina me río mucho más que en Chile, porque los argentinos son muy divertidos. Tienen sentido del humor, se las arreglan para buscarle la ironía a la tragedia. Poseen un talento que admiro que es el de vivir todo el tiempo en crisis. Además parece como que la disfrutaran (Risas). No sé si les gusta, pero la saben manejar—dice la escritora—. A mis estudios y viajes los llamo ‘caminatas’. Me considero ‘una peregrina’, eso es lo que quiero que digan de mí ustedes, los periodistas, cuando yo me muera. Así una tiene el privilegio de entrar en contacto con la realidad concreta de los países”, agrega.
Madre de Cristián (28) y Nicole (25), Sordo confiesa que fue una mamá exigente, pero que a la larga le dio excelentes resultados.“Siento que son dos seres luminosos. Ella es mucho más parecida a mí: intensa, habladora, divertida, le encantan los temas sociales, es espiritual como yo. El es más ‘hacia adentro’, introvertido, solitario, pero tiene una enorme dulzura y bondad. Mi hijo tiene tanta pureza que me muestra que se puede ser de otra forma a como soy yo: neurótica, perfeccionista, detallista, minuciosa, ansiosa, impaciente… El es todo calma, camina lento por la vida y así fue cumpliendo todos sus sueños. Cristián es ingeniero civil industrial y Nicole es fonoaudióloga. Ojalá me den un nieto. Me muero por ser abuela, pero creo que todavía falta mucho”, dice. — ¿Está en pareja? ¿Sus hijos “le dan permiso”? —Si me pusiera hoy en pareja, mis hijos se horrorizarían, porque mis experiencias anteriores no han sido demasiado gratas (Risas). En ese sentido son como mis padres. Nicole sobre todo, ¡es mi mamá! (Más Risas). Pero la verdad es que por primera vez en mi vida no me siento sola, y de verdad no necesito pareja. Asumí algo que no es fácil: dada “mi peregrinación”, esta es mi misión en la vida y no estoy dispuesta a transarla. Para muchos hombres es muy difícil ser “la pareja de…”. Si llega una persona a mi vida que quiera compartir “mis caminatas”, mi trabajo, mi pasión, y eso no le genera ningún tipo de inseguridad, maravilloso. Pero en este momento, si hay algún hombre dando vuelta, te juro que “no lo veo”. Estoy abierta a la posibilidad, pero es algo no me quita el sueño.
—¿Qué importancia le da a la moda?
—Me encanta la ropa. Es en lo único que gasto. Puedo comprar
“No tengo pretensión de superioridad. La gente me ve como ‘La Pili’ y la primera que se ríe de mi, soy yo.”
en la feria, en la calle o usar un Versace. No discrimino (Risas). Si algo me gusta, me gusta y punto. Me apasionan también los accesorios y la decoración. Soy Libra, me atrae la cosa armónica, estética, linda. Soy lo menos gastadora que hay, no tengo grandes pretensiones de nada, pero la ropa me puede. Y por supuesto que tengo más de lo necesario (Risas).
—¿Cómo ejerce Pilar Sordo la libertad de ser quien es?
—Es una tarea diaria, y lo hago intentando tener una buena comunicación con mi cuerpo, converso mucho con él. Es mi mejor “informador emocional”. Intento estar lo más “despierta” a lo largo del día para no negar nada, y para tomar decisiones que vayan en beneficio de mi paz. En eso estoy absolutamente centrada. Como puedo perder la paz por los problemas que me toca resolver, trabajo conscientemente en mantenerme “en eje”. Hay días que lo logro y otros que no. Hay veces en que me voy a dormir derrotada, y otras en que peleo mucho conmigo y gano. El que se cree graduado está cagado (Risas). Me siento una alumna permanente de la vida. Una aprendiz eterna.