“ME VUELVO LLENO DE SATISFACCION”
JULIO LE PARC JUNTO A CARAS ANTES DE REGRESAR A FRANCIA
Como un homenaje en vida, en las últimas semanas la Ciudad de Buenos Aires se “Leparquizó”, en alusión a las múltiples muestras que se realizan en honor a Julio Le Parc, uno de los emblemas del arte argentino en el mundo. A sus 90 años, el ícono del arte cinético inauguró Transición Buenos Aires-París (1955-1959), en el Museo Nacional de Bellas Artes, una exhibición inédita en la que se repasa su obra temprana a través de pinturas, dibujos, acuarelas y grabados, algunos de ellos jamás exhibidos.
Esta muestra se suma a “Un Visionario”, la megaexpo que comenzó en julio en el CCK, que repasa la mayor parte de su obra cinética y óptica, a partir de la que se convirtió en un referente mundial. A través de un espacio de más de 3.000 metros cuadrados, el público puede interactuar con 160 obras del artista, tanto sus pinturas en blanco y negro como las de la paleta de 14 colores, uno de sus emblemas.
Como un epílogo de semejante libro abierto, el jueves 22 se realizó otro hito, al descubrirse el Mobile Rombo Colón que realizó especialmente para el Teatro Colón, una instalación monumental de 11,5 metros de lado y 4,40 metros de altura, compuesta por un móvil de 3101 piezas de acrílico translúcidas fluorescentes e hilos de acero, rodeado de 28 espejos perimetrales, que desafía la percepción del público e invita a experimentar una obra en permanente cambio. Fue realizada bajo la dirección artística de su hijo, Yamil Le Parc. “Este tercer evento dentro del homenaje nacional a Julio Le Parc es muy especial para mí por la relación con la música y por estar en este lugar que tiene una historia con mi padre cuando era tan joven. Juntar hoy en día la obra de mi padre en un teatro tan importante y tan emblemático como es el Teatro Colón, con su gran historia, es un verdadero placer. Que viva el arte y que viva la música”, dijo Yamil, ante la presencia de su padre, quien exhibió orgulloso su creación: “Lo que pude haber hecho en todas estas décadas es lo que pueden ver ustedes en el Bellas Artes, en el CCK, obras que a veces son como pequeños susurros, pequeñas melodías muy suaves. Pero en el caso de esta obra aquí presente se trata de una sinfonía
El emblema del arte argentino habló de la emoción vivida a sus 90 años tras el múltiple homenaje recibido en Buenos Aires, una ciudad que “leparquizó” sus grandes íconos.
completa que yo espero le llegue a ustedes con la ternura que yo tengo a la gente en general”. La muestra se podrá visitar de manera gratuita entre el 23 de agosto y el 6 de octubre, de martes a domingos entre las 12:00 y las 20:00 horas en la Sala del Centro de Experimentación del Teatro Colón (Tucumán 1171).
Nacido en Mendoza, Julio Le Parc se instaló en París en 1958, luego de pasar por Buenos Aires proveniente de su Mendoza natal. En la capital francesa, formó parte del Grupo de Investigación en Arte Visual, que se disolvió en 1968. En mayo de ese año, Le Parc acompañó las manifestaciones de los obreros de las fábricas Renault: fue detenido por la policía y expulsado temporalmente del país. De allí en adelante, profundizó sus indagaciones estéticas a la par de su compromiso político y los cuestionamientos del sistema consagratorio del arte y sus mecanismos de selección. Tuvo que pagar un alto precio: aunque había ganado el Gran Premio de Pintura Internacional en la XXXIII Bienal de Venecia (1966), a partir de la década del 70 las instituciones francesas fueron muy poco receptivas con su obra. Paradójicamente, hoy se la disputan museos y capitales del mundo, mientras los pañuelos de seda de Hermès repiten y celebran sus diseños abstractos.
—¿Qué significó para usted esta “Leparquización” de Buenos Aires? —Este homenaje significa el reconocimiento de mi país hacia mi trabajo y trayectoria de 60 años de investigación. Representa uno de los momentos más importantes de mi carrera a pesar de las numerosas exposiciones que realicé en el mundo. Este homenaje no solamente es de los más importantes por ser mi país, sino por la cantidad de espacios que nos han brindado, entre el CCK, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Teatro Colón y el Obelisco, y en cantidad de obras que han traído de nuestra colección de París, unas 300 obras. Afectivamente es muy importante para mí, agradezco el cariño recibido del público, las instituciones y la prensa nacional. Estoy sumamente agradecido. Me vuelvo a Francia lleno de satisfacción y buena energía por el afecto recibido.
—Su hijo Yamil formó parte del homenaje con un concierto de su disco Che Piazzolla!, ¿Qué rol tiene la música en su proceso creativo?
—La música siempre fue sumamente importante en mi vida. Cada día, en cada minuto de mi creatividad e investigación, escucho música clásica, ópera, tango y, sobre todo, Astor Piazzolla. Para mí, que fui amigo de Astor, que mi hijo cante y le dedique un disco completo a mi amigo, es importante y estoy muy contento de saber que a pesar de que mi hijo también es mi curador y director artístico en Argentina y en el mundo, es importante que siga cantando. El concierto de mi hijo fue lo más importante de este homenaje. Me fascina Piazzolla y el disco de mi hijo, cada vez que puedo estoy en primera fila aplaudiendo. Me encanta unir la música con mi arte, algo que ya es frecuente.
—¿Qué extraña de la Argentina?
—Lo que más extraño de Argentina es la calidez humana que es tan específica de este país. Además, el cielo y el sol, mismo en invierno, y los paisajes de Mendoza, mi ciudad natal. Lo que más extraño es la buena compañía, la amistad fraternal de mis viejos amigos, por eso desde hace 10 años, me reconcilié con el país, no porque estuviera peleado, sino distanciado. Mi hijo logró reencontrarme con este gran país. También extraño el buen vino, la buena carne y el tango.
—¿Qué piensa del presente político, económico y social de la Argentina?
—Mi reflexión sobre el presente del país es la que muchos se hacen: cuándo se va a estabilizar este país. Tanto yo como mi esposa, llevamos más de 50 años esperando desde Francia el cambio real del país y la estabilidad económica, así como el cambio de la clase política. Me entristece ver la situación económica nuevamente en ruinas y la pobreza creciente desde hace varias décadas. Tenemos que encontrar nuestro equilibrio, algo que es posible incluso en otros países de América Latina. Espero de todo corazón que la Argentina encuentre su equilibrio en los próximos años.
“Espero que el país encuentre su equilibrio en los próximos años.”